EL ROBO DEL SIGLO


El guion tiene unos momentos cómicos tan eficaces y buenos que te hacen gracia, debido a lo básicos que son y a que utiliza el humor de la torpeza: consiste en dejar en ridículo a alguien, demostrando lo torpe que puede llegar a ser, pero con respeto y de manera cómica. También usa el humor escatológico y el inteligente, que es el que te hace pensar; es el humor con los chistes más trabajados que existe. Posee chistes algo elaborados; aunque no lo parezca. Tiene algunos gags divertidos de lo ridícula y surrealista que puede llegar a ser la situación. La introducción te presenta al protagonista con solamente su voz en off. Usa la voz en off de David Gnhatt (Zach Galifianakis (un actor con un apellido que parece un trabalenguas)) para contarte la historia des de fuera de la película. Mediante imágenes reales de atracos fallidos y/o patéticos, te dice cuál es su disparatado  y absurdo sueño, y al mismo tiempo te cuenta que el film que está viendo será una comedia. Después el guion te cuenta que por mucho que cueste creer es una historia real, es decir, que ha ocurrido de verdad. Hay un chiste que si no tienes la información necesaria, no lo entiendes: En una secuencia, David hablando de Steve (Owen Wilson), dice: “Vaya napia tiene el menda”. Pues bien el chiste hace referencia a la nariz de Owen Wilson (es lo que yo llamo un chiste camuflado, porque habla de un actor mientras hace de otra persona y parece que se refiera al personaje en vez del actor, cuando es al contrario). Lo mismo que ocurrió con Josh Brolin en Sisters. La gracia está en que a Owen Wilson le han dicho millones de veces que tiene la nariz de un boxeador (porque la tiene torcida): es una lesión que tienen los boxeadores. Él dice que no se la quiere arreglar por le gusta así y le caracteriza; es su símbolo, su “firma”.        

El título no es del todo acertado pero podría pasar, aunque te desvela como de costumbre parte del film. El título original es: Masterminds, que significa: Cerebros o Mentes Maestras. Se entiende que el título esta puesto en plan irónico, en plan de coña pero des del respeto. Pero en vez de eso lo han cambiado (en la versión española) y han optado por usar un juego de palabras muy poco trabajado, que parece que se les hubiera ocurrida a última hora cuando tenían prisa por irse a casa, lo han llamado: De-Mentes Criminales.

Jason Sudeikis tiene un humor muy peculiar que aunque solo descubras una parte, cuando la ves esa parte te empieza a gustar. Porque usa el humor de la sinceridad: el que consiste en decir lo que uno piensa sin cortarse un pelo, en una situación muy concreta y de una manera muy específica, porque si no se hace en ese preciso momento te puede salir el tiro por la culata y llevarte un tortazo; y el humor del vacile pero el plan descarado. Es un actor que use el humor que use va a saco. Como la famosa broma que le hizo a Jennifer Aniston en We're the Millers: en la secuencia de la caravana le dieron el control de la radio, y le puso la banda sonora de Friends, diciendo: eres una actriz mundial y básicamente conocida por interpretar a Rachel en Friends, y siempre serás recordada por ese papel. Con el humor de Jason Sudeikis siempre que hay que mirar más allá. Por el otro lado esta Kate McKinnon, una actriz que le ha cogido el gusto a hacer comedias, y que al parecer se desenvuelve bastante bien, tiene un sentido del humor que siempre funciona y logra hacer reír, es camaleónica a nivel cómico y que nunca falla aunque la película sea mala (Ghostbusters, 2016).

Hay un detalle que llama mucho la atención visualmente: durante un breve instante, mientras se rueda un plano, en una de las escenas iniciales, donde David y Kelly (Kristen Wiig) hablan en la zona de descanso de Lumis Fargo: el brillo, la saturación y el equilibrio de color aumentan hasta tal punto que choca y se hace visible, que algo está fallando y que es un error del equipo técnico. Tiene otra curiosidad que puede llamar la atención: en el reparto, está tres de las cuatro cazafantasmas.

Jared Hess te demuestra que soñar es gratis. Que hay personas que por mucho que quieran dedicarse a algo, no pueden, porque no sirven; cada individuo está hecho para un trabajo en particular. Hay experiencias que hacen cambiar a las personas. Existe muy manipuladora. Hay personas tan ingenuas y tontas que se dejan engañar por cualquiera. Es evidente lo que haría un delincuente de poca monta con poco cerebro como Steve con diez y siete millones de dólares. Alguna gente aprende de los errores. Para confirmar que es una historia real, Jared Hess te explica por medio de textos, la vida de los autenticos protagonistas, con imágenes reales de ellos juntos a los actores (no todos solo algunos de ellos). 


                                                                    Nacho Miret Vives


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