AMISTAD ENTRE ESPECIES - CRÍTICA VIVO
Vivo es un film con un guion: personal, sincero, directo, musical, pasional, tremendamente moralista, esclarecedor, aleccionador, evolutivo, empatizador, curioso, intimo, sentimental y reivindicativo. La introducción te presenta de forma musical divertido personal y animada a Andrés un músico retirado que vive en La Habana, Cuba y su Kinkajú (una especie de mono) el cual aprendió a tocar y a vivir personalmente la música gracias a su dueño Andrés que lo salvó de la calle el del ataque de unos perros que le enseñó todo lo que sabe. Luego poco a poco te va presentando detalladamente a cada uno de los personajes, que van a aparecer en la trama y van a ser importantes a su manera los principales y los secundarios, no se deja ninguno. Ciertos detalles del guión son demasiado predecibles. Las circunstancias se van complicando exponencialmente. Tiene toques cómicos que hacen que la película sea más entretenida y graciosa y dime la diferencia de las demás. Recurre al humor chorra o absurdo ...