lunes, 16 de enero de 2017

UNA DURA HISTORIA REAL


El guion tiene pequeños y breves toques cómicos bastante buenos a su modo, que hacen que el film resalte y se diferencie de los demás. Nada más empezar la introducción te cuenta que es una historia real y que transcurre en mil novecientos cincuenta y uno, para que tengas las cosas claras. Te plantea un problema (un enigma) al iniciar la historia, un posible sospechoso y te presenta al personaje importante, el cual va a girar toda la trama de la película. La voz en off de Alan Turing (Benedict Cumberbatch) te ayuda a entenderle más a un nivel más personal, más cercano y a saber qué tipo de persona es.  La voz en off también te deja claro que lo que estás viendo en el momento en el que comienza a contar la historia, que es un flashback; justamente por las palabras que elige al hablar. El guion hace bastantes saltos temporales, para que así entiendas bien la historia; y para que no te pierdas la continuidad espacio-temporal es bastante repetitiva. Te muestra lo homofóbica que era la sociedad de esa época.

Benedict Cumberbatch es un actor absolutamente camaleónico. Borra todo rastro de su persona y se transforma por completo en el personaje: viviendo su vida, sintiendo sus problemas, haciendo suyas las dificultades del habla o ticks nerviosos, etc… Se entrega en cuerpo y alma al personaje; lo cual le puede traer muchísimos problemas psicológicos si no consigue y sabe deshacerse de todo lo que no es suyo, al terminar el rodaje. Por eso les recomiendan a los actores que vayan al psicólogo: no porque estén mal, sino para evitar problemas. Es un oficio un tanto arriesgado. Lo hace con tal intensidad y tan perfecto, que consigue traspasar la gran pantalla. Haciendo que el espectador sienta al personaje, gracias a que Benedict Cumberbatch siente el personaje y lo hace suyo (lo interioriza mucho).

A la hora, el film y el guion te traen de vuelta al punto de partida: la escena que se ha visto al inicio de la película. Esto se hace para que el espectador sepa que ya sabe la mitad de la historia y que ahora solo falta solucionar los problemas y atar los cabos sueltos. El montaje es algo curioso y llamativo en algunas ocasiones, porque unas secuencia y/o sonido, completa la frase de un personaje, haciendo que sea visible a lo que se refería. De un modo u otro todo está ligado con el guion.

Morten Tyldum te demuestra que en el mundo hay autenticos genios, la gran mayoría de ellos son jóvenes: cuando destacaron entre la gente y se hicieron notar, tenían solamente entre veintidós y veintisiete años. Ya habían hecho descubrimientos increíbles impropios de los chicos de su edad. Las casualidades no existen: todo ocurre por alguna razón. Todo genio tiene sus manías, algunas de ellas pueden parecer muy extrañas, pero los misterios del cerebro humano pueden ser inescrutables. Hay gente muy cruel y malvada, que disfruta torturando a buenas personas, débiles e inocentes (a esta gente se les acostumbra a llamar matones). Algunas personas están dispuestas a ayudar y defender a los indefensos que nunca le hacen daño a nadie. Lo que nadie se fija es que estas personas que acostumbran a sufrir maltrato escolar la gran mayoría, al final llegan a tener trabajos muy importantes: críticos y directores de cine, matemáticos, cantantes de fama mundial, abogados, policías, jueces, etc… Mientras que los matones se dedican a recoger la “mierda” de los demás (en algunos casos es literal), siempre tienen problemas de dinero, muren por sobredosis, están en la cárcel o en la calle, etc… otros acaban pidiéndole ayuda al empollón con el que se metían. Es lo que se conoce como Kharma (Justicia Divina). Luego se pueden vengar a su manera de la gente que los ha tratado mal en la vida. Alguna gente es muy machista. Saber que alguien morirá, tener la información para poder evitarlo y no poder hacer nada, es de lo más duro que se puede imaginar. A veces hay que tomar decisiones demasiado duras e insoportables, que te perseguirán para siempre. La especialidad de un político es la mentira. Lo normal es aburrido; no tiene nada de mal ser diferente al resto del mundo. De una forma muy sutil Morten Tyldum te muestra con quien y porque se siente identificado Alan Turing, con una persona que está viendo ese preciso momento. Tyldum tiene una elección de planos muy peculiar pero justificada: usa unos planos muy poco habituales en esa situación, pero que sirven para explicar algo (para dar una pista de algo que ha sucedido). Con imágenes superpuestas consigue aumentar un poco la tensión de una circunstancia en particular. También te dice la cruda realidad de las cosas, por medio del guion, con los diálogos de los personajes (entre otras cosas). Usa demasiado los saltos temporales. 



                                                             Nacho Miret Vives



1 comentario:

  1. Excelente pelicula, gran guión y un actor camaleonico. Un placer intelectual en todos los sentidos. Incluso ante el horror de que un hombre como este tuviese que morir como consecuencia de una época en que se luchaba contra Alemania, pero nó contra la ausencia de derechos civiles en Inglaterra. En cualquier sociedad el enemigo externo es mas cómodo de ver que el interno.

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