lunes, 13 de febrero de 2017

DELINCUENTES


El guion te presenta a los personajes de forma indiscutiblemente clara, para que los conozcas bien a fondo, sepas el tipo de personas que son y la manera que tienen de afrontar un problema. Ves que de algún modo u otro la vida de los diferentes personajes están entrelazadas. También te hace conocer a Frank Dawson (Tim Robins), como el típico ricachón, “poderoso”, de la alta clase social, que no le importa nada más que él mismo y su ego, que piensa más con el miembro viril y en divertirse que en los sentimientos de las otras personas, que es el típico rico que ha conseguido su fortuna malversando fondos y estafando a hacienda. Así ves el tipo de persona que es, llegas a odiarlo y a no empatizar con él; lo rechazas. Te dice que Richard Monk (Mark Boone Junior), aparte de ser un Nazi reprimido, también es el clásico mirón que le gusta espiar  a las mujeres por un agujero. La introducción te cuenta una historia diciéndote el año en el que transcurre y te presenta a un par de personajes en su salsa (ambiente), para que: conozcas su estilo de vida, a que se dedican, el tipo de film que estás viendo y que aunque te hable de la vida criminal es una especie de comedia. El guion te enseña algo parecido al Síndrome de Estocolmo, pero en esta ocasión es mutuo: Mickey Dawson (Jennifer Aniston) y Louise Gara (John Hawks) empiezan a formar una especie de extraña relación de amistad. Tiene un final feliz donde cada uno acaba teniendo la vida que se merece. El fin que te muestran es casi inesperado porque lo ves venir en el momento en el que Louise conoce a Mickey en el club de campo sin que ella se entere. Acaba igual que empieza: de manera cómica.

Hay un pequeño detalle en la imagen, tan insignificante, que si no tienes buen ojo y eres observador, no te darás ni cuenta: justo en la secuencia en la que Marshall (Will Forte) llama a casa de Mickey, el tono y la saturación de la imagen suben un poco, provocando un pequeñísimo minidestello al hacerlo. Si nunca has editado una fotografía y/o tienes lo que se llama el ojo de fotógrafo, será un cambio totalmente invisible y no lo veras. En una circunstancia, hay un suceso que hace que parezca que ha sido un fallo de chroma y que lo ha hecho visible o que el montador no lo ha editado bien; pero no es así, simplemente es un efecto óptico causado por la iluminación frontal y la corta duración del plano.  
Daniel Schechter te demuestra que hay gente tan maleducada, insistente e inestable mentalmente, que no sabe ver que colarse en casas ajenas esta ilegal (lo digo por el personaje de Will Forte: Marshall). El hecho de hacer cosas que no están bien puede causar que cuando lo estás haciendo y has interrumpido algo malo, que estaban haciendo otras personas, no puedas llamar a la policía debido a que tú también estabas haciendo algo ilegal. Algunos delincuentes son mejores personas que ciertos individuos. El Kharma existe: recoges lo que siembras. Vacilar a la persona equivocada te puede salir muy caro. Para ser más fiel al año en el que está ambientada la película y mostrar la reacción de dos personas al mismo tiempo Daniel Schechter usa la pantalla dividida, o más conocida como: Multipantalla.


                                                            Nacho Miret Vives     


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