PINTORES PROGRESISTAS Y LOCOS - CRÍTICA MI OBRA MAESTRA
Mi obra maestra
es un film con un guion curioso, peculiar, distinto, atrayente, artístico,
sincero, directo, cómico, burlesco, casi paródico, llamativo, pero de forma
diferente a la habitual y sin ningún tipo de censura alguna. La introducción te
presenta de forma sincera, directa, misteriosa, personal, concisa y con la voz
en off de la persona que estás viendo en ese preciso instante, hablándote
directamente; para que lo comprendas todo mucho mejor, y al mismo tiempo, veas
su: comportamiento habitual, carácter, personalidad, mentalidad y estilo de
vida. Después hace lo mismo con el siguiente personaje, que te enseña a
continuación. Con el primer flashback, pasa a una de las dos partes realmente
importante de todo el relato. Poco a poco, vas descubriendo que Renzo Nervi (Luis
Brandoni) es un auténtico gilipollas, egocéntrico. La situación se pone
progresivamente más interesante, a medida que se desarrolla la historia. Con la
voz en off, te mete, inevitablemente, dentro de la cabeza del personaje. Ciertos
detalles del guion son demasiado predecibles. De pronto y por sorpresa, te
muestra, un desafortunado acontecimiento (un accidente), que le cambiara
drásticamente la vida a Renzo Nervi, para siempre. Posee el característico
humor argentino, pero mezclado con negro y ácido. El guion va mejorando
levemente (solo hasta llegar a un cierto nivel) según se va desarrollando el
relato; al igual que complicándose. De golpe y sin previo aviso, ves a uno de
los personajes protagonistas, enfrentándose a uno de los mayores dilemas que existen
hoy en día: La eutanasia (pero en vez de ser una enfermedad incurable, en este
caso, es un estilo de vida). A medida que va avanzando la historia, el guion va
adquiriendo un tono sombrío, perturbador y frío, bastante inquietante, pero de
manera subliminal. Pasa de una comedia a convertirse en un drama puro y duro
con demasiada facilidad; rozando al límite la tragedia. Hacia la segunda parte,
empieza a apoyarse mucho más en la imagen, para transmitir el mensaje. De
repente, te revela una información tremendamente impactante y sorprendente. Hace
un flashforward (cuando se acerca al desenlace), para volver al punto de
partida, y explicarte la otra parte importante. Tiene un final feliz,
reconciliador, divertido, pacífico, sincero, directo, fiel, amistoso,
recordativo, evolutivo y próspero.
La interpretación de Raúl
Arévalo es impecable, magnífica, agradecida, auténtica y que ayuda a que todo
el engranaje que hace que su personaje se mueva, funcione perfectamente. Las
interpretaciones de este tipo, son muy favorables para los guiones, porque
ayudan a que el espectador se sumerja de lleno en el relato que te están
contando, empatice con todos y cada uno de los que aparecen en la historia que
explican, incluyendo el suyo y todo fluya mucho mejor. Es decir, que este nivel
interpretativo que tiene Raúl Arévalo, es muy necesario en determinadas
películas en concreto, porque son las que hacen que el guion funciona mejor,
tenga más fuerza y eficacia en el espectador.
La película te transmite
el mensaje de que todos tenemos secretos, algunos peores que los de otros. En
ciertas ocasiones, no se puede llegar a entender, como algunas personas,
admiran a determinada gente. Algunos individuos tienen una actitud tan
despreciable, antisocial, desagradable, grosera y bestia, que es muy fácil que
te caigan mal de manera instantánea. Nunca dejes a solas algo que te gusta, con
alguien con mala reputación (y menos sin revisarlo luego). El que avisa no es
traidor. Si tratas mal a la gente, te acabarás quedando más solo que un
ermitaño en medio del desierto del Sahara. A veces la vida te da una segunda
oportunidad, para corregir sus errores; aunque sea de la forma más bestia. Uno
a veces debe tomar decisiones tan duras, difíciles, extrañas y delicadas, que
resulta imposible, porque te hace sentir que estás jugando a ser Dios; por el
mero hecho de decidir sobre la vida de alguien. En ciertas circunstancias, la
vida te obliga a tomar otro camino, porque llegaste al final del que estabas siguiendo.
No se puede ir por el Universo, pensando el mundo gira en torno a ti. En este
Universo hay experiencias que te cambian la vida radicalmente para siempre,
dándole un vuelco de trescientos sesenta grados. Por suerte existen los buenos
samaritanos.
Gastón Duprat ha construido un guion técnico demasiado normal,
sistemático, esquemático y que no llama la atención. Con la ayuda del guion,
refuerza un mensaje con la imagen.
Nacho Stars: 4,10
Nacho Miret
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