SER MADRE
Tully
es un film con un guión maternalista, curioso, interesante, peculiar, casi
único, distinto y atrapante. La introducción te presenta a Marlo (Charlize
Theron) una madre con dos hijos y uno en camino; te la muestra de forma tan
detallada, concisa, clara y visual, que ves lo buena madre que es, lo que
tienes que soportar, su comportamiento habitual, carácter, personalidad,
mentalidad y estilo de vida. El guión tiene secuencias tensas, en las que un
personaje te pone extremadamente nervioso/a, y te entran ganas de darle una
colleja para que se comporte. Te insinúa algo al respecto de la mente de uno de
los personajes infantiles, que te hace sospechar que le ocurre algo
mentalmente. De manera muy camuflada pero evidente, toca el tema de la salud
mental. Cada vez va quedando más claro que el tema principal es la maternidad. Tiene
un humor muy especial, porque refleja una realidad, pero con un enfoque mucho
más cómico, divertido a la vez que sincero y de una forma a la que no estás
acostumbrado/a. El padre pasota (parecido) y un poco “universitario” que parece
Drew (Ron Livingston) le aporta cierto humor a la situación. Des de que Marlo
contrata a Tully (Mackenzie Davis), cada amanecer aparece una agradable
sorpresa nueva, que es demasiado evidente al principio quien lo ha hecho. Se
puede apreciar claramente la transición emocional y mental de Marlo. El guión
tiene una parte filosófica. Poco a poco y de forma subliminal, vas descubriendo
lo que le sucede a Jonah (Asher Miles Fallica). Es la película perfecta para
las madres. La situación se pone tremendamente cautivadora, increíble, liberal
y atrapante en pocos segundos. Tully, es una especie de Mary Poppins. Es un
guión sin ningún tipo de censura. De pronto y sin previo aviso, el guión da un
giro de trescientos sesenta grados (que algo te olías anteriormente) muy
parecido al de Fight Club. Tiene un
final feliz, revelador, reconciliador, familiar, prometedor, evolutivo y esperanzador.
La interpretación de
Charlize Theron es impecable, magnífica, agradecida, auténtica y que ayuda a
que todo el engranaje que hace que su personaje se mueva, funcione
perfectamente. Las interpretaciones de este tipo, son muy favorables para los guiones,
porque ayudan a que el espectador se sumerja de lleno en el relato que te están
contando, empatice con todos y cada uno de los que aparecen en la historia que
explican, incluyendo el suyo y todo fluya mucho mejor. Es decir, que este nivel
interpretativo que tiene Charlize Theron, es muy necesario en determinadas
películas en concreto, porque son las que hacen que el guión funciona mejor,
tenga más fuerza y eficacia en el espectador.
El film te transmite el
mensaje de que ser madre es un trabajo muy duro, más siendo familia numerosa. Algunas
personas, tienen demasiada paciencia. A veces no hay que ceder, o se te subirán
encima y se aprovecharán de ti. Ser diferente no es malo, al contrario, es
precioso y necesario; lo bueno e innovador habita en la diferencia. En ciertas
ocasiones la presión puede con una persona, le supera y se ve obligada/o a
tomar una decisión para ponerle remedio. Algunas personas te dan increíbles
sorpresas, alegrías y aparecen en tu vida para mejorártela radicalmente. A
veces solo necesitas hablar con alguien para sentirte mejor y poner en orden tu
vida. En circunstancias muy concretas, viene bien probar cosas nuevas. Todo lo
bueno llega a su fin.
Jason Reitman utiliza el
primer plano con el reflejo de una ventana, para mostrarte el sueño y deseo de
uno de los personajes protagonistas. También usa los Jump Cuts, para enseñarte
las partes importantes del relato, la transición de este y el proceso rutinario
de algunas acciones.
Nacho Miret
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