DOBLE DISCIRIMINACIÓN
El guion te da pequeñas e insinuantes pistas de lo
que le sucederá a cierto personaje. La introducción te presenta a Joe Miller
(Denzel Washington) y Andrew Beckett (Tom Hanks) en una batalla profesional
entre dos titanes de la abogacía; cada uno defendiendo un bando distinto, con
argumentos muy sólidos, veraces y formidables. Al mismo tiempo logras ver su
mentalidad y comportamiento. El guion te enseña simultáneamente, de manera
paralela y con saltos temporales marcados de por medio, la vida de ambos
protagonistas hasta que se vuelven a cruzar sus caminos, hasta convertirse en
uno solo. Ciertos detalles te explican de manera muy sutil, que Andrew Beckett escucha
música en el hospital mientras trabaja, para evitar deprimirse más y preocuparse
en exceso (es una forma de evadirse, olvidar de los problemas y poder ser feliz
aunque sea por un rato); porque no le conviene porque como se puede ver se está
haciendo un análisis de sangre. Descubres que es una gran persona con un
corazón enorme que se preocupa por los que le rodean. Poco a poco vas
descubriendo que Joe Miller es esa clase de hombre demasiado conservador con
muchos prejuicios; pero le ocurre lo mismo que Ron Woodroof (Matthew
McConaughey) en Dallas Buyers Club (Jean-Marc
Vallée, 2013), pero sin contraer la enfermedad, hace el mismo cambio a nivel
personal. El guion te habla de la discriminación ante la gente enferma, en
especial con Sida y los homosexuales. Materializa el pensamiento retrogrado de
ciertas personas sobre el sida y la homosexualidad. Se piensan que por tener el
sida, también tienen que ser gays; no tiene porque, no hay ninguna relación entre
ambas cosas. Por ejemplo: hay mujeres que lo tienen por una mala transfusión y
no son lesbianas; vale que existen homosexuales con sida como se ve en Dallas Buyers Club, por qué y cómo se ha transmitido, pero eso no
es excusa para meterlos a todos en el mismo saco; también hay gente con el sida
que no es gay. Tiene un final trágicamente conmovedor, que con imágenes caseras
materializa la despedida de Andrew Beckett.
Denzel Washington es el Dios de la interpretación: actúa
mucho mejor que la gran mayora de actores de hoy en dia con tan solo mover un
dedo, es capaz de decir muchísimo sin pronunciar ni una sola palabra y
conseguir con una simple mirada que sientas exactamente lo mismo que el
personaje, con mucha intensidad y potencia, atravesando la pantalla y metiéndose
dentro de ti hasta en la última célula de tu cuerpo. Tiene el Don de la
interpretación digno de los Dioses. Nadie puede llegar a su nivel
interpretativo, porque ha dejado el listón muy alto. Solo unos pocos elegidos,
tienes la oportunidad asegurada de codearse entre los Dioses de la
interpretación: Jared Leto, Eddie Redmayne y Benedict Cumberbatch. Haga lo que
haga Denzel Washington (Comedia, Acción, Ciencia Ficción, Suspense, Drama,
Thriller, Historias Reales) incluso cambiando de oficio y ejerciendo de
Director, lo hace perfectamente. Este talente digno de un Dios solo es posible
debido, a su práctica intensa, larga experiencia y espectacular esfuerzo, en el
campo de la interpretación.
Jonathan Demme te demuestra que la vida te da valiosas
lecciones. Vivimos en una sociedad muy homófoba, tanto que es una vergüenza y
da pena y rabia. La sociedad puede arruinar, marcar la vida de alguien para
siempre y causar mucho daño a gente inocente (la sociedad es una mala
influencia); es mejor ser uno mismo, en vez de quien te dicen que debes ser. Los
peces gordos nunca juegan limpio y solo les importa el dinero, nunca las
personas. Las casualidades existen: todo ocurre por una misteriosa, curiosa,
extraña y misteriosa razón en particular. Jonathan Demme utiliza el efecto de la
cortinilla y otros muy parecidos en varias ocasiones, que usaban poca gente,
pero era el efecto de moda en mil novecientos noventa y tres. Ayuda a darle más
importancia a las pistas que te da el guion, con primeros planos y la banda
sonora. Utiliza continuamente sin parar los saltos temporales. También recurre
demasiado al plano subjetivo, parece que sea de vital importancia y obligatoria
que empatices y entiendas por lo que siente el personaje en cuestión. Tuerce la
cámara y usa el eco para mostrar el estado de salud de Andrew Beckett.
Nacho Miret Vives
Comentarios
Publicar un comentario