VIAJE A LA LUNA

First Man es un film con un guión interesante, atrapante, sincero, con una parte muy dramática, directo y real, es decir, que es la biografía de un personaje público muy famoso. La introducción te presenta a Neil Armstrong (Ryan Gosling) en una situación de alerta y posible, de una forma bastante misteriosa e intrigante, al igual que inquieta. En poco tiempo, descubres que se trata de una especie de viaje espacial, que al parecer solo es una prueba, es decir, una expedición aérea para probar los materiales o algo por el estilo; hace que vea sutilmente el comportamiento habitual, carácter, personalidad, estilo de vida y mentalidad de Neil Armstrong. En cuestión de minutos, se revela indirectamente, que este guión es biográfico. Para orientarte y sepas donde estás de manera totalmente visual, te dice el año y el lugar en el que transcurre la historia que te están narrando, con dos simples títulos. Con un salto temporal, el guión te cuenta una terrible desgracia familiar, que lo cambia todo drástica y dramáticamente; te muestra además un peso con el que cargara en personaje protagonista durante prácticamente toda la película. Poco a poco te va quedando más claro que Neil Armstrong es un cerebrito, que le entusiasma todo lo relacionado con el espacio: la ingeniería aeroespacial, ser piloto, etc… y se le da realmente bien. Con el fade out el guión divide el relato en varios capítulos. Pasa a la parte importantes de verdad de la historia, haciendo los saltos temporales. Al parecer la muerte siempre acompaña a Neil Armstrong allá donde va. Con una simple imagen, el guión expresa, materializa y visualiza los sentimientos de unos de los protagonistas, de manera tremendamente eficaz. Manifiesta la presión a la que son sometidos los personajes principales, de forma muy gráfica. Según va avanzando el relato, va quedando más claro que Neil Armstrong tarda demasiados años en superar la muerte de su hija (y de una manera un tanto peculiar y peligrosa mientras está en tierra). La situación se va complicando cada vez más y se va volviendo muy lúgubre. El guión te enseña la frialdad de Neil Armstrong en las situaciones familiares, de una manera muy comprensible y audiovisual. Puedes ver como Neil Armstrong se despide de Karen (su hija) de una forma preciosa; cuando llega a la Luna y dice su famosa frase (justo después). Tiene un final feliz, romántico, en cierta manera predecible, reconciliador y esperanzador.

La interpretación de Ryan Gosling y Claire Foy es impecable, magnífica, agradecida, auténtica y que ayuda a que todo el engranaje que hace que su personaje se mueva, funcione perfectamente. Las interpretaciones de este tipo, son muy favorables para los guiones, porque ayudan a que el espectador se sumerja de lleno en el relato que te están contando, empatice con todos y cada uno de los que aparecen en la historia que explican, incluyendo el suyo y todo fluya mucho mejor. Es decir, que este nivel interpretativo que tiene Ryan Gosling y Claire Foy, es muy necesario en determinadas películas en concreto, porque son las que hacen que el guión funciona mejor, tenga más fuerza y eficacia en el espectador.

El film te transmite el mensaje de que las casualidades no existen: todo ocurre por una misteriosa, curiosa, extraña y desconocida razón en particular. Antiguamente los avances tecnológicos en el mundo de la medicina que hay hoy en día no existían, por lo tanto, eran escasos, muy obsoletos, peligrosos y pobres; no solucionaban lo que en la actualidad pueden curar. No hay casi nadie de piedra, todo el mundo siente algo; sea bueno o malo, se pueda controlar o no. Siempre existen desgracias que te pillan completamente desprevenido. Gracias a Dios, en el mundo hay personas con un talento extraordinario en una materia en concreto. Algunos individuos carecen de tacto y delicadeza al decir las cosas, eligiendo el peor momento para hacerlo. Cada uno lleva y supera el duelo a su forma. Algunas personas, tienden a tragarse los sentimientos, para intentar tranquilizarse y sentirse mejor, más rápidamente. No puedes centrarte en una cosa y olvidarte de otra: la familia es una de las cosas más preciosas, fuertes, necesarias, valiosas e importante de todo el Universo. No se pueden eludir las responsabilidades. Algunas personas son muy frías en ciertos ámbitos personales, otras en los profesionales y algunas en ambos terrenos. A veces las cosas simple y solamente se hacen porque son difíciles y poder superar un muro infranqueable.

Damien Chazelle utiliza el plano subjetivo, para que te sea más fácil meterte en la piel y situación a la que se enfrenta el personaje protagonista (la que te están mostrando en ese preciso instante), y así puedas comprender su manera de ver un problema, experiencia y como lo vive. También usa el primer plano, para reforzar un hecho, mientras juega con los reflejos en los objetos transparentes. El transfoco para darle más importancia, primero a un personaje y luego a otro, dentro de la misma habitación. Con el plano detalle, logra aumentar la tensión en un momento necesario y de alerta, con una amenaza inminente.

                                                                   Nacho Miret