domingo, 9 de abril de 2017

KONG, EL PROTECTOR


El guion te presenta a King Kong de tal manera que quede indiscutiblemente claro su tamaño, que hay que respetarle, no molestarlo, ni hacerle daño y que intimida demasiado debido a lo grande que es. La introducción te expone una situación bélica, que tiene que ver con una guerra entre dos países. Por algunos detalles que ves en la película, se entiende que la historia no transcurre en esta época. Al mismo tiempo que te muestra la pelea entre un japonés y un norteamericano, te cuenta que en ese preciso momento ocurrió uno de los mayores avistamientos de King Kong y a mitad del film te explica lo que ha ocurrido con estos dos pilotos de guerra después de veintiocho años. Después el guion te demuestra que efectivamente lo que ocurre al inicio no sucede en la actualidad; es una historia que transcurre en mil novecientos setenta y tres, veintiocho años después de impactante suceso del principio. Te hace conocer a Preston Packard (Samuel L. Jackson) de tal manera que entiendas que es el hombre adecuado a nivel militar y armamentístico para esta misión. Luego te presenta a James Conrad (Tom Hiddleston (más conocido como Loki)), y te enseña de forma muy clara, visual e innegable, que es un hombre que se la muy bien la lucha (el ataque cuerpo a cuerpo), que conoce el terreno debido su experiencia en las fuerzas especiales, que es un mercenario y que es el hombre y aliado perfecto a nivel táctico, personal, espiritual y demás para este trabajo. Te hace conocer a cada uno de los miembros que forman este equipo tan especial, entre los cuales se encuentra Mason Weaver (Brie Larson): una fotógrafa antiguerra la cual acabara simpatizando y ayudando a Kong junto a otros dos personajes, uno a uno para que los conozcas bien y sepas cuál es su papel en esta misión. El guion te cuenta la clásica historia de King Kong, pero de otro modo (des de un punto de vista diferente, como más realista). Como si te dijeran como tendrían que haber ocurrido las cosas. Tiene unos pequeños toques cómicos eficaces a causa de lo simples que son y lo surrealista (raro) que pueden llegar a ser algunas situaciones. La historia te cuenta que Kong no es el malo, sino que es el protector de la superficie. Posee breves secuencias que hacen un homenaje a la historia original de King Kong. El enfrentamiento titánico entre Kong y el rey lagarto, es tan épico que tienes varios y cortos subidones de adrenalina  (o visto de otra manera, uno y largo).

Gracias a que han aumentado radicalmente el tamaño de King Kong, de la anterior entrega King Kong (Peter Jackson, 2005), consiguen que imponga más; haciéndolo de la manera, tal como lo describe la gente, ya que en cierto modo es mejor así. Cuanto más grande, más puede gustar y más impones). Es un método tan eficaz e infalible que mejora a una leyenda. Los créditos iniciales te enseñan la evolución de la humanidad. El diseño, la composición y los detalles que forman a los monstruos son magníficos y completamente realistas; parecen animales de verdad y que existan de verdad. El nivel de detalle que tienen (que hasta el pelo más pequeño y casi no se ve, se mueve) es espectacular.

Jordan Vogt-Roberts te demuestra que algunas cosas son demasiado evidentes. A veces puede ocurrir que lleves toda una vida preparándote inconscientemente para un acontecimiento crucial e increíble, de vital importancia. No puedes pretender entrar en territorio enemigo, empezar a pegar tiros, causar daños, hacer explosiones y que no pase nada; eso sí es fantasía. El Kharma existe: recoges lo que siembras. Todo es por algo, es decir, porque tiene que ser de esa forma. Las apariencias engañan: que seas un monstruo por fuera, no significa que lo seas por dentro. Existen muchas cosas y seres que desconocemos y pensamos que es imposible (no hay nada imposible, solo difícil); pero eso no significa que no existan y que por norma sean malos. Es como se dijera que todas las personas del mundo son malas, solamente porque muchas lo son: no se puede meter a todos en el mismo saco, hay excepciones. Hay que hacer caso a la gente que sabe de lo que habla y que conoce a la perfección el terreno que pisa. A algunos individuos la guerra les ciega y no ven otra cosa que: guerra, enemigos por todas partes y muerte; es para lo único que sirven. En algunas pocas circunstancias la venganza puede traer serios y horribles problemas tras de sí (si eres malo o vas por donde no debes), incluso tu muerte; existen muchos tipos de venganza distintos. Hay viajes que te cambian para siempre. Jordan Vogt-Roberts usa planos detalle de los ojos de los personajes para aumentar el miedo que puede llegar a generar King Kong. Usa mucho el plano detalle, parece su firma. Para magnificar un suceso hace servir la cámara lenta. Usa imágenes de una escena para contar lo que ha pasado en la anterior. Usa un tipo de plano en un breve periodo de tiempo, que cuesta adivinar el significado, pero se supone (intuyes) que sirve para honrar al compañero de Hank Marlow (John C. Reilly). También hace servir el plano subjetivo, para que comprendas el miedo por el que está pasando el personaje, poniéndote en su piel.


                                                                  Nacho Miret Vives  

                               

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