TRAFICANTES LEGALES Y NOVATOS - CRÍTICA LO DEJO CUANDO QUIERA


Lo dejo cuando quieras es un film con un guion “interesante”, atrapante, cómico, paródico, sincero, directo, típico, previsible, evolutivo y “empresarial”. Se puede apreciar el característico humor de Ernesto Sevilla. Recurre al humor chorra o absurdo (es lo mismo): Básicamente, consiste en provocar la risa mediante chorradas y/o cosas absurdas; normalmente demasiado simples y cuotidianas; pero con un enfoque mucho más cómico. Algunos gags son silenciosamente graciosos, porque se burlan descaradamente de un hecho real. Utiliza el humor picante, para intentar provocar la risa: Únicamente se trata de hacer reír a través de bromas y chistes relacionados con el sexo: juegos de palabras, dobles sentidos, malos entendidos, imágenes explícitas, etc. De repente hace un homenaje paródico a Dead Poets Society (Peter Weir, 1989). Parte de la gracia, se basa únicamente en ridiculizar a algunos personajes. El guion te muestra la cruda realidad de la situación global actual de españa; de manera sutil, pero evidente y de forma cómica; como dice el dicho: reír para no llorar. Determinados chistes, solamente son “graciosos”, porque te demuestra, para lo único que sirven los chavales jóvenes de hoy en día, (la gran mayoría); cosas inútiles. La introducción te presenta de manera cómica, personal, sincera, directa y burlesca a Pedro (David Verdaguer), Arturo (Ernesto Sevilla) y Eligio (Carlos Santos), mediante un salto temporal de diez años; al mismo tiempo que ves el comportamiento habitual, carácter, personalidad, mentalidad y estilo de vida de cada uno de ellos. También te deja demasiado claro el tipo de película que será y cuál es su género dominante. Ciertos detalles del guion son demasiado predecibles. El nivel de previsibilidad es tan alto, que hasta las supuestas sorpresas son predecibles. La situación se pone progresivamente más interesante y emocionante. Constantemente te recuerda lo mal que va españa; la gran parte de las veces que te lo repite, lo hace desde el humor. Las circunstancias gradualmente son más divertidas. Como era de esperar, la situación se va complicando exponencialmente, incluso de la forma en la que imaginabas. Tiene un final relativamente feliz, sincero, directo, prospero, reconciliador, vengativo, justiciero, divertido, Kharmico, revelador, policial y previsible. 

La interpretación de Carlos Santos y Ernesto Alterio son impecables, magníficas, agradecidas, auténticas y que ayudan a que todo el engranaje que hace que su personaje se mueva, funcione perfectamente. Las interpretaciones de este tipo, son muy favorables para los guiones, porque ayudan a que el espectador se sumerja de lleno en el relato que te están contando, empatice con todos y cada uno de los que aparecen en la historia que explican, incluyendo el suyo y todo fluya mucho mejor. Es decir, que este nivel interpretativo que tienen Carlos Santos y Ernesto Alterio, es muy necesario en determinadas películas en concreto, porque son las que hacen que el guion funciona mejor, tenga más fuerza y eficacia en el espectador. 

Hay un pequeño detalle, curioso, que llama la atención, que solo lo verás si escuchas atentamente, estás concentrado y también observas; si no no te darás cuenta y lo pasarás absolutamente por alto: En ciertas secuencias, se nota demasiado el doblaje.

El film te transmite el mensaje de que el Kharma existe: tarde o temprano recoges lo que siembras; el Kharma castiga y el Dharma recompensa. Las circunstancias se pueden acabar medio arreglando. La verdad tarde o temprano acaba saliendo a la luz. Las cosas, aunque las planees, casi nunca salen como crees y/o quieres. Si tienes expertos en cada ámbito, luego te será mucho más fácil conseguir y hacer algo. Hay que saber parar a tiempo, y así poder evitar serios problemas. Cuando te adentras en un mundo desconocido, siempre necesitas a alguien que lo conozca a fondo. A situaciones extremas, soluciones radicales. Si sabes cómo convertir una desventaja en una ventaja, después le podrás sacar el máximo provecho al desafortunado suceso. Hay que saber ser paciente. 

Carlos Therón ha construido un guion técnico demasiado sistemático y esquemático. Intenta conseguir la diferencia con ciertos planos, pero lo único que logra, es hacer algo que ya se ha hecho millones de veces, así que no es nada innovador.


 Nacho Stars: 5




Nacho Miret




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