martes, 21 de febrero de 2017

DEL VIDEOJUEGO A LA GRAN PANTALLA


El guion te muestra las diferentes épocas que rodean al personaje protagonista, mediante saltos temporales; y lo hace igual que en el videojuego. Lo que te hace pensar al igual que otros detalles que te enseña, que Justin Kruzel ha jugado alguna vez a la famosa saga de Assassin’s Cred. Te presenta a Carl (Michael Fassbender) y la historia que le rodea, de la misma forma que te presentan a Desmond en el videojuego. Luego te presentan a un personaje misterioso llamado Sofía (Marion Cotillard) inspirado en el personaje del videojuego que engaño a Desmond para unirse a Abstergo y a su líder, interpretado por Jeremy Irons (que si has jugado al videojuego alguna vez sabrás que él y Abstergo son de los Templarios) para conseguir lo que siempre ha querido (la manzana del Edén (la cual en el videojuego era dorada, no plateada)) para poder controlar el mundo entero. Algunos detalles te hacen recordar las vidas de: Desmond, Altair, Ezio Auditore, Edward Kenway, Conor, Arno y Jacob y Evie Frye; están todas las historias mezcladas en una sola y nueva. La introducción te cuenta la historia que rodea a los asesinos que formas la Hermandad secreta de los Assassin’s inspirada en los videojuegos. Para entender cada detalle de lo que te están contando, antes tienes que haber jugado a la famosísima saga completa del videojuego. Lo cual te hará ver la fidelidad del guion con los juegos de las PlayStation tres y cuatro. El guion usa una especie de Flashforward (no es un flashforward normal, es uno “metafórico”, es decir, que de forma sutil te dice lo que va a ocurrir, pero no es lo que estás viendo) al inicio para que sepas lo que va acabar pasando. Los propios personajes tienden a decir algo que no ven que no pueden conseguir. Como por ejemplo: Sofía le dice a Carl: “No puedes cambiar los hechos”, por lo tanto lo que intentan en Abstergo es inútil, porque lo que tenga que pasar, pasara. El guion es fiel incluso en: las escenas de persecución con carros, el tipo de lucha, el apoyo de la hermandad de asesinos entre ellos, los diferentes tipos de muerte y armas y los saltos de fe. También te muestra las alucinaciones que sufría Desmond en el juego de la Pley; si has jugado sabrás lo que significan. El guion incluso te muestra las ansias y sed de poder que tenía el líder de los Templarios. Tiene escenas de acción tan brutalmente trepidantes que es imposible no sufrir una subidón de adrenalina. También tiene pequeños y breves toques cómicos muy buenos, debido a los simples pero eficaces que son. El final te deja claro que habrá una secuela. El propio guion te dice lo que va a suceder y como va acabar el film antes de que ocurra.

Hay un detalle comprensible que si nunca has jugado a los videojuegos de la famosa saga, no los veras. El animus ha sido modificado, siempre ha sido una camilla con un visor (bueno en Assassin’s Cred Black Flag lo convirtieron en una especie de gafas de realidad virtual), pero nunca ha sido una brazo robótico gigantesco. Pero a Hollywood le gusta el espectáculo y por eso lo han hecho. Es una película única y estrictamente pensado para los fans de la popular saga de videojuegos de Ubisoft: Assassin’s Cred. Las secuencias en las que se habla español supuestamente no han sido dobladas; porque si has visto antes una película de Javier Gutiérrez o Carlos Bardem, veras que es su voz original; pero en las escenas en las que Carlos Bardem habla inglés se ve que se ha doblado a si mismo (al menos es lo que parece porque son voces muy parecidas).

Justin Kruzel te demuestra que el Destino existe y las Casualidades no: todo ocurre por alguna razón muy concreta y para que la persona logre llegar a su meta personal. En algunas familias hay secretos tan profundos y bien guardados, que cuando los descubres, te sorprendes de lo inesperados e inimaginables que son. Algunos individuos tienen motivos ocultos para conseguir cosas en su beneficio propio, y se les acostumbra dar muy bien: mentir, manipular y fingir. Los de Abstergo no se dan cuenta que mientras Carl está en el animus, está aprendiendo a luchar y moverse; lo cual que va a servir de ayuda en el momento de enfrentarse a los Templarios fuera del animus. Te muestra el sueño de todo fan de Assassin’s Cred: un Assassin’s Cred en la actualidad. El águila simboliza la libertad y el libre albedrio que protegen los asesinos de la Hermandad. Justin Kruzel usa el plano subjetivo de manera muy poco habitual: en una arma, lo que suma belleza al film. También usa los mismos recursos que se usan en Assassin’s Cred Black Flag para identificar el antepasado de cada uno de los personajes: usar el mismo actor y un primer plano de él. La transición que usa Justin Kruzel en algunos momentos en los saltos temporales para cambiar de época, es completamente invisible; debido a que usa un animal (un águila, que también aparece en la saga (en las Atalayas)) como referencia para hacer el cambio. 


                                                              Nacho Miret Vives



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