UN MENSAJE IMPORTANTE - CRÍTICA 1917



1917 es un film con un guion interesante, atrapante, bélico, intenso, veraz, sin filtros, esclarecedor, insinuante, pero de un modo distinto al habitual, amistoso (porque refleja la amistad o un acto de bondad entre dos personajes), curioso y militar. La introducción te deja bien claro desde el primer segundo, la fecha en la que transcurre el relato que están a punto de contarte; a continuación, te presentan de forma personal, detallada, concisa, amistosa, sincera y directa a Tom Blake (Dean-Charles Chapman) y William Schofield (George MacKay), haciéndote ver el comportamiento habitual, carácter, personalidad, mentalidad y estilo de vida de ambos. También te dice de manera muy obvia la clase de película que será y cuál es su género dominante. La situación se va poniendo progresivamente más interesante y emocionante. Cuando te explica el objetivo principal de los protagonistas, al mismo tiempo, se revela la premisa básica del guion. Tom Blake y William Schofield, poco a poco, se van enfrentando a diferentes obstáculos, gradualmente más complicados y peligrosos según avanzan. Las circunstancias se van complicando exponencialmente. Este viaje es la clave para que William Schofield se descubra a sí mismo. De pronto ocurre un suceso, que cambiara drásticamente el rumbo moral y número de soldados de la misión; dado que es un acontecimiento importante y dramático. El guion se encarga personalmente, de que veas y oigas la opinión sobre la guerra, de distintos rangos del ejército, para mostrarte los diferentes bandos, dentro de un mismo equipo, y hacerlo todo más cercano a nivel personal. Ciertos detalles del guion son demasiado predecibles. Posee varios momentos, que debido a un instante muy corto, y algo que sucede en él, tan brevemente, logra sorprenderte, llegando a ser casi un susto, pero sin serlo (porque de lo corto que es no te da tiempo). Tiene secuencias trepidantes, que provocan algún que otro pequeño subidón de adrenalina en los fans del género: la acción. Cada detalle, está pensado minuciosamente para meterte más en la piel de los personajes y sumergirte todavía más en el relato. La intensidad va aumentando escalonadamente, provocando que, en determinados momentos, te pongas un poco nervioso. El hecho de alargar un trayecto, haciendo que el personaje tenga que recorrer una mayor distancia en el menor tiempo posible, causa nerviosismo y agobio, porque parece que no vaya a llegar para evitar la terrible catástrofe; un clásico recurso en esta clase de guiones, para intensificarlo todo más e implicar más al espectador. Tiene un final relativamente feliz, revelador, aliviador, prometedor, esperanzador, reconciliador, verdadero, directo, familiar, amistoso y que te da a entender que posiblemente sea una historia inspirada en hechos reales. 

La interpretación de George MacKay es impecable, magnífica, pasional, auténtica y que ayuda a que todo el engranaje que hace que su personaje se mueva, funcione perfectamente. Las interpretaciones de este tipo, son muy favorables para los guiones, porque ayudan a que el espectador se sumerja de lleno en el relato que te están contando, empatice con todos y cada uno de los que aparecen en la historia que explican, incluyendo el suyo y todo fluya mucho mejor. Es decir, que este nivel interpretativo que tiene George MacKay, es muy necesario en determinadas películas en concreto, porque son las que hacen que el guion funciona mejor, tenga más fuerza y eficacia en el espectador. Y la de Benedict Cumberbatch es magistral, impecable, concisa, concentrada y que te has de fijar bien y ser observador para saberlo apreciar en un periodo de tiempo tan pequeño; porque no es nada fácil interpretar a tantos personajes a la vez, puedes acabar con problemas psicológicos muy serios y reales. Pero ves que cada uno de los personajes que interpreta lo hace de forma impecable. Eliminando todo rastro de la anterior identidad y que la que hace no se vea afectada o alterada. Llega a un nivel su interpretación que logra ser espeluznante. Las interpretaciones de este tipo, son muy favorables para los guiones, porque ayudan a que el espectador se sumerja de lleno en el relato que te están contando, empatice con todos y cada uno de los que aparecen en la historia que explican, incluyendo el suyo y todo fluya mucho mejor. Es decir, que este nivel interpretativo que tiene Benedict Cumberbatch, es muy necesario en determinadas películas en concreto, porque son las que hacen que el guion funciona mejor, tenga más fuerza y eficacia en el espectador.

El film te transmite el mensaje de que la gran mayoría de oportunidades, unas pocas palabras, ayudan más de lo que crees y que cualquier acto. A veces, hacer algo solo, es el mejor método para hacerlo y conseguir el mejor resultado. La familia es una de las cosas más importantes, fuertes, valiosas, preciosas y necesarias del Universo entero. Distintas personas de diferentes rangos, pueden tener visiones completamente distintas de algo y de un campo de batalla. En una guerra, nunca te fíes de tu enemigo. Las apariencias engañan. Algunas misiones son tan difíciles, que son casi imposibles, pero unas pocas personas, están preparadas psicológica y físicamente para dichas misiones y más en solitario. En ciertas ocasiones muy específicas, la mejor arma es el sigilo.
 
Sam Mendes utiliza el plano secuencia para enseñarte la longitud de un camino, simbolizando, a pequeña escala, el trayecto que les espera a los protagonistas, aportar una leve belleza estética y mostrarte los horrores de la guerra (entre otras razones). Recurre con demasiada facilidad y frecuencia al plano secuencia y los travellings, para un mismo objetivo (entre otros): hacerte ver lo mismo que los personajes y darte una información muy concreta en el momento adecuado.



Nacho Stars: 8




Nacho Miret



 

Comentarios

Entradas populares

RYAN REYNOLDS LO VUELVE A HACER - CRÍTICA DEADPOOL Y LOBEZNO

GUERRA ENTRE HUMANOS E INTELIGENCIAS ARTIFICIALES - CRÍTICA ATLAS

LA PRINCESA GUERRERA DRAGÓN - CRÍTICA DAMSEL