El guion te presenta a Set (Gerard Butler) el
hermano malvado de Osiris (Bryan Brown) de una forma tan clara que no dudas ni
un por un segundo el tipo de “persona” que es. La introducción te cuenta una
historia en forma de voz en off para que entiendas todo lo que ha ocurrido
anteriormente, te presenta a los personajes principales y más fuertes que están
involucrados en toda esta historia; también te dice como son y cuál es su
comportamiento más normal en ellos. La voz en off de Beck (Brenton Thwaites) te
ayuda a comprender aún más el relato que te está contando, des de un punto de
vista más personal e íntimo; hablando directamente con el espectador. Las
escenas de acción (lucha y demás) son tan intensas que es imposible no tener un
subidón de adrenalina, por muy pequeño que sea. El guion te muestra la ambición
y la codicia de algunos de los antiguos “Dioses” egipcios. Todo lo que hacían era
con un propósito, que la mayoría no entiendan a los seres humanos; en realidad
no eran inmortales, solo vivían más tiempo. Es un guion sobre la historia mitológica
egipcia. El guion empeora tanto a nivel trágico, que cuando llega el tan
evidentemente previsible final feliz, lo disfrutas mucho más. Es un truco muy
usado en este tipo de películas: aumentar el drama y las desgracias, para que
la felicidad sea más intensa.
El diseño gráfico generado por ordenador al igual
que las transformaciones de los “Dioses” en “bestias”, están tan logradas que
consiguen ser tan realistas y naturales que no parecen hechas por ordenador. Los puntos fuertes del film son: El festival
de juego de luces en algunas secuencias, que es una película de acción con
escenas muy románticas, los efectos generados por ordenador y el desfile interminable
de atractivas mujeres; sin estos puntos fuertes solo sería un tostón de casi dos
horas.
Alex Proyas te demuestra que aunque algunas personas
intentan dividir a la gente, todos somos iguales. Los malos siempre juegan sucio.
Se necesita mucho coraje, recursos y agilidad mental para plantarle cara y
derrotar a alguien muy poderoso. Los antiguos Dioses egipcios, no eran dioses, simplemente
eran extraterrestres que ayudaron a los seres humanos a evolucionar. Para ser
verdaderamente poderoso e imparable hay que empezar des de abajo sin ser
perezoso, y así poder conocerse a uno mismo. En esta vida nada es regalado,
todo tiene su esfuerzo. De todo y de cada una de las personas se aprende algo.
El Destino nos pone delante a la gente que nos tienen que enseñar lo necesario
para crecer como ser humano y ser mejor persona. Todo tiene su punto débil. El
Kharma existe: recoges lo que siembras; todo el daño que hayas causado se volverá
en contra de ti, a veces el Kharma usa a personas para hacer su trabajo y es
imposible esconderse de él. La unión hace la fuerza. Algunas preguntas se
responden solas. Depositar tu creencia en el Dios equivocado, te puede llevar a
la muerte automáticamente. Los Dioses también se equivocan y cometen errores.
De los errores se aprende.
Nacho Miret Vives
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