POLÍTICA: LA GRAN MENTIRA


El humor tan característico que tiene el guion está apoyado en dos grandes pilares: Jason Sudeikis con su humor bestia camuflado y Zach Galifianakis, que básicamente su gracia reside en interpretar a personajes que sean: pringados, peculiares y/o excéntricos y si no lo son los convierte de algún modo u otro. Posee unos gags eficaces debido a su simpleza y al enfoque que le dan al tema del que están hablando. Algunas situaciones se vuelven tan surrealistas de repente que resulta imposible no reírse. El guion recurre al humor del doble sentido, que es una subcategoría del humor picante: únicamente consiste en decir algo de lo más normal del mundo, pero que al mismo tiempo parezca algo sexual. La introducción te presenta a Cam Bradley (Will Ferrell) en su trabajo junto a su director de campaña, Mitch (Jason Sudeikis), haciendo lo que mejor se le da a alguien del mundo de la política: camelarse al pueblo con mentiras para asegurarse sus votos. El guion utiliza los flashbacks para contarte los detalles importantes de la historia que rodea a los personajes, comprendiendo mejor su estilo de vida, comportamiento y mentalidad. También te enseña las entrañas del mundo de la política y te mete bien dentro, para que veas las costumbres que tienen los políticos, a lo que se dedican y veas su esencia; lo muestra de una manera que los ridiculiza a todos por completo.

Con la traducción del título han vuelto a hacer de las suyas y a traducirlo como les ha salido de los cojones, igual que ocurre con millones de films. La han llamado: En Campaña todo vale, estropeando toda la trama de la película, pero en la versión original se titula: The Campaign, que traducido significa: La Campaña, porque es donde se puede localizar el núcleo del guion, el gira toda la historia, como los planeta giran alrededor del Sol. Al coger responsabilidades que no les corresponden y tomarse libertades innecesarias, lo único que consiguen es faltarle al respeto al trabajo del director y los guionistas por encontrar un título con el suficiente gancho, sentido, significado y gracia, sin desvelar nada del film. No cuesta nada traducir bien el título, hasta un niño de dos años sabría hacerlo mucho mejor; si no te gusta el auténtico título te aguantas y lo dejas como esta, o no lo traduces, no sería la primera vez que se hace.

Jay Roach te demuestra que los políticos siempre mienten, roban, engañan y usan el dinero que no es suyo para beneficiarse a nivel personal; en resumen, que son unos ladrones corruptos, con aires de grandeza y sed de poder. Personalmente pienso que hay un insulto (que para mí no lo es) debería modificarse, en vez de decir: Hijo de Puta (porque ser el hijo de una prostituta es algo tan normal como serlo de un panadero, que tiene de malo? Pensar que si lo tiene es una falta de respeto) debería cambiarse y decir Hijo de Político, porque eso si es una deshonra. Los políticos siempre juegan sucio. Si no escuchas a la gente que te quiera ayudar y que les importas de verdad, se irán de tu lado, por tu culpa. Cuando te obsesionas con algo con demasiada intensidad, se pierde de vista lo que realmente importa y acostumbra a pasar que también sueles dejar de ser tú. Te puedes acabar haciendo amigo de quien y cuando menos te esperas. Jay Roach usa el plano subjetivo para que entiendas mucho mejor el sufrimiento o mal rato por el que está pasando el personaje en cierto momento.



                                                            Nacho Miret Vives



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