LA CARA OCULTA DE LA SOCIEDAD - CRÍTICA NIGHT ALWAYS COMES
Night Always Comes es un film duro, intenso, sin censura, sincero, directo, esclarecedor, moralista, educativo, didáctico, crítico, prometedor, esperanzador, dramático, oscuro y criminal. La premisa del guion es tan potente y devastadora, que ejerce una inmersión y empatización colosal, otorgándole una fuerza a modo de crítica social arrolladora, logrando que te sea imposible cerrar los ojos o apartar la mirada de una cruda realidad. La ejecución de la narrativa y la puesta en escena es magistral y brillante, consiguiendo que te involucres tanto mental como emocionalmente desde el primer nanosegundo, y con un método tan fugaz y abrumador, que va a causar que no te puedas escapar, metiéndote de lleno en la trama, viviendo por completo cada segundo, siendo un personaje más de la historia. Además, cuanto más avanza la trama, más te atrapa, como una boa constrictora; y te puedo garantizar que conseguirlo, no es nada fácil y menos mantenerlo de este modo. La hibridación de géneros es magnífica, con una transición completamente impecable, que fusiona a la perfección: Drama, Tragedia, Suspense, Thriller, Acción, Personal, Reflexiva, Basada en un libro, Urbana y Crimen. El ritmo del guion es pasivo-agresivo, con pequeños y esporádicos momentos de intensidad trepidante, cumpliendo las necesidades de cada secuencia de una manera muy personal, y satisfaciendo las del espectador de un modo espectacular, para asegurar un viaje emocional muy íntimo.
La interpretación de Vanessa
Kirby es jodidamente sublime, la manera de condensar todo ese dolor y rabia, ocultándolo
para reflejar perfectamente, como una persona en esa situación lo intenta
sobrellevar, para intentar seguir adelante. Capta de un modo muy inteligente la
esencia de su personaje y la transmite de forma tan empática que te hace
conectar mejor y más rápido con su personaje.
Se rodó en Portland, Oregón,
para mantener el ambiente reflejado en el libro. Las localizaciones son reales,
incluidas las que se filmaron en la ciudad de al lado: Greshan. Los negocios y
lugares emblemáticos que aparecen en la historia, existen en la vida real. Benjamin
Caron considera Portland, un personaje más en la trama. El rodaje empezó en
catorce de mayo de dos mil veinticuatro (primavera) y acabó el dos de julio de
ese mismo año. La policía de Portland colaboró en las secuencias exteriores
reales y nocturnas. Estas mismas escenas nocturnas, llevó casi un mes entero
rodarlas, debido al nivel de exigencia. En dichas secuencias la iluminación era
tan baja y la atención al detalle tan alto, que el esfuerzo fue increíblemente
alto, con turnos largos. Vanessa Kirby también es la productora, en la que su
implicación fue tan elevada que ayudó muchísimo, llegando a ser clave; en las escenas
de la escuela llegó a hablar durante un rato mientras filmaba, con los
estudiantes que observaban el rodaje. Había tanta acción en el libro, que
tuvieron que concentrarla, lo que provocó que aumentara la intensidad. Benjamin
Caron confesó que se centró en que la película fuera una crítica social al tema
de la vivienda y el precio excesivo.
Benjamin Caron ha creado
un guion técnico diferente, visualmente llamativo, inmersivo y que ayuda a
seguir y comprender mucho mejor cada detalle de la historia. La dirección de
actores es brutal, en sintonía con el entorno y con simbiosis perfecta.
En resumen, si quieres
descubrir la cara oculta de la sociedad, con una intensidad bestial, te
recomiendo sin falta, Night Always Comes.
Nacho Stars: 7,46
Nacho Miret
Enlace Película: La noche siempre llega (Netflix)
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