EL TEATRO LLEVADO AL CINE - CRÍTICA THE TRAGEDY OF MACBETH


 The Tragedy of Macbeth es un film teatral, interesante, sincero, directo, shakespeariano, bélico, trágico, educativo, didáctico, revelador, y que atrae al teatro. La premisa del guion tiene una potencia tan teatral y única, que genera una inmersión y empatización instantánea, que va creciendo según se va desarrollando la historia. Además, despierta una especia de interés bastante atractivo, con este estilo tan escaso y peculiar de narrativa, que favorece al teatro; limitando, pero aumentando el público hacia el teatro. La ejecución de la narrativa y la puesta en escena es imponente y curiosa, captando tu atención desde el primer nanosegundo, de un modo distinto. Creando inmersión y empatización a un estilo poco habitual en cine. Pero en esta ocasión, está narrado y construido de tal forma, que el interés y la intriga, logran que te impliques exponencialmente, a algo a lo que no estás acostumbrado. Rompiendo los moldes de la costumbre, atrayendo nuevo público al teatro y el cine a la vez. Mientras que te va metiendo más y más en la trama, para ser un personaje más y así involucrarte tanto mental como emocionalmente, de manera diferente. La hibridación de géneros es excelente, con una transición completamente impecable, que fusiona a la perfección: Drama, Tragedia, Suspense, Thriller, Acción, Teatro, Romance, Personal, Reflexiva, Mitológica, Psicológica, Bélico y Medieval. El ritmo del guion es sutilmente potente, cumpliendo las necesidades de cada secuencia, para amplificar la inmersión y empatización, y así satisfacer las del espectador, creando un viaje emocional único, personal y de teatro.

La interpretación de Denzel Washington es jodidamente magistral, captando a la perfección la esencia y matices del personaje, y transmitiéndolo de un modo tan empático que conectas inmediatamente con él. Tiene una presencia tan inmensa que no le hace falta abrir la boca, para hacer una interpretación de tal calibre, demostrando que domina el arte de transmitir el mensaje con el lenguaje no verbal. Frances McDormand y Alex Hassell están algunos pasos por detrás.

Se rodó en los estudios Warner, en Los Ángeles, con decorados minimalistas y móviles. Frances McDormand, ensayó los soliloquios en los que se movía, para calcar el recorrido; y todo esto, lo hizo antes de la llegada de Denzel Washington. Coen confesó que gracias a rodar en modo “teatro en cine” podía controlar todo, incluido el clima. Pero les costaba saber si fuera era de día o de noche. Se usó la cámara digital Arri Alexa LF, con lentes Cooke S7 y Fujinon. Eligieron el formato 4k para realzar los primeros planos. Al igual que el formato de imagen cuadrado, para enfatizar los rostros de los actores. Cada elemento técnico del rodaje era móvil. Tenían un dispositivo llamado “Moss-o-matic” para pulverizar musgo encima de los decorados. La referencia teatral de Joel Coen fue Edward Gordon Craig, y lo investigó a fondo. Denzel Washington aceptó el papel al instante, y el hecho de que él estuviera en el equipo atrajo a los demás actores; dicen que tiene un poder de convocatoria muy bestia. Frances McDormand también es la productora. Esta película fue la última que hicieron tres actores ancianos, que son del mundo shakespeariano, y al acabar el rodaje les hicieron una celebración.

Joel Coen ha creado un guion técnico elegante, inmersivo y que ayuda a seguir y comprender mucho mejor cada detalle de la historia. La dirección de actores es sensacional, en sintonía con el entorno y con una simbiosis perfecta.

En resumen, si te gusta el cine y/o el teatro, te recomiendo sin falta: The Tragedy of Macbeth.   



Nacho Stars: 7,22



Nacho Miret  



Enlace Película: La tragedia de Macbeth (Apple TV+)


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