Es una película tan sobrecargada de acción que es
perfecta para los fans ya que consigue provocar en muchas ocasiones subidones
de adrenalina; Matthew Vaughn ha encontrado la clave perfecta para una película
de espías modernizándola al mismo tiempo. Ha traído las películas de espías al
siglo XXI.
Tiene todo lo que tienen los films típicos de espías
pero en este caso es a un nivel más elevado ya que está pensado para fardar; de
algún modo u otro todos los personajes fardan. El film posee las
características típicas de una película de espías con ello el guion consigue
ser tradicional siendo fiel a las típicas historias del resto de películas y no
decepcionar a los fans del género y ganar de nuevos. Vaughn ha conseguido integrar
el género junto a los demás haciendo que deje de estar marginado y que no solo
le guste a un determinado tipo de personas renovando la imagen del espía.
Matthew Vaughn ha conseguido sacar a un actor de
entre las sombras llamado Taron Egerton actuando con superestrellas de
Hollywood por segunda vez consecutiva y haciéndola brillar, ya lo hizo en Legend junto a Tom Hardy, esta vez le ha
tocado actuar junto a pesos pesado como Samuel L. Jackson que hace villano zopas
(que pronuncia mucho la z), Colin Firth interpretando al mentor, Mark Strong
haciendo del típico “escudero” y Michael Caine en la piel del líder de los
espías pero en esta ocasión han hecho que no tenga ni principios ni escrúpulos convirtiéndole
en un líder dudoso.
La película consigue fusionar a la perfección con la
gran ayuda del guion y de Matthew Vaughn las dos caras de las películas de
espías conservando la estructura estética típica del género y añadiéndole acción
por un tubo y caras demasiado conocidas.
Harry Hart (Colin Firth) es el primo guay de James
Bond ya que posee el doble de la elegancia de James Bond porque es una de las
normas de la agencia de espías, ser un auténtico caballero y no perder los
modales, incluso lo dice el propio Colin Firth en la película “Los Modales
hacen al hombre”; pero él usa más sus habilidades que James Bond y cara al
espectador parece que Matthew Vaughn lo haya hecho para fardar de personaje con
las escenas de acción; y Eggsy (Taron Egerton) parece el sobrino problemático al
que hay que reeducar de James Bond, ya que Harry Hart hace de figura paterna
para él por conocer a su padre, cuya profesión también era Kingsman y el
compañero de Harry Hart y se ve obligado a ejercer de figura paterna por las
causas de la muerte de su compañero y amigo.
Un pequeño detalle con el que ha jugado Vaughn es
que los espías tengan los nombres de los caballeros de la mesa redonda y él
escudero se llame igual que el ayudante del Rey Arturo; con mensajes ocultos te
muestra quien es el Rey Arturo, aunque luego adopte otro nombre dentro de la
agencia siendo el Rey Arturo a un nivel más personal.
Nacho Miret Vives
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