DUMBO


Dumbo es un film con un guion moralista, familiar, atractivo, atrapante, aleccionador, plausiblemente fiel y realista. De forma animada, interesante, rítmica, alegre y artística, conoces el circo de los hermanos Medici; que, si conoces la historia de Dumbo, sabrás que es donde nació y vive. Por lo tanto, es el lugar central del relato que te están empezando a contar. De repente, la situación se complica un poco más, enseñando cuál es uno de los primeros conflictos; posteriormente las complicaciones irán aumentando, según vaya transcurriendo la historia. Las circunstancias se ponen más atrayentes, a medida que va avanzando el relato. El guion te presenta a Dumbo sutilmente, incluso antes de que nazca. Te muestra indiscutiblemente cuál es el sueño de un animal muy específico; es tan visible que casi se puede coger con las manos. Tiene una enorme parte dramática, tanto que entristece demasiado. Es muy doloroso ver como separan a Dumbo de su madre. Las ansias de que llegue el momento triunfal de Dumbo, va creciendo exponencialmente. El guion te remarca el hecho de que, en realidad, el circo antiguamente era un mundo muy frio, cruel y puramente comercial. La situación se pone progresivamente más emocionante y cautivadora, además de trepidante, pero de manera diferente a la habitual. De pronto aparecen los clásicos elefantes violentas (o púrpuras, dependiendo como veas el color) pero no son en forma de dibujos animado, como en la película original, aquí son pompas de jabón gigantes. El guion te muestra el terrible maltrato animal que desgraciadamente existe en el mundo. V.A. Vandervere (Michael Keaton) es cada vez más odioso, por lo malvado, desalmado e inhumano que es; es un villano en toda regla. Esta entrega, es la versión más oscura y perturbadora por el momento, de Dumbo; casi no la disfrutas: porque destroza con una facilidad y rapidez increíble, los buenos momentos. Cuando se acerca el desenlace, las circunstancias mejoran tanto, que compensa los malos momentos, dando a conocer el mejor momento de todos y el clímax. Tiene un final feliz, conmovedor, evolutivo, reconciliador, familiar, amistoso, subliminalmente romántico, justiciero, vengativo, Kharmico y tremendamente trepidante.

La interpretación de Danny DeVito es impecable, magnífica, agradecida, auténtica y que ayuda a que todo el engranaje que hace que su personaje se mueva, funcione perfectamente. Las interpretaciones de este tipo, son muy favorables para los guiones, porque ayudan a que el espectador se sumerja de lleno en el relato que te están contando, empatice con todos y cada uno de los que aparecen en la historia que explican, incluyendo el suyo y todo fluya mucho mejor. Es decir, que este nivel interpretativo que tiene Danny DeVito, es muy necesario en determinadas películas en concreto, porque son las que hacen que el guión funciona mejor, tenga más fuerza y eficacia en el espectador.
Hay un pequeño detalle camuflado, que hace referencia al modo de actuar en especial para esta ocasión, de Colin Farrell: Esta vez le ha tocado interpretar a un soldado y jinete manco y en un momento muy concreto de la historia, dice: ¿Con una mano atada a la espalda?, y supuestamente, es así como en realidad está actuando (en algunos momentos que lo requiere el guion), para interpretar a un manco con un brazo postizo.

El film te transmite el mensaje de que el Kharma existe: tarde o temprano recoges lo que siembras; el Kharma castiga y el Dharma recompensa. Nunca se debe perder la esperanza. Algunos lugares, personas y trabajos en particular, tienen la única función de hacer feliz, reír y olvidar los problemas de la gente. Hay noticias que pueden saturar y frustrar a ciertas personas en concreto. Cada uno supera el duelo a su manera más efectiva, algunas mejores y otras peores. A veces los problemas, pueden aparecer todos de golpe. Algunos individuos son tan despreciables, que da vergüenza. La gente puede llegar a ser muy dura y cruel. Ser diferente no es malo, al contrario, es precioso y necesario; lo bueno y novedoso habita en la diferencia. Gracias a Dios, en el mundo existen personas que tienen una gigantesca y agradecida empatía con los animales. Algunos talentos tardan en florecer. Las casualidades no existen: todo ocurre por una misteriosa, curiosa, extraña y desconocida razón en particular. No hay nada imposible; solo cosas difíciles. La magia es real, pero no es la de los magos (eso es el arte del engaño) la de verdad, es otra mucho más espectacular, que se encuentra en el mundo espiritual. El Universo está repleto de criaturas alucinante, con talentos únicos y asombrosos. Cuando crees en alguien, todo es mejor y mucho más fácil. Un buen padre, es aquel que escucha, cree, entiende y lucha por sus hijos. La venganza ayuda a frenarles los pies y darles una lección a los individuos que se lo merecen y necesitan. A cada cerdo le llega su San Martín.

Tim Burton utiliza las transparencias, para enseñarte el recorrido y trabajo del circo, conociendo al mismo tiempo, el estilo de vida que llevan y su funcionamiento. Con el plano subjetivo y el gran angular, te mete en la piel de Dumbo, dentro de su cabeza y comprendes con mucha más intensidad y claridad, lo que siente. Empatizando con él al máximo nivel.










                                                                   

                                                                   Nacho Miret








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