ENTES MALVADOS


Spectral es un film con un guión atrapante, interesante, espiritual, bélico, sobrenatural, lleno de acción y en parte misterioso. La introducción te muestra la trama principal del guión, te cuenta una situación extremadamente misteriosa, intrigante, cautivadora, atrapante, poderosa e impactante; que te mantendrá pegado a la butaca, por el simple hecho de no saber lo que es, esa criatura, pero si de lo que es capaz. Te insinúa levemente que es una historia futurista pero no demasiado; tecnológica y sobrenatural, de forma bastante concisa, clara, evidente y visual. La intriga aumenta más, al ver detenidamente el suceso del inicio, y poder vislumbrar, una especie de esqueleto humano, o almenos algo muy parecido. Como era de esperar, cuando se revela lo que se supone que son esas extrañas criaturas invisibles, se dice que son espíritus perdidos, atormentados por la guerra y atrapados entre la vida y el más allá; popularmente conocido como limbo (pero la teoría no va desencaminada). Más tarde descubres, que esas criaturas no son personas muertas, son seres creados por los humanos, a partir de gente real controlados por la conciencia de personas que no están ni vivas ni muertas, además de ser incorpóreas. La situación se pone extremadamente emocionante y trepidante, cada vez que aparece la misteriosa criatura, que hace que las circunstancias sean intensas. Ciertas partes del guión son demasiado predecibles. La situación se va complicando más según va avanzando el relato, de manera completamente previsible. A medida que va transcurriendo la historia, las misteriosas criaturas, van recibiendo diferentes nombres muy distintos entre sí. La tragedia acompaña constantemente a este guión. Cuanto más avanzas en la historia, más vas descubriendo que Clyne (James Badge Dale) es una especie de genio científico, ingeniero avanzado, etc… al estilo de Tony Stark. Tiene un final “feliz”, reconciliador, revelador, previsible, sincero y que refleja la verdad sobre la guerra.

La interpretación de Max Martini es impecable, magnífica, agradecida, auténtica y que ayuda a que todo el engranaje que hace que su personaje se mueva, funcione perfectamente. Las interpretaciones de este tipo, son muy favorables para los guiones, porque ayudan a que el espectador se sumerja de lleno en el relato que te están contando, empatice con todos y cada uno de los que aparecen en la historia que explican, incluyendo el suyo y todo fluya mucho mejor. Es decir, que este nivel interpretativo que tiene Max Martini, es muy necesario en determinadas películas en concreto, porque son las que hacen que el guión funciona mejor, tenga más fuerza y eficacia en el espectador.

La película te transmite el mensaje de que el mundo está lleno de seres increíbles, mágicos, únicos, espectaculares, sobrenaturales y son tan reales como tú y como yo; simplemente viven en otro plano. Es creer para ver, no al revés. A veces la sugestión te puede hacer ver algo que no es real. Que no lo veas no significa que no exista; el aire no lo ves y bien que es real. A veces uno tiene que hacer cosas que no le gustan. En ciertas ocasiones, hay cosas que no tienen lógica, por lo tanto, no se les puede encontrar y buscar una respuesta científica y racional. Nunca des por hecho que algo que no conoces es lo que tú crees, podrías llevarte una desagradable sorpresa. Algunos temas son demasiado serios y peligrosos. Todo el mundo tiene un punto débil, solo hay que ser observador, para poder verlo y así ser capaz de derrotar a tu enemigo. La guerra es un negocio, de haber quién es el mejor, más fuerte y preparado, matando.

Nic Mathieu utiliza el gran plano general, para enseñarte el terrible desastre que se cierne sobre algo y/o alguien, materializando la guerra.






                                                                                                                                                                                                                                        Nacho Miret








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