Nacho M.V. Films

  The Tragedy of Macbeth es un film teatral, interesante, sincero, directo, shakespeariano, bélico, trágico, educativo, didáctico, revelador, y que atrae al teatro. La premisa del guion tiene una potencia tan teatral y única, que genera una inmersión y empatización instantánea, que va creciendo según se va desarrollando la historia. Además, despierta una especia de interés bastante atractivo, con este estilo tan escaso y peculiar de narrativa, que favorece al teatro; limitando, pero aumentando el público hacia el teatro. La ejecución de la narrativa y la puesta en escena es imponente y curiosa, captando tu atención desde el primer nanosegundo, de un modo distinto. Creando inmersión y empatización a un estilo poco habitual en cine. Pero en esta ocasión, está narrado y construido de tal forma, que el interés y la intriga, logran que te impliques exponencialmente, a algo a lo que no estás acostumbrado. Rompiendo los moldes de la costumbre, atrayendo nuevo público al teatro y el cine ...

Ciertas situaciones se vuelven tan surrealistas y ridículas que resulta imposible no reírse, de lo cómicas que llegan a ser. Cada vez va quedando más claro que se trata de una Comedia. Posee unos gags tan absurdamente cómicos que es prácticamente inevitable soltar alguna carcajada, debido a lo paródica que resulta la circunstancia. La introducción te presenta a Eddie Mannix (Josh Brolin), contándote que es el mandamás (el director) de un estudio cinematográfico, pero sin decirlo con las palabras exactas, con la ayuda de la voz en off del narrador. Te enseña el tipo de película de la que se trata y en que época está ambientada. Que se trata de una historia dentro de otra, y una de ellas es un film. Uno de los puntos fuertes del guion es el mismo que se utiliza en Argo : es una película dentro de otra, es decir, que el título del film que están rodando es el mismo que el de la película que tú estás viendo; en cierto modo son dos films compactados en uno solo. El guion te juega malas...