domingo, 18 de noviembre de 2018

NEGOCIADOR


Bridge of Spies es un film con un guión tremendamente político, patriótico, interesante, atrapante, biográfico, bélico, moralista, clasicista y puramente gubernamental. La introducción te presenta a Rudolf Abel (Mark Rylance) de forma misteriosa, detallada, clara, sincera y que hace que la situación sea cada vez más intrigante; además de que veas el carácter, comportamiento habitual, mentalidad, estilo de vida y personalidad del personaje. También te cuenta cómo será la película y cuál será su género. Des de antes de empezar la historia, el guión ya te deja bien claro, que está basada en hechos reales. En poco tiempo hace que sea muy evidente cuales son las capacidades de cada personaje. Cuando conoces a James B. Donovan (Tom Hanks), descubres bastante evidentemente, que es un hombre seguro de sí mismo, precavido, maniático, con labia culto, directo y sincero. Algunas partes del guión que pretenden ser sutiles, son tan visibles, que llegan a ser completamente transparentes. De forma muy gráfica te explica claramente la definición de agencia gubernamental. El guión te hace elegir entre dos bandos demasiado indudables pero duro de escoger uno. De manera suave consigue que empatices un poco con Rudolf Abel. Te cuenta dos historias simultánea y paralelamente del mismo tema, hasta que se convierten en una sola. Predeciblemente James B. Donovan simpatiza con Rudolf Abel. Algunos detalles del guión son bastante previsibles. La situación se va complicando más por momento, como era de esperar. Te enseña indiscutiblemente las dos maneras de tratas un preso que tiene cada país. El guión tiene un solo chiste que no llega a provocarte la risa, tiene gracia, pero solamente te ríes por dentro. Con una pequeña acción el guión te explica un suceso que ocurrirá. Tiene un final feliz, revelador, familiar, reconciliador y que te cuenta lo que ocurrió con los personajes en la vida real. 

La interpretación de Tom Hanks es impecable, sincera, agradecida, auténtica, fiel y que ayuda a que todo el engranaje que hace que su personaje se mueva, funcione perfectamente. Las interpretaciones de este tipo, son muy favorables para los guiones, porque ayudan a que el espectador se sumerja de lleno en el relato que te están contando, empatice con todos y cada uno de los que aparecen en la historia que explican, incluyendo el suyo y todo fluya mucho mejor. Es decir, que este nivel interpretativo que tiene Tom Hanks, es muy necesario en determinadas películas en concreto, porque son las que hacen que el guión funciona mejor, tenga más fuerza y eficacia en el espectador.

El film transmite el mensaje de que las casualidades no existen: todo ocurre por un misterioso, curioso, extraño y desconocido motivo en particular. Un espía es demasiado inteligente como para dejar pruebas incriminatorias, a la vista de todos, además sabe desenvolverse muy bien entre el entorno. Todo el mundo tiene secretos, algunos peores que otros. A las agencias gubernamentales, se les da realmente bien: mentir, extorsionar y ocultar información a la gente. Los individuos con demasiado poder, se creen que pueden hacer lo que les dé la gana. Hay gobiernos que ni siquiera entre ellos se llevan bien. Un duro negociador se mantiene firme hasta el final con su decisión. Hay experiencias en la vida que transforman radicalmente a las personas. El destino nos pone delante a las personas que no van a ayudar a evolucionar. Siempre hay que tantear el terreno antes de pisarlo. No juzgues un libro por su portada. Algunos viajes son muy duros y largos, haciéndose interminables. La gente acostumbra a dejarse influir para decirles a través de las noticias, lo que deben pensar; la prensa controla la mente de algunas personas, afectando en sus creencias.

Steven Spielberg utiliza el primer plano para recalcar y resaltar una información posiblemente importante de manera subliminal. También usa la transición en fundido, para hacer un cambio de secuencia más suave. Encadenando acciones, logra que el cambio de escena también sea fluido, impecable y perfecto.





                                                                    Nacho Miret





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