CREER PARA VER


El guion posee pequeños sketches cómicos muy buenos, debido a que es algo típico, pero que siempre hace gracia. Tiene todas las cosas que le gustan a un niño: dulces, atracciones, aventuras, fantasía, cuentos, etc…Básicamente te habla de la navidad, su importancia, el espíritu navideño y de lo importante que es para que exista la Navidad. La introducción te presenta a los personajes principales, te cuenta la historia que les rodea para que luego el efecto que emerge en el protagonista de la historia sea más efectivo y te muestra las razones evidentes de sus creencias. Con los diálogos de algunos personajes el guion te anticipa y prepara para algunos acontecimientos que están a punto de pasar usando las palabras exactas, diciéndote lo que va a aparecer en pantalla. Un pequeño detalla muy concreto consigue mostrarte el miedo que tiene uno de los niños. Algunas partes son demasiado previsibles. Con algunas secuencias a ritmo de Rock (Swing) consigue que te diviertas; además el guion presenta y despide la magia del Polo Norte con el mismo género musical. Lo que logra que no sea ni una presentación, ni despedida muy seca; haciendo que se fluida y entretenida.

El diseño gráfico de la animación, se ha encargado de hasta el más mínimo detalle y unos movimientos de los personajes lo máximo naturales creíbles, para que parezcan lo más realistas posibles. Evidentemente es una película navideña, por lo tanto: ha de tener escenas musicales, y las tiene. Un punto fuerte de este film es que los movimientos y la voz del revisor del tren, el padre, Papa Noel y dos personajes más son de Tom Hanks. Es una película muy moralista; que te remarca mucho lo que está bien y lo que está mal y merece un castigo. Algo muy normal en los films de esta categoría: dar lecciones morales y espirituales.

Robert Zemeckis te demuestra de forma muy clara y visual: que no es ver para creer, es al revés, es creer para ver. Por mucho que quieras verlo si no crees no vas a poder verlo. La fe mueve montañas, y que pase lo que pase no hay que perderla, porque sin ella dejamos de ser seres humanos y de disfrutar de la vida. Todo es posibles, no hay nada imposible en esta vida, solo hay que tener fe (creer). El tren de las oportunidades solo pasa una vez en la vida; no puedes permitirte dejarlo escapar, o lo lamentaras toda tu vida. No te cambiara la vida a mejor, para vivirla llena de felicidad y magia, como tanto deseas. Algunas personas estrictas también saben desmelenarse y divertirse como Dios manda; pero las normas son las normas; para algo están. Algunas se pueden saltar y otras no. Las casualidades no existen: todo ocurre por alguna razón en concreto. El Destino de una persona no se puede modificar por mucho que se quiera. Si algo tiene que ocurrir, va a suceder de cualquier forma inimaginable para que ocurra. Te demuestra la triste realidad de la vida: a medida que la gente crece, cierran las puertas a la auténtica magia (en la vida real se llama espiritualidad), y piensan que lo sobrenatural no existe, cuando en verdad si existe. Pero lamentablemente se niegan a abrir los ojos a un mundo asombrosamente mágico y encierran en el manicomio a todo aquel que cree de verdad; a los autenticos creyentes del mundo espiritual. Y los que no encierran la sociedad los margina diciendo que están locos. 



                                                             Nacho Miret Vives



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