viernes, 29 de junio de 2018

UN INCIDENTE MUY FAMOSO


I, Tonya es un film con un guion real, es decir, biográfico (que ha ocurrido de verdad), intenso, interesante, diferente, atrapante y lleno de altibajos. La introducción te presenta detalladamente, pareciendo una ficha policial, a los principales protagonistas de esta historia que te están contando: Tonya Harding (Margot Robbie), Jeff Gilloly (Sebastian Stan) y LaVona Golden (Allison Janney); mientras te dejan ver su mentalidad, comportamiento habitual, actitud y personalidad, en forma de entrevista. Des del primer segundo el guion, te deja bien claro, que es una historia real, pero que solamente está basada en entrevistas a los protagonistas reales (te lo dice de manera muy directa y transparente). De repente el guion hace un salto temporal al pasado (de cuarenta años), para contarte la historia des del principio y que así la entiendas muchísimo mejor. Después hace más saltos temporales hacia el futuro y el pasado para hacer lo mismo. Poco a poco vas descubriendo que LaVona Golden (la madre de Tonya), es demasiado dura y exigente con su hija. El guion va utilizando las entrevistas que han aparecido al inicio, a lo largo de la película, para contarte perfectamente todo el relato; incluso a través de la voz en off. Te cuenta varias versiones de lo sucedido, extremadamente diferentes entre sí, para reflejar la perspectiva del personaje. Te enseña la verdadera pasión de Tonya Harding por el patinaje. Todo el guion básicamente se centra en el famoso incidente y como se originó (des del principio). Los propios personajes hablan con el espectador, mirando fijamente a la cámara, para explicar detalles sobre el relato que te están contando. Algunos diálogos de Jeff Gilloly son demasiado típicos de un maltratador. En los créditos finales, aparece una grabación real, con la Tonya autentica, patinando. Tiene un final reconciliador de manera peculiar, filosófico, sincero y directo.

Hay un par de detalles bastante evidentes y visibles, pero que sino prestas la suficiente atención, miras con los ojos corrector y tienes el conocimiento necesario, no lo veras y lo pasaras absolutamente por alto: 1- En el momento en el que el propio personaje de Margot Robbie te dice su edad, en ese momento, no te la crees ni por asomo; por una simple razón de acting face. En ese preciso instante, Tonya dice que tienes quince años, pero Margot Robbie no los aparente ni de lejos, sino que parece que tenga treinta años; y lo mismo ocurre con Sebastian Stan. Tendrían que haber cogido a un par de actores más para hacer las versiones adolescentes. 2- Cuando Tonya está entrenando para patinar en Noruega y un equipo de televisión la está grabando, cuando se hace el plano medio de ella, el Chroma se nota demasiado y no debería ocurrir.

El film transmite el mensaje de que lo que piensen los demás de ti, no ha de importarte, al contrario, ha de ser lo que tu pienses de ti mismo lo que más te importe. El peor daño es el que se hace uno mismo. A veces basta con que te digan de no hacerlo, que aún tienes más ganas de hacerlo. En ciertas circunstancias muy específicas las mejores amigas pueden convertirse en las peores enemigas. En algunas ocasiones pierdes el control, no aguantas más, y sientes la necesidad de decirles cuatro cosas bien dichas a ciertas personas. En el mundo hay mucho machismo. Hay gente que con el tiempo empeora cada vez más, hasta perder la cabeza por completo; principalmente porque se obsesionan con una mujer. Algunas personas mienten más que hablan y otras no saben guardar secretos.

Craig Gillespie utiliza la cercanía de los planos con el actor, para expresar, manifestar y determinar la importancia de cierto momento. También usa la multipantalla para enseñar la misma opinión en varios personajes muy distintos. El plano secuencia que utiliza está tan bien sincronizado y realizado, que consigue aportarle cierto atractivo a la película.




                                                                     Nacho Miret



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