sábado, 8 de diciembre de 2018

LA MAFIA


Toro es un film con un guión cautivador, estrictamente criminal, callejero, sincero de manera diferente a la habitual, un poco gitano, y trágico a más no poder. La introducción te presenta a Rafael Romano (José Sacristán) en una situación que te enseña sus creencias, y acto seguido conoces a Toro (Mario Casas), de forma tan detallada, clara, concisa, directa y sincera, que te deja ver su comportamiento habitual, mentalidad, personalidad, carácter, estilo de vida, como se gana la vida y qué relación tiene con Rafael Romano. En poco tiempo descubres que clase de película es y te haces una pequeña idea de cómo va a ser el resto a partir de ahora. Cuando se revela que Toro tiene dos hermanos más: José López (Luis Tosar) y Antonio (Hovik Keuchkerian); son tres hermanos que se dedican a lo mismo y trabajan para el mismo hombre, al saberlo, se entienden muchas cosas. La situación se complica, se pone más trágica e “interesante” en cuestión de segundos. Las circunstancias van empeorando cada vez más, siendo más y más peligrosas. De repente y casi sin previo aviso, la situación se vuelve puramente trepidante, emocionante e intensa drásticamente. Después el guión hace un salto temporal de cinco años hacia delante, para pasar a la parte importante de la historia. Según va avanzando la historia, los sucesos se van enturbiando más, revelando aún más secretos escondidos. El guión tiene una enorme parte de misterio que lo rodea, que te mantiene pegado a la pantalla, hasta que acabe el relato que te están narrando. Tiene momentos bastante predecibles. Cuando se desvela el gran misterio, te sorprendes, porque descubres que Rafael Romano ha metido la pata bien metida, porque se equivocó de hijo que lo quería matar. Tiene un final “feliz”, reconciliador, cerrado y que coloca a todo como debe ser.

La interpretación de Luis Tosar es absolutamente impoluta, única, espectacular, camaleónica e intensa; logra atravesar la pantalla y hacer que sientas con la misma o mayor intensidad que él (llegando hasta lo más profundo de tu ser) lo mismo que su personaje. Su entrega con el papel es de en cuerpo, mente y alma, del dos mil por ciento. Borra todo rastro de su identidad como actor y se transforma por completo en su personaje, hasta el más minúsculo e insignificante detalle; para que así, conseguir captar toda la esencia del personaje que está interpretando. Lo peligroso de este nivel de entrega a la hora de interpretar, es que si no sabes deshacerte del personaje y volver a ser tu otra vez, puedes tener graves y serios problemas mentales y de identidad. Por eso recomiendan que los actores vayan muy a menuda al psicólogo: para evitar daños y problemas mentales y de identidad.

La película te transmite el mensaje de que no puedes escapar de tu Destino. Algunas situaciones extremas unen a las familias. A veces en la vida hay que tomar decisiones duras, pero importantes. La familia es una de las cosas más importantes, valiosas, fuertes y preciosas de todo el Universo entero. Algunas cosas no deberían hacerse nunca. Hay que saber cuándo retirarse a tiempo. Ciertas circunstancias de la vida, solamente te conducen hasta una muerte segura. No se la juegues a un capo de la Mafia, a menos que te lo puedas cargar, sin morir por el camino y luego salir de ahí. La gente con mucho poder y contactos, pueden conseguir lo que quieran y tienen ojos en todas partes. A un amigo nunca se le traiciona. El Kharma existe: recoges lo que siembras; el Kharma castiga y el Dharma recompensa. La familia esta para lo bueno y lo malo. Donde las dan las toman. Algunos individuos mienten más que hablan. Todo el mundo tiene secretos. Uno no puede negar su propia naturaleza. Nunca le toques lo más sagrada para un hombre (su familia), serás hombre muerto si lo haces.

Kike Maíllo utiliza la cámara lenta, para acentuar y magnificar una situación, ya de por si tensa.





                                                                Nacho Miret



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