MAREO


Contratiempo es un film con un guion demasiado enmarañado, intrigante, atrayente, oscuro, sórdido, misterioso, atrapante, detectivesco, secreto, insinuante y sutilmente criminal, pero de forma distinta a la habitual, porque toca el principal tema de lo que básicamente hacen los delincuentes de alto calibre des de las sombras. La introducción te presenta por orden de importancia a Virginia Goodman (Ana Wagener), el conflicto en el cuál se basa toda la trama del guion y Adrián Doria (Mario Casas); y al mismo tiempo sepas el comportamiento habitual, carácter, personalidad, mentalidad y estilo de vida de cada uno de los dos principales protagonistas. También te deja bien claro, el tipo de película que será y cuál es el género dominante. Con la obsesión que tiene el guión con los detalles, no ha pensado en uno: ¿con lo supuestamente listo que es Adrián Doria y no se informa antes ni ve antes una foto de Virginia Goodman?. Para comprender mejor la historia, sin perder detalle, recurre al flashback; así también contártela des del principio. Recurre bastante al flashback. La situación se va complicando según va avanzando el relato. Tiene misterio a raudales. El guion te explica des varios puntos de vista un suceso. Como es de esperar, te cuenta varias versiones muy distintas, que refuerzan ambas teorías, pero también generan un poco de confusión y desorientación. El guion es un auténtico rompecabezas que da demasiadas vueltas. Parece la típica y clásica historia de Detectives al estilo de Poirot (Edward Bennett, Renny Rye, etc… 1989). Para recordarte que estás en el presente y lo que ves es el pasado, usa la voz en off de Adrián Doria. El suspense va aumentando exponencialmente poco a poco, a medida que transcurre el relato, haciendo que sea más interesante y no te deje levantar de la butaca. El guion constantemente te va guiando, para que resuelvas tú mismo el horrible y nervioso enigma; utilizando todos los recursos posibles; si te fijas bien se puede ver claramente, hasta que todo va cobrando su sentido lógico y las piezas empiezan a encajar. Es tan intrincado, que han pasado por alto un detalle, si eres un buen fisonomista lo ves: el parecido entre la supuesta Virginia Goodman y la mujer de Thomas Garrido (Jose Coronado), es increíblemente alto; prótesis incluidas. Se centra tanto en despistarte, que se despista en el detalle mencionado anteriormente (yo personalmente me di cuenta de inmediato, pero quería seguir escuchando las hipótesis que tenían que exponer, hasta que al final mi sospecha se confirma, y las otras que me han hecho creer se desmontan en cuestión de segundos). En cierto modo el guion es un poco descuidado, por no tener en cuenta todas las facciones de la cara y que en el mundo existen muy buenos fisonomistas. Es la clásica historia de venganza, pero des de otra perspectiva. Tiene un final feliz, sorprendente, impactante, reconciliador y revelador.

La interpretación de Mario Casas y Ana Wagener es impecable, magnífica, agradecida, auténtica y que ayuda a que todo el engranaje que hace que su personaje se mueva, funcione perfectamente. Las interpretaciones de este tipo, son muy favorables para los guiones, porque ayudan a que el espectador se sumerja de lleno en el relato que te están contando, empatice con todos y cada uno de los que aparecen en la historia que explican, incluyendo el suyo y todo fluya mucho mejor. Es decir, que este nivel interpretativo que tienen Mario Casas y Ana Wagener, es muy necesario en determinadas películas en concreto, porque son las que hacen que el guión funciona mejor, tenga más fuerza y eficacia en el espectador.

El film te transmite el mensaje de que las casualidades no existen: todo ocurre por una misteriosas, curiosa, extraña y desconocida razón en particular. Todo el mundo tiene secretos, algunos peores que otros. A veces hay personas que, aunque digan la verdad no se las creen. Hay gente que no suele escuchar y se deja llevar por lo que ve en ese preciso instante. Las apariencias engañan: las cosas a veces no son lo que parecen. En ciertas ocasiones, es necesario hacer un sacrificio por un bien mayor. Algunos individuos mienten más que hablan y esconden una vida secreta. Los actos tienen consecuencias. Algunas personas se les da realmente bien, esconderse y fingir ser alguien totalmente diferente. Algunos acontecimientos, son tremendamente enrevesados y simples a la vez (si eres buen observador te das cuenta). En ciertas ocasiones es necesario decir la verdad, para hacer el bien y no complicar las cosas. Los pequeños detalles son más importantes de lo que la gente se piensa; hay que fijarse en ellos. Algunos individuos son lobos con piel de cordero.

Oriol Paulo utiliza planos de una duración extremadamente corta, para simplificar una acción y darle más dinamismo al momento. Con el primer plano y el plano detalle, te enseña las piezas del puzle, con un significado que más tarde te muestran y sale a la luz.








                    
                                                                     Nacho Miret









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