lunes, 10 de abril de 2017

MENTIR ES BUENO


El guion te presenta a Mark Bellison (Ricky Gervais) de forma detallada para que comprendas mejor su comportamiento, su vida y la forma que tiene de ver el mundo. El humor que posee reside en los surrealistas que son las situaciones y en que los personajes no tienen filtro a la hora de hablar (dicen todo lo que piensan). La introducción con la voz en off del protagonista (pero como si fuera el actor y no el personaje) que habla directamente con el espectador des de fuera de la película, te pone en situación, contándote el principio de una historia: que es un mundo distinto al nuestro por un pequeñísimo detalle; es como una especie de universo paralelo. Hacia el final el guion hace un peculiar gag sobre Dios, que de manera muy sutil e ingeniosa está integrado con la historia que cuentan, y materializa un hecho que se enseña en el film, relacionado con Mark Bellison. En varias ocasiones al guion le falta un poco de sustancia para acabar de atraer al espectador.  

Como de costumbre vuelven a traducir el título de la forma incorrecta, cambiando el sentido de la película. En la versión original, se titula: The Invention of Lying, porque la historia habla de la vida del primer hombre que dijo una mentira (el que la invento); por lo que la traducción correcta seria: La invención de la mentira. Pero se han tomado libertades innecesarias e inútiles, faltándole al respeto al trabajo del director (en este caso directores) y los guionistas, para encontrar un título con gancho y que resuma toda la película de manera atrayente; y la han llamado: Increíble pero falso. Hay un detalle que resulta curioso: todos los personajes secundarios, los interpretan superestrellas de Hollywood de mucho peso: el policía: Edward Norton, el barman: Philip Seymur Hoffman, la secretaria: Tina Fey, el vecino suicida: Jonah Hill, el doctor: Jason Bateman, el camarero: Martin Starr; llama bastante la atención que personajes tan poco importantes les den vida actores de fama mundial. 
  
La interpretación de Fionnula Flanagan (que interpreta a la madre de Mark) es sobreactuada: exagera demasiado la gran parte de las cosas que hace (gestos, comportamiento, diálogos, ruidos, etc…). Lo que consigue sacar al espectador del film y hace la actuación demasiado visible; cosa que no debería ocurrir. Todo buen actor ha de saber eliminar todo rastro de su personalidad y convertirse por completo en su persone hasta el más mínimo e insignificante detalle y que resulte absoluta y totalmente creíble. Muy pocos lo consiguen, pero algunos elegidos, dotados con el don de la interpretación, como: Denzel Washington, Jared Leto, Eddie Redmayne, Benedict Cumberbatch y Margot Robbie, se olvidan por completo de su identidad personal y se transforman de manera radical y brillante en otra persona; logrando que solo veas al personaje (y su esencia). Curiosamente pero lógicamente este tipo de actores poseen el Don de la mirada: tener el poder de conseguir transmitir un sentimiento, historia y/o rasgo de la personalidad o mentalidad del personaje con una simple mirada, traspasando la gran pantalla con tanta intensidad que el espectador lo sienta con la misma pasión y potencia con la que lo siente el actor. Una herramienta muy poderosa que también tienen algunos actores como Michael Fassbender pero que su interpretación falla por otro lado (en su caso, que su actuación tarda en arrancar o en hacer efecto en muchas circunstancias).  

Ricky Gervais y Matthew Robinson te demuestran lo necesaria que es la mentira en la gran mayoría de ocasiones. La mentira ha aportado cosas muy buenas, otras espectaculares y otras fascinantes a la sociedad, porque sin ella la vida sería muy aburrida, porque: el cine, los sueños, la ficción, los cuentos, los efectos especiales y visuales, la magia, la televisión tal como la conocemos, los relatos, algunos libros, la ciencia ficción, algunos trabajos, etc… no existirían, porque son cosas creadas a partir de la mentira. Existen muchos tipos de mentiras que se encuentran dentro de las categorías de buenas y malas. Las mentiras buenas pueden ayudar a personas que de verdad lo necesitan e incluso pueden conseguir evitar trágicos problemas; la mentira es necesaria. Hay que fijares en los pequeños detalles, porque cuentan muchas más cosas de lo que a simple vista se ve. El físico no lo es todo. No se puede ser tan extremadamente superficial, porque entonces te conviertes en un: capullo, insensible, irrespetuoso, insoportable y mala persona; no se puede juzgar un libro por su portada. Se ha de saber cuándo se puede mentir y cuando no. La gente te tratara como tú lo hagas con ellos. El Kharma existe: se recoge lo que se siembra. Hay que vigilar con lo que se dice. 


                                                                  Nacho Miret Vives
               

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