RACISMO, MÚSICA Y LECCIONES DE VIDA
Green Book
es un film con un guion interesante, atrapante, moralista, biográfico,
educativo pero de forma diferente a la habitual, sincero, aleccionador, cómico,
directo y de época. La introducción te presenta de manera perfectamente
detallada, clara, concisa, sincera y directa a Tony Lip (Viggo Mortensen), de
tal forma que indiscutiblemente te queda bien claro: su comportamiento
habitual, carácter, personalidad, mentalidad, estilo de vida y trabajo. El
guión des del segundo cero, te explica bien claro y visual, que la historia que
está a punto de empezar, está inspirada en una de real, es decir, que ocurrió
de verdad. De manera muy gráfica, te da a entender la clase de local, en la que
trabaja Tony Lip al principio del relato. Con un pequeño gesto el guion te dice
que Tony Lip al inicio es racista. Según va avanzando la historia, vas viendo
cada vez más evidentemente, que Tony Lip es el típico macho ibérico con mucha
testosterona. Tiene unos gags graciosos y eficaces, porque básicamente se ríe
de las personas que no escuchan y son unos incultos sobre un tema al respecto. Recurre
demasiado a la imagen, para darte una información explicita, sin decirte ni una
sola palabra. Tiene un humor más sofisticado, elegante y sarcástico, que
inevitablemente, de un modo u otro, te hace reír. Según va avanzando el relato,
todo se va convirtiendo en algo un poco más interesante progresivamente. El
guion te plantea los clásicos y habituales problemas de racismo que existían en
esa época; también muy conocida por dichos conflictos. Muy lentamente y de
forma sutil, se puede apreciar la transformación interna de Tony Lip. Utiliza
el recurso de las falsas apariencias (únicamente consiste en hacerle creer al
espectador, que lo que ve es una cosa y después ocurra otra absolutamente
diferente) para aumentar la tensión y atención. Tiene un final feliz, familiar,
amistoso, evolutivo, prometedor, esperanzador, precioso, aleccionador y
moralista.
La interpretación de Viggo
Mortensen y Maharisha Ali es impecable, magnífica, agradecida, auténtica y que
ayuda a que todo el engranaje que hace que su personaje se mueva, funcione
perfectamente. Las interpretaciones de este tipo, son muy favorables para los guiones,
porque ayudan a que el espectador se sumerja de lleno en el relato que te están
contando, empatice con todos y cada uno de los que aparecen en la historia que
explican, incluyendo el suyo y todo fluya mucho mejor. Es decir, que este nivel
interpretativo que tiene Viggo Mortensen y Maharisha Ali, es muy necesario en
determinadas películas en concreto, porque son las que hacen que el guión
funciona mejor, tenga más fuerza y eficacia en el espectador.
La película te transmite
el mensaje de que las casualidades no existen, todo ocurre por una misteriosa,
curiosa, extraña y desconocida razón en particular. La vida nos pone delante a
las personas de las que tenemos que aprender algo necesario para nuestro
crecimiento personal. Las experiencias siempre son educativas. Algunos
individuos solo entienden el lenguaje de la violencia y reaccionan ante tal,
comportándose correctamente como deberían, siendo un detonante. Siempre habrá
alguien que busque problemas. Vale más una imagen que mil palabras. La gente
está repleta de prejuicios. La necesidad hace al hombre. Hay que saber escuchar
para poder mantener una buena y agradable conversación. Por desgracia en el
mundo existen individuos indeseables que maltratan a alguien por el mero hecho
de su color de piel; eso no puede ser así, todos somos iguales. Lo que define a
una persona, son sus actos, sin importan su raza, origen, aspecto y/o color de
piel. Algunos individuos dan un asco y una vergüenza terrible, por su
comportamiento penoso. A veces hay que saber callarse, para no ofender a la
otra persona. En ciertas ocasiones, un debe dar el primer paso, en vez de
esperar que lo dé el otro. Algunas personas tienen un verdadero talento, siendo
unos genios, y destacando con esa habilidad en concreto. Te puedes acabar
haciendo amigo de quien y de la manera que menos esperas.
Peter Farrelly utiliza el plano contrapicado casi subjetivo, para darle
más poder a un personaje en particular y que adquiera a la vez la importancia
que debe tener en ese preciso instante.
Nacho Miret
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