EL BUEN SAMARITANO
The Equalizer 2
es un film con un guión interesante, tremendamente atrapante, lleno de acción,
en la misma línea que la anterior entrega, fiel, estrictamente Kharmico y
prometedor. La introducción te presenta al ya conocido Robert McCall (Denzel
Washington), en una nueva situación, pero que por el comportamiento habitual,
mentalidad, carácter, personalidad, historial y estilo de vida de dicho
personaje, tiendes a predecir cómo va a ser y quien va a ganar en un enfrentamiento.
En pocos minutos las circunstancias se vuelven cada vez más emocionantes y
trepidantes. Este guión, al igual que otros muchos de este tipo, posee lo que yo
denomino como acción pasiva: básicamente significa, que tiene todo lo que ha de
tener una buena secuencia de acción (tiros, explosiones, lucha y demás), pero
sin usarlo demasiado, recurriendo a otros métodos igualmente efectivos; e
incluso más potentes. Después del inicio el guión, ha resuelto una de las dudas
que surgió en la primera entrega: como se gana la vida Robert McCall?. De golpe
y sin previo aviso, conoces a uno de los antagonistas de esta historia que te
están contando, de lo que es capaz y de lo malo que es. Habla del personaje
protagonista a través de la vida de un personaje secundario. La vida de Robert
McCall, cambia drásticamente por completo y se tuerce, al enterarse de la
muerte de un ser querido. La situación se pone más intrigante por momentos. Como
era de esperar: la mafia, un grupo terrorista, unos sicarios o unos asesinos a
sueldo, se cruzan en el camino de Robert McCall, sellando el Destino de los
malos. El guión tiene ciertos chistes, bastante eficaces y graciosos, debido a
que expresan una realidad. Recurre al truco de las falsas apariencias
(únicamente se trata, de hacerle creer al espectador, que ocurre algo, cuando
en realidad es otra cosa muy distinta) para aumentar la tensión. Si has visto
la primera parte, tiendes a intuir como va acabar el relato que te están
explicando. Hay muchas partes parecidas a las de la primera entrega. Algunos
detalles del guión son bastante predecibles. Esta vez Robert McCall aparte de
simbolizar el Kharma, también representa a La Parca. En está ocasión se va
volviendo cada vez más creativo a la hora de matar malos: des de cortarle en la
frente a alguien con una tarjeta de crédito, a hacer explotar un edificio
entero con harina y una granada cegadora. Tiene un final feliz, reconciliador,
familiar, precioso, romántico y previsible.
Denzel Washington es el Dios de la interpretación:
actúa mucho mejor que la gran mayora de actores de hoy en día con tan solo
mover un dedo, es capaz de decir muchísimo sin pronunciar ni una sola palabra y
conseguir con una simple mirada que sientas exactamente lo mismo que el
personaje, con mucha intensidad y potencia, atravesando la pantalla y
metiéndose dentro de ti hasta en la última célula de tu cuerpo. Tiene el Don de
la interpretación digno de los Dioses. Nadie puede llegar a su nivel
interpretativo, porque ha dejado el listón muy alto. Solo unos pocos elegidos,
tienes la oportunidad asegurada de codearse entre los Dioses de la
interpretación (por orden de mayor a menor): Benedict Cumberbatch, Eddie
Redmayne, Jared Leto, Adam Driver, Gary Oldman. Haga lo que haga Denzel
Washington (Comedia, Acción, Ciencia Ficción, Suspense, Drama, Thriller,
Historias Reales) incluso cambiando de oficio y ejerciendo de Director, lo hace
perfectamente. Este talente digno de un Dios solo es posible debido, a su
práctica intensa, larga experiencia y espectacular esfuerzo, en el campo de la
interpretación.
La película te transmite
el mensaje de que el Kharma es tan real como el aire que respiramos: recoges lo
que siembras; el Kharma castiga y el Dharma recompensa; a veces la gente es
utilizada por el Kharma, para conseguir su objetivo y hacer su trabajo. Las
casualidades no existen: todo ocurre por una misteriosa, curiosa, extraña y
desconocida razón en particular. Cuando tienes entrenamiento militar y no lo
perfeccionas haciéndolo propio, te vuelves un blanco fácil, al cual se pueden
prever sus movimientos. En el mundo, gracias a Dios, hay buenos samaritanos.
Los pequeños detalles son más importantes de lo que se cree; solamente los
verás, si eres un buen observador. En la vida hay personas que te pueden llegar
a dar sorpresas increíbles. Existe corrupción en todas partes, incluso en las
más altas y protegidas del gobierno. Nunca subestimes a tu rival. La
experiencia hace mucho. Si le tocas lo más sagrado para un hombre, estás muerto
de alguna forma u otra. Hay un tiempo limitado para corregir tus errores.
Antoine Fuqua utiliza la steady cam, sujeta a medios de transporte
comunes y habituales, para aportarle cierto atractivo estético al film. El
plano detalle junto con el zoom in, para lanzar un claro mensaje y magnificar
la emoción que hay en ese preciso instante, dándole más importancia; la
necesaria para dramatizar la situación, pero sin pasarse.
Nacho Miret
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