UNA DURA HISTORIA REAL
El guion tiene pequeños y breves toques cómicos
bastante buenos a su modo, que hacen que el film resalte y se diferencie de los
demás. Nada más empezar la introducción te cuenta que es una historia real y
que transcurre en mil novecientos cincuenta y uno, para que tengas las cosas
claras. Te plantea un problema (un enigma) al iniciar la historia, un posible
sospechoso y te presenta al personaje importante, el cual va a girar toda la
trama de la película. La voz en off de Alan Turing (Benedict Cumberbatch) te
ayuda a entenderle más a un nivel más personal, más cercano y a saber qué tipo
de persona es. La voz en off también te
deja claro que lo que estás viendo en el momento en el que comienza a contar la
historia, que es un flashback; justamente por las palabras que elige al hablar.
El guion hace bastantes saltos temporales, para que así entiendas bien la
historia; y para que no te pierdas la continuidad espacio-temporal es bastante
repetitiva. Te muestra lo homofóbica que era la sociedad de esa época.
Benedict Cumberbatch es un actor absolutamente camaleónico.
Borra todo rastro de su persona y se transforma por completo en el personaje: viviendo
su vida, sintiendo sus problemas, haciendo suyas las dificultades del habla o
ticks nerviosos, etc… Se entrega en cuerpo y alma al personaje; lo cual le
puede traer muchísimos problemas psicológicos si no consigue y sabe deshacerse
de todo lo que no es suyo, al terminar el rodaje. Por eso les recomiendan a los
actores que vayan al psicólogo: no porque estén mal, sino para evitar
problemas. Es un oficio un tanto arriesgado. Lo hace con tal intensidad y tan
perfecto, que consigue traspasar la gran pantalla. Haciendo que el espectador
sienta al personaje, gracias a que Benedict Cumberbatch siente el personaje y
lo hace suyo (lo interioriza mucho).
A la hora, el film y el guion te traen de vuelta al
punto de partida: la escena que se ha visto al inicio de la película. Esto se
hace para que el espectador sepa que ya sabe la mitad de la historia y que
ahora solo falta solucionar los problemas y atar los cabos sueltos. El montaje
es algo curioso y llamativo en algunas ocasiones, porque unas secuencia y/o
sonido, completa la frase de un personaje, haciendo que sea visible a lo que se
refería. De un modo u otro todo está ligado con el guion.
Morten Tyldum te demuestra que en el mundo hay autenticos
genios, la gran mayoría de ellos son jóvenes: cuando destacaron entre la gente
y se hicieron notar, tenían solamente entre veintidós y veintisiete años. Ya habían
hecho descubrimientos increíbles impropios de los chicos de su edad. Las
casualidades no existen: todo ocurre por alguna razón. Todo genio tiene sus
manías, algunas de ellas pueden parecer muy extrañas, pero los misterios del
cerebro humano pueden ser inescrutables. Hay gente muy cruel y malvada, que
disfruta torturando a buenas personas, débiles e inocentes (a esta gente se les
acostumbra a llamar matones). Algunas personas están dispuestas a ayudar y
defender a los indefensos que nunca le hacen daño a nadie. Lo que nadie se fija
es que estas personas que acostumbran a sufrir maltrato escolar la gran mayoría,
al final llegan a tener trabajos muy importantes: críticos y directores de
cine, matemáticos, cantantes de fama mundial, abogados, policías, jueces, etc… Mientras
que los matones se dedican a recoger la “mierda” de los demás (en algunos casos
es literal), siempre tienen problemas de dinero, muren por sobredosis, están en
la cárcel o en la calle, etc… otros acaban pidiéndole ayuda al empollón con el
que se metían. Es lo que se conoce como Kharma (Justicia Divina). Luego se
pueden vengar a su manera de la gente que los ha tratado mal en la vida. Alguna
gente es muy machista. Saber que alguien morirá, tener la información para
poder evitarlo y no poder hacer nada, es de lo más duro que se puede imaginar.
A veces hay que tomar decisiones demasiado duras e insoportables, que te perseguirán
para siempre. La especialidad de un político es la mentira. Lo normal es
aburrido; no tiene nada de mal ser diferente al resto del mundo. De una forma
muy sutil Morten Tyldum te muestra con quien y porque se siente identificado
Alan Turing, con una persona que está viendo ese preciso momento. Tyldum tiene
una elección de planos muy peculiar pero justificada: usa unos planos muy poco
habituales en esa situación, pero que sirven para explicar algo (para dar una
pista de algo que ha sucedido). Con imágenes superpuestas consigue aumentar un
poco la tensión de una circunstancia en particular. También te dice la cruda
realidad de las cosas, por medio del guion, con los diálogos de los personajes
(entre otras cosas). Usa demasiado los saltos temporales.
Nacho Miret Vives
Excelente pelicula, gran guión y un actor camaleonico. Un placer intelectual en todos los sentidos. Incluso ante el horror de que un hombre como este tuviese que morir como consecuencia de una época en que se luchaba contra Alemania, pero nó contra la ausencia de derechos civiles en Inglaterra. En cualquier sociedad el enemigo externo es mas cómodo de ver que el interno.
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