WESTERN FAMILIAR
El guion utiliza el recurso de las falsas
apariencias (hacer creer al espectador que ha ocurrido algo, cuando en realidad
ha pasado otra muy distinta) para generar tensión. La introducción te presenta
a Jane (Natalie Portman) y a su hija Kate (Maisie McMaster) en un momento
tierno y familiar, para que veas el amor que hay entre ambos y comprendas los
actos de Jane. El guion te muestra una antigua historia de amor que va
resurgiendo poco a poco debido al paso del tiempo y que cuyos sentimientos es
imposible esconder. Cuando conoces a John Bishop (Ewan McGregor) ves que es un
hombre malvado, cruel, desalmado y buscado por la ley. Recurre a los saltos
temporales para que entiendas a fondo la historia y veas cada detalle de la
vida de los personajes; al mismo tiempo de forma sutil logra que te metas
dentro de la cabeza del personaje. El guion posee todos y cada uno de los
detalles tan característicos de un western que lo hacen tan especial. Hasta el más
mínimo detalle está pensado para imitar a los westerns clásicos pero en el
siglo veintiuno, el guion consigue traer un género que se había quedado un poco
rezagado a la actualidad; The Magnificent
Seven (Antoine Fuqua, 2016) consigue lo mismo pero no solo el género, sino
que también un film mítico de la época. Las situaciones se vuelven cada vez más
interesantes y las secuencias de acción más trepidantes, lo que causa que sea
más atrayente.
Una vez más, han traducido el título como les ha
salido de los cojones. Se toman libertades innecesarias y responsabilidades que
no les corresponden. Lo único que consiguen con esto es: faltarle al respeto al
trabajo del director y los guionistas por encontrar un título con el suficiente
gancho, sentido y significado, sin desvelar nada de la película, para que
atraiga al espectador. Además que el título en español no tiene absolutamente
nada que ver con el film. La han llamado: La
venganza de Jane, pero el título original es totalmente lo opuesto: Jane got a gun, que traducido significa:
Jane tiene una arma; es una traducción fácil y simple. Si no te gusta el auténtico
título, te aguantas, si se llama así es por alguna razón en particular.
Gavin O‘Connor te demuestra que a veces hay que
mentir a los hijos para evitarles el dolor y el sufrimiento. Algunos problemas
permanecen vivos durante muchísimo tiempo y resulta inevitable echarlos en
cara. Hay amores que nunca mueren solo cambian debido a las circunstancias. Las
casualidades no existen: todo ocurre por alguna misteriosa, curiosa, extraña y
desconocida razón. El Kharma existe: tarde o temprano recoges lo que siembras. Nunca
se debe perder la esperanza, ni la voluntad y siempre perseguir tus sueños,
metas y objetivos. Quien la sigue la consigue. Existen venganzas que hay que
cumplirlas guste o no, por lo sucedido. Normalmente las cosas no son como uno
se las imagina. El ingenio te puede salvar la vida. Siempre hay tiempo para
cambiar y corregir los errores del pasado. Una madre es capaz de matar y mucho
más por su hija. El amor de una madre es una fuerza muy poderosa. Gavin O’Connor
hace servir el plano subjetivo para que te metas de lleno y sin ninguna duda,
en la piel del personaje. Usa con demasiada frecuencia los saltos temporales y
el plano subjetivo; parece que para él sea de vital importancia que entremos en
la cabeza de los personajes sí o sí.
Nacho Miret Vives
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