ENCONTRARSE ENTRE LO PERDIDO - CRÍTICA LOST IN TRANSLATION

 

Lost in translation es un film sincero, directo, profundo, educativo, didáctico, prometedor, esperanzador, tronchante, íntimo, revelador, psicológico, romántico y puro. La premisa del guion es sencilla, pero con una profundidad emocional que le otorga una fuerza extra, bastante silenciosa, pero extremadamente implacable, solo apreciable para ciertas personas. Creando una inmersión y empatización única, acompañada de un humor inigualable y muy eficaz, haciendo crecer exponencialmente la implicación. La ejecución de la narrativa y la puesta en escena es brillante y brutalmente empática, consiguiendo captar tu atención de manera muy temprana, generando una inmersión y empatización colosal e instantánea. Creando cierto vínculo emocional muy sutil, que logra que poco a poco te vayas metiendo más en la historia, hasta que te quieres dar cuenta, y te has convertido en un personaje más, trasladándote a Tokio con los personajes, para acompañarles en la travesía; y conseguir que te involucres tanto mental como emocionalmente, de un modo sutilmente intenso. La hibridación de géneros es increíble, con una transición absolutamente impecable, que fusiona a la perfección: Comedia, Romance, Drama, Cuotidiana, Personal, Reflexiva, Psicológica y Asiática. El ritmo del guion es sigilosamente potente, cumpliendo las necesidades de cada secuencia, para reforzar la inmersión y empatización, satisfaciendo las del espectador, creando un viaje emocional, sincero, íntimo y muy profundo.

La interpretación de Bill Murray y Scarlett Johansson es magistral, captando a la perfección la esencia y matices del personaje, transmitiéndola de una forma tan empática, que te hace conectar de manera inmediata y profunda con sus personajes, fortaleciendo la inmersión y empatización, y demostrando que controlan el arte de transmitir el mensaje con el lenguaje no verbal.

Sofia Coppola creó el personaje de Bob Harris, pensando únicamente en Bill Murray, así que hasta que él no aceptó el papel, Sofia Coppola no lo dejó en paz. El rodaje duró exclusivamente 27 días, en Tokio, con un equipo reducido, el 22 de septiembre de 2002. Solo se filmaba seis días a la semana, para incrementar la atmosfera de naturalidad. Gracias a la película, el hotel donde transcurre la trama, ahora es increíblemente famoso. Hay poca luz artificial. La secuencia del Karaoke, fue la más improvisada, eligiendo las canciones in situ, y con mucho debate. El susurro final de Bob (Bill Murray) a Charlotte (Scarlett Johansson) fue espontáneo y pensado para que fuera misterioso. Al parecer, Scarlett Johansson era muy joven aquí, tiempo después confesó que para ella fue su estreno adulto. Se promocionó el film con la estrategia del boca a boca. Ganó un Oscar a mejor guion original y varias nominaciones: Mejor película, dirección y actor, en 2004. La famosa frase de “Son tiempos de relax, haz un momento Suntory” tuvo tanto éxito que quedó ligada al film, y le hicieron un homenaje comercial. El vestuario se centró en la moda urbanita japonesa.

Sofia Coppola ha creado un guion técnico visualmente llamativo, inmersivo, algo diferente, elegante y que ayuda a seguir y comprender mucho mejor cada detalle de la historia. La dirección de actores es sublime, en sintonía con el entorno y con una simbiosis perfecta.

En resumen, si te gustan las Comedias, con mucha profundidad personal, te recomiendo sin falta: Lost in translation.    



Nacho Stars: 7,26



Nacho Miret



Enlace Película: Lost in translation (Amazon Prime Video)


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