DICTADURAS Y TORTURAS - CRÍTICA LA NOCHE DE 12 AÑOS
La noche de doce años es un film con un guion interesante, atrapante,
trágico, biográfico, es decir, que sucedió de verdad, veraz, sin filtros,
criminal, corrupto, tirano, político, militar, duro, intenso y esclarecedor. La
introducción te explica detalladamente lo que ocurre, en que época transcurre,
el relato que te están a punto de contar, y cómo funciona el gobierno militar
de dicha época. Al mismo tiempo te deja bien claro que esto es una historia
real. A continuación, te presenta a los tres personajes en los que el guion se
va a centrar, convirtiéndolos obviamente en los protagonistas; enseñándote
sutilmente la mentalidad de uno de ellos. También te deja demasiado claro el
tipo de película que será y cuál es su género dominante. La situación se pone
progresivamente más interesante e intrigante. El guion se encarga
personalmente, de mostrarte el trato inhumano y abusador que les dieron a tres
de ellos (hubo muchos más). Después de enseñarte el maltrato, para que puedas
odiar más fácilmente a los antagonistas, hace un salto temporal de doce meses
hacia delante (luego hará más y más grandes), para pasar a otra de las partes
importantes y veas el deterioro de los presos. Es una tragedia en toda regla,
así que prepárate para los típicos momentos intensos, dramáticos y tensos que te
harán sufrir. Te mete constantemente dentro de la cabeza de los personajes,
eficazmente, para que puedas entender a la perfección por lo que están pasando
los personajes, y verlo con sus propios ojos. Te muestra lo inútiles que pueden
llegar a ser los militares de ciertos países, porque no pueden ni siquiera
solucionar un detalle insignificante; para hacerlo al parecer hacen falta
veinte militares o más de distinto rango. Con ciertas secuencias intercaladas
el secuestro de los presos, ves los deseos más profundos de los protagonistas,
tras tanto tiempo de confinamiento solitario. Las circunstancias se van
complicando exponencialmente de modo predecible. A medida que se desarrolla la
historia y van pasando los años, ves cómo van mejorando las condiciones de los
presos, muy lentamente; pero al parecer es solo una estrategia, porque, es muy
extremista, radicalmente, mejoran y en cuestión de minutos vuelven a emporar. Mediante
el flashback, te explica lo que sucedió el día que los atraparon (conocido en
cualquier incidente como el día 0). La continuidad espacio-temporal, está
necesariamente muy marcada. Con el fundido a negro separa el relato por
capítulos. Tiene un final feliz, reconciliador, familiar, tierno, bonito, muy
emotivo, sincero, directo, revelador y que te explica cómo les fue a los tres
auténticos protagonistas en la vida real, viendo que prosperaron mucho.
La interpretación de Antonio de la Torre y Alfonso
Tort es magistral, impecable, sincera, auténtica, agradecida, magnífica,
compleja y peligrosa; porque no es nada fácil interpretar a tantos personajes a
la vez, puedes acabar con problemas psicológicos muy serios y reales. Pero ves
que cada uno de los personajes que interpreta lo hace de forma impecable.
Eliminando todo rastro de la anterior identidad y que la que hace no se vea
afectada o alterada. Llega a un nivel su interpretación que logra ser
espeluznante. Las interpretaciones de
este tipo, son muy favorables para los guiones, porque ayudan a que el
espectador se sumerja de lleno en el relato que te están contando, empatice con
todos y cada uno de los que aparecen en la historia que explican, incluyendo el
suyo y todo fluya mucho mejor. Es decir, que este nivel interpretativo que
tienen Antonio de la Torre y Alfonso Tort, es muy necesario en determinadas
películas en concreto, porque son las que hacen que el guion funciona mejor,
tenga más fuerza y eficacia en el espectador.
El film te transmite el
mensaje de que solo estás derrotado, cuando te rindes. Cueste lo que cueste,
nunca pierdas la esperanza y la fe en ti mismo, agarrándote a cualquier cosa para
poder resistir. Antiguamente, las dictaduras y los maltratos (violando los
derechos humanos y civiles) a la orden del día. El gobierno siempre acostumbra
a secuestrar, maltratar o silenciar, de alguna otra manera, a todo aquel que
piense diferente y les pueda cerrar el chiringuito. En circunstancias muy
aisladas y específicas, sacas la fuerza de voluntad de donde sea, incluso de
donde no hay, para poder resistir y poder seguir adelante. En momentos de
desesperación se recurre al ingenio (inteligencia + astucia) para intentar
poder encontrar una salida. Cuando los políticos, militares y demás descubren
algo que tienes y les pueda interesar, te tratan un poco mejor (casi ni se nota
la diferencia, es muy leve); son como sobornos mutuos. A veces la mayor tortura
para la mente, en determinadas personas, es la soledad durante muchos años.
Nacho Stars: 8,22
Nacho Miret
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