CONEJOS HUMANIZADOS


Peter Rabbit es un film con un guión atractivo, atrapante de principio a fin, familiar y solo para adultos a la vez, divertido, supergracioso de manera diferente a la habitual, juerguista y moralista. Tiene algunos chistes graciosos, porque se burla de forma muy eficaz, de ciertos hábitos de los animales. Los sketches van mejorando según va avanzando el relato. Posee uno gags bastante graciosos, porque le cambia el enfoque a una realidad que todos conocemos, y porque recurre al humor chorra o absurdo (es lo mismo): básicamente consiste en hacer reír a la gente con chorradas y/o cosas absurdas; normalmente demasiado normales y simples, pero con un enfoque mucho cómico. La introducción te presenta a Peter Rabbit de forma enérgica, cómica y divertida, la mejor manera para describir, su comportamiento habitual, estilo de vida, mentalidad, personalidad, carácter y costumbres. Al mismo tiempo, te cuenta gráficamente que tipo de película será y cuál es su género dominante. Mediante la voz en off del narrador, hablándoles directamente al espectador, te explica la historia detalle a detalle; de tal forma que lo comprendas todo muchísimo mejor. El guión logra que empatices a nivel personal con Peter Rabbit, al contarte la historia de su pasado y porque hace lo que hace. En poco tiempo descubres con demasiada claridad quien es el verdadero antagonista de este relato que te están narrando. Sin previo aviso, de repente, te muestra un suceso que cambiara a “mejor” la vida de Peter Rabbit. Cuando conoces a Thomas McGregor (Domhnall Gleeson), te queda bien claro la clase de persona que es, como de maniático es y cómo afectara esto a Peter Rabbit. El guión te enseña los dos bandos típicos en el mundo de los animales: los animalistas y los que los odian. Te dice directo pero indirectamente lo que hace un personaje. La situación se pone cada vez más emocionante, interesante, cómica y trepidante. Poco a poco vas viendo la transformación y evolución de Thomas McGregor. De forma sutil el guión intenta diferenciarse de las otras películas, pero sin hacer demasiado. Tiene un final feliz, divertido, reconciliador, predecible en cierta manera, moralista, gracioso, seductor y con secuencias durante los créditos.

El diseño gráfico 3D de todo y cada uno de los animales es tan realista, que parecen cobrar vida de verdad, haciendo creer que cabe la pequeña posibilidad por remota que sean, que existan realmente, vayan a atravesar la pantalla y a saltarte encima. Esto es un detalle que se agradece y que ayuda en una cantidad abismal, a que el espectador se sumerja aún más en la historia que te están contando.
La interpretación de Dani Rovira en la versión española del doblaje, es perfecta, impecable, sincera, agradecida, auténtica y que ayuda a que todo el engranaje que hace que su personaje se mueva, funcione perfectamente. Las interpretaciones de este tipo, son muy favorables para los guiones, porque ayudan a que el espectador se sumerja de lleno en el relato que te están contando, empatice con todos y cada uno de los que aparecen en la historia que explican, incluyendo el suyo y todo fluya mucho mejor. Es decir, que este nivel interpretativo que tiene Dani Rovira, es muy necesario en determinadas películas en concreto, porque son las que hacen que el guión funciona mejor, tenga más fuerza y eficacia en el espectador. No podrían haber elegido a nadie mejor para este papel, le sienta como un guante; porque aumenta el factor cómico.

El film transmite el mensaje de que las casualidades no existen: todo ocurre por un misterioso, curioso, extraño y desconocido motivo en particular. Es imposible evitar o suprimir el instinto que todos llevamos dentro. A veces el talento de una persona está enfocado en la dirección equivocada. Hay circunstancias en la vida que te pueden hacer perder los nervios y estallar, en algunas ocasiones accediendo a la violencia como vía de escape. Algunos individuos mienten más que hablan, descaradamente. El ser humano es el único animal que tropieza más de dos veces con la misma piedra. A veces es necesario la astucia para vencer a un duro oponente. No empieces nunca una guerra que seguramente no puedas ganar. A veces las cosas se pueden torcer demasiado. Algunas rivalidades, pueden desaparecer y convertirse en amistades. Hay que saber cuándo parar, y así no arruinarle la vida a la gente. Siempre existen oportunidades para cambiar.

Will Gluck utiliza la mezcla de planos y atrezzo para dar información demasiado evidente y previsible de un personaje; también el travelling para aportarle cierto atractivo a la película.




                                
                                                                       Nacho Miret





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