PÓKER, TORTURAS Y MUERTE - CRÍTICA THE CARD COUNTER
The Card Counter es un film intenso, duro, militar, sincero, directo, educativo, didáctico, moralista, reflexivo, revelador, no apto para todo el mundo y una especia de crítica social. La premisa del guion es sencilla, pero con una fuerza tan imponente, que genera una inmersión y empatización tan abrumadora, que consigue engancharte desde el primer segundo que te empiezan a narrar la historia, reforzándolo con la continua y sosegada voz en off de William Tell (Oscar Isaac). A medida que la historia va avanzando, la fuerza incrementa, atrapándote cada vez más y vivirla desde dentro. La ejecución de la narrativa y la puesta en escena es sublime y brillante, logrando captar tu atención desde el primer nanosegundo de un modo peculiar e interesante, debido a que va generando intriga, inmersión y empatización a partes iguales; a medida que se va desarrollando la historia, van creciendo exponencialmente, haciendo que te vaya introduciendo más sigilosamente, y cuando te quieres dar cuenta, te has convertido en un personaje más. Sintiendo cada emoción reflejada, involucrándote tanto mental como emocionalmente. La hibridación de géneros es brutal, con una transición absolutamente impecable, que fusiona a la perfección: Drama, Tragedia, Suspense, Misterio, Thriller, Personal, Reflexiva, Militar, Romance y Comedia. El ritmo del guion es tan silenciosamente potente, que genera una inmersión y empatización tan bestia, que sin que te des cuenta te atrapa hasta el final, cumpliendo las necesidades de cada secuencia y satisfaciendo las del espectador de un modo poco habitual, para crear un viaje emocional único y diferente.
La
interpretación de Oscar Isaac es jodidamente magistral, captando y
transmitiendo, de manera excepcional, la esencia de su personaje, con todo ese
dolor y culpa, corroyéndole por dentro y escondiéndolo, como haría una persona
en esa situación. Demostrando que domina el arte de transmitir el mensaje con
el lenguaje no verbal.
El
rodaje empezó el veinticuatro de febrero de dos mi veinte, cerca del dieciséis de
marzo del mismo año, tuvieron que detenerlo porque uno de los actores venía
desde Los Ángeles con COVID-19. La filmación no se reanudó hasta el seis de
julio del dos mil veinte y acabó el doce del mismo mes y año. Oscar Isaac
prefería retrasar el rodaje en vez de hacer mal las cosas, pero Paul Schrader
no le hizo caso, incluso se quejó del parón que se hizo debido al COVID-19,
llamando blandos a los productores. Para los planos de las partidas de póker se
hizo una investigación a fondo, para aportar realismo. Se contrató a alguien
con experiencia real en torneos de póker: Joel Staplenton (un presentador). Los
silencios del film reflejan la admiración de Schrader por Bresson. En una
entrevista, Oscar Isaac dijo que Schrader le dio un “cofre del tesoro” de
comportamientos, para construir mejor su personaje.
Paul
Schrader ha creado un guion técnico inmersivo, elegante, diferente y que ayuda
a seguir y comprender mucho mejor cada detalle de la historia. La dirección de
actores es sensacional, en sintonía con el entorno y con una simbiosis
perfecta.
En
resumen, si te gustan las historias militares turbulentas y el póker, te
recomiendo sin falta: The Card Counter.
Nacho Stars: 7,40
Nacho Miret
Enlace Película: El Contador de cartas (Netflix)
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