martes, 17 de enero de 2017

COMEDIA ROMÁNTICA FARMACÉUTICA


El guion se burla (hasta el punto de ridiculizarlas) de las grandes compañías farmacéuticas, su labor como “médicos” y su ética moral (haciéndola claramente visible). También causa que sea demasiado evidente que es una comedia, por su manera de contar las cosas. La introducción te presenta a Jamie Randall (Jake Gyllenhaal) de una manera muy precisa. Para que veas el tipo de persona que es, a que se dedica, lo bien que se le da analizar a la gente, para saber lo que quiere o necesita (cualidades perfectas para un buen vendedor, como te muestran), que tiene don de gentes (en especial con las mujeres) y que es un completo ligón, un auténtico Don Juan. Parte del humor que posee el guion es debido a: Josh Gad; uno de los miembros independientes y solitarios del sequito de Adam Sandler. Sabe hacer reír con pocas palabras; porque sabes que tono, palabra y momento elegir para hacer reír al espectador. El guion te presenta a un personaje llamado Maggie Murdock (Anne Hataway), ves que es borde por la situación actual que sufre. Como el mundo el mundo la ha tratado mal a ella, ella decide tratar mal al mundo como venganza. Es el mayor reto de Jamie (incluso a nivel sentimental); que es posible que se haya enamorado de ella por su personalidad: lo cual te hace sospechar antes de que ocurra, por algunos gestos que hace él al estar ella en la misma habitación. El guion en ocasiones recurre a chistes fáciles sobre el sexo, su gracia reside en que son juegos de palabras ingeniosos y cómicamente efectivos. Básicamente te habla de que con todos los avances médicos que ha habido, hay una enfermedad llamada parkinson que todavía no tiene remedio. Curan cualquier tontería, como: una disfunción eréctil, insomnio, etc... se centran demasiado, en cambio con una enfermedad tan importante como es el parkinson, la ignoran, se despreocupan; porque no genera muchos ingresos.

Es un film absolutamente sin censura, por lo que es una película: no apta para menores de diez y ocho años. Es la típica comedia romántica que siempre acaba bien, donde ella sufre una enfermedad y él se ve incapaz de dejarla sola por que la quiere demasiado. Es de esas que el final se ve venir siendo demasiado previsible, des del momento que se conocen y el descubre lo de su enfermedad.

De una forma muy visual y clara Edward Zwick te demuestra: que la gran preocupación de las grandes compañías farmacéuticas, no son las vidas humanas. Es el vender y el hacerse ricos a costa de gente inocente que no saben de la materia. Para ganar a la competencia a veces hay que jugar sucio. A muchas mujeres les ponen los chicos malos. Todo buen vendedor ha de saber camelarse a su cliente, con cualquier truco que se necesario, para garantizar una venta y ganar dinero; aunque eso signifique fingir que te gusta algo o alguien. Si te cierras porque el mundo te ha tratado mal, lo único que consigues: es que te niegues a vivir y a disfrutar de los placeres de la vida. Una persona te puede transformar drásticamente en otra muy distinta a la que eras y cambiándote la vida a mejor; haciéndote madurar. No puedes negar como eres en realidad y fingir ser otra persona (ponerte una máscara emocionalmente), porque tu autentico ser acabara saliendo a la luz. Las casualidades no existen: todo ocurre por alguna razón en concreto. El Destino nos pone en el camino a las personas que nos han de enseñar algo, o nosotros a ellos y/o son lo que buscábamos: el amor, la solución, una oportunidad muy deseada, etc… Hay personas que no se dan por vencidas hasta que no tienen lo que quieren y/o desean. La autoestima es algo muy importante, sin ella puedes arruinarte la vida; y para aumentártela hay gente que consigue ese efecto. Esa gente acostumbran a ser: una pareja, un/a mejor amigo/a, un familiar, etc… Hay que ver siempre el lado positivo de las cosas, para poder ser más feliz aún. Para las grandes compañías farmacéuticas, las enfermedades y los pacientes, no son más que números que pueden darles o no dinero (beneficios); en vez de ser vidas a las que hay que salvar. No hay que dejar que algo te tumbe y te impida vivir la vida. Con una simple imagen Edward Zwick consigue enseñarte lo que piensa o siente un personaje en un momento determinado.  



                                                             Nacho Miret Vives


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