MENTIR ES BUENO
El guion te presenta a Mark Bellison (Ricky Gervais)
de forma detallada para que comprendas mejor su comportamiento, su vida y la
forma que tiene de ver el mundo. El humor que posee reside en los surrealistas
que son las situaciones y en que los personajes no tienen filtro a la hora de
hablar (dicen todo lo que piensan). La introducción con la voz en off del
protagonista (pero como si fuera el actor y no el personaje) que habla
directamente con el espectador des de fuera de la película, te pone en situación,
contándote el principio de una historia: que es un mundo distinto al nuestro
por un pequeñísimo detalle; es como una especie de universo paralelo. Hacia el
final el guion hace un peculiar gag sobre Dios, que de manera muy sutil e
ingeniosa está integrado con la historia que cuentan, y materializa un hecho
que se enseña en el film, relacionado con Mark Bellison. En varias ocasiones al
guion le falta un poco de sustancia para acabar de atraer al espectador.
Como de costumbre vuelven a traducir el título de la
forma incorrecta, cambiando el sentido de la película. En la versión original,
se titula: The Invention of Lying,
porque la historia habla de la vida del primer hombre que dijo una mentira (el
que la invento); por lo que la traducción correcta seria: La invención de la
mentira. Pero se han tomado libertades innecesarias e inútiles, faltándole al
respeto al trabajo del director (en este caso directores) y los guionistas,
para encontrar un título con gancho y que resuma toda la película de manera
atrayente; y la han llamado: Increíble
pero falso. Hay un detalle que resulta curioso: todos los personajes
secundarios, los interpretan superestrellas de Hollywood de mucho peso: el policía:
Edward Norton, el barman: Philip Seymur Hoffman, la secretaria: Tina Fey, el
vecino suicida: Jonah Hill, el doctor: Jason Bateman, el camarero: Martin Starr;
llama bastante la atención que personajes tan poco importantes les den vida
actores de fama mundial.
La interpretación de Fionnula Flanagan (que
interpreta a la madre de Mark) es sobreactuada: exagera demasiado la gran parte
de las cosas que hace (gestos, comportamiento, diálogos, ruidos, etc…). Lo que
consigue sacar al espectador del film y hace la actuación demasiado visible;
cosa que no debería ocurrir. Todo buen actor ha de saber eliminar todo rastro
de su personalidad y convertirse por completo en su persone hasta el más mínimo
e insignificante detalle y que resulte absoluta y totalmente creíble. Muy pocos
lo consiguen, pero algunos elegidos, dotados con el don de la interpretación,
como: Denzel Washington, Jared Leto, Eddie Redmayne, Benedict Cumberbatch y
Margot Robbie, se olvidan por completo de su identidad personal y se
transforman de manera radical y brillante en otra persona; logrando que solo
veas al personaje (y su esencia). Curiosamente pero lógicamente este tipo de
actores poseen el Don de la mirada: tener el poder de conseguir transmitir un
sentimiento, historia y/o rasgo de la personalidad o mentalidad del personaje
con una simple mirada, traspasando la gran pantalla con tanta intensidad que el
espectador lo sienta con la misma pasión y potencia con la que lo siente el
actor. Una herramienta muy poderosa que también tienen algunos actores como
Michael Fassbender pero que su interpretación falla por otro lado (en su caso,
que su actuación tarda en arrancar o en hacer efecto en muchas circunstancias).
Ricky Gervais y Matthew Robinson te demuestran lo
necesaria que es la mentira en la gran mayoría de ocasiones. La mentira ha
aportado cosas muy buenas, otras espectaculares y otras fascinantes a la
sociedad, porque sin ella la vida sería muy aburrida, porque: el cine, los
sueños, la ficción, los cuentos, los efectos especiales y visuales, la magia,
la televisión tal como la conocemos, los relatos, algunos libros, la ciencia ficción,
algunos trabajos, etc… no existirían, porque son cosas creadas a partir de la
mentira. Existen muchos tipos de mentiras que se encuentran dentro de las categorías
de buenas y malas. Las mentiras buenas pueden ayudar a personas que de verdad
lo necesitan e incluso pueden conseguir evitar trágicos problemas; la mentira
es necesaria. Hay que fijares en los pequeños detalles, porque cuentan muchas más
cosas de lo que a simple vista se ve. El físico no lo es todo. No se puede ser
tan extremadamente superficial, porque entonces te conviertes en un: capullo,
insensible, irrespetuoso, insoportable y mala persona; no se puede juzgar un
libro por su portada. Se ha de saber cuándo se puede mentir y cuando no. La
gente te tratara como tú lo hagas con ellos. El Kharma existe: se recoge lo que
se siembra. Hay que vigilar con lo que se dice.
Nacho Miret Vives
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