COMPLICACIONES EN EL AMOR

El guion te plantea algunos misterios que hacen que sospeches que el personaje oculta algo y que lo esconde porque se avergüenza. Pero cuando dicho misterio que rodea a Em (Kirsten Stewart) queda resuelto por completo, resulta algo inesperado, porque te hace creer que es una cosa cuando en realidad es otra muy diferente. Es algo extraño porque lo intuyes pero no lo esperas, porque piensas que son cosas tuyas (de tu imaginación).  La introducción te presenta a James (Jesse Eisenberg), hacer que veas su comportamiento, mentalidad, forma de ver la vida, el tipo de persona que es y cómo afronta los problemas. También te cuenta la clase de película que vas a ver, que se trata de una especie de comedia y que la historia transcurre en mil novecientos ochenta y siete. El guion todo el rato utiliza el recurso de las falsas apariencias: consiste en engañar al espectador diciéndole visualmente que está pasando algo pero no es la que piensa (que lo que ves no es lo que parece). Este recurso suele ir ligado con la secuencia anterior. Juega con las falsas apariencias porque hace que creas que está ocurriendo algo que no es, y lograr despistarte un poco. Tiene muy pocos gags graciosos y divertidos; casi el cien por cien de los chistes se apoyan en el humor loco (que consiste básicamente en ser un cabra loca, pero en el buen sentido, es decir, que se te vaya la pinza, pero no demasiado) de Bill Hader y el humor inocente (que consiste en hacer de una persona tranquila, inofensiva, buena, sumisa y pacífica, pero en plan paródico (la gracia está en la manera de hacerlo y en quien lo haga)) de Kristen Wiig; solo hay un sketch que no recae sobre ellos. Al poco rato averiguas la razón por la cual el guion se llama Adventureland; es el parque de atracciones donde ocurre toda la “magia” y donde se origina la trama del film. Gran parte del guion es un drama romántico: una historia de amor complicada y rebuscada con unos cuernos por medio. Lo irónico e ingenioso del título es que el parque de atracciones se llame Adventureland y todos sus miembros vivan una aventura a nivel personal y emocional.

Hay un detalle que se puede pasar por alto, sino se ha visto la película necesaria para verlo, pero sí que se ha hecho y uno se fija bien, llama mucho la atención: en Café Society, Bobby (Jesse Eisenberg) se enamora de Vonnie (Kristen Stewart), que es la amante de su tío, Phil Stern (Steve Carell). Pues bien, aquí ocurre exactamente lo mismo, con los mismos actores (menos Steve Carell), en vez de él es otro actor; el cual su personaje también está casado; la situación es idéntica en un noventa y nueve coma nueve por ciento. El punto fuerte del film es el reparto: Jesse Eisenberg, Kristen Stewart, Kristen Wiig, Ryan Reynolds, Martin Starr, Bill Hader, todos actores muy conocidos (uno de ellos es amigo de Seth Rogen, aunque no pertenezca a su sequito).

Greg Mottola te demuestra que los feriantes nunca juegan limpio, todo está amañado, para que pierdas y ganen ellos; esencialmente son unos timadores natos. Existe gente que no aprende de los errores. Algunos individuos son unos autenticos capullos. A mucha gente le gusta cotillear demasiado. Cada persona aporta algo distinto a cada uno; te pueden satisfacer sexualmente, pero no intelectualmente. Todo el mundo tiene secretos. Hay que ser uno mismo y decirle la verdad a la persona a la que quieres. Existe gente demasiado inocente y que les falta picardía; no se le puede contar nada a una cotilla, porque lo acabara contando todo. Las cotillas son famosas por ser unas bocas y no saber guardar secretos. En la vida se cometen errores imperdonables. El amor es una fuerza demasiado poderosa. El Kharma existe: recoges lo que siembras. Algunas experiencias te cambian los planes por completo. Greg Mottola usa el plano subjetivo para que consigas meterte en la piel del personaje y entiendas por lo que está pasando, metiéndote dentro de su cabeza y viendo lo mismo que ve él. Utiliza la Steadycam para magnificar una situación, acción, y/o decisión de algún personaje. Recurre bastante al fundido a negro para cambiar de escena. 

                                                                 Nacho Miret Vives