POR SORPRESA
Manchester by the sea es un film con un guion diferente a los demás,
dramático, trágico, lleno de sorpresas y con algun que otro pequeño defecto. La
introducción te presenta a Lee Chandler (Casey Affleck) mientras está
trabajando, para que le conozcas tal y como es; viendo su carácter calmado,
mentalidad, actitud, personalidad y comportamiento habitual. A la vez, de forma
simultánea y paralelamente te cuenta que tiene varios empleos dentro del mismo,
es decir, cuatro en uno. Y en su tiempo libre pasea en barco. Poco a poco vas
descubriendo que Lee Chandler es tan brutalmente sincero y directo, que resulta
hasta gracioso. Cada vez va quedando más claro que Lee Chandler le ocurre algo
que le hace comportarse de este modo tan antisocial, hasta que descubres que es
una persona atormentada y perseguida por su pasado. El guion tiene ciertas
partes que te provocan confusión y/o malentendidos, porque te hacen creen una
cosa y acto seguido te dicen toda la contraria. Luego dichas partes que causan
esta especie de confusión, resulta que son flashbacks invisibles, que no los
ves ni venir, te dicen que lo que te habían contado al principio era cierto. El
guion recurre con demasiada facilidad y frecuencia al flashback sin previo aviso.
Lo que provoca estos malentendidos, son estos flashbacks que no sabes que lo
son al inicio. No sigue una línea temporal recta, es decir, el orden
cronológico, no es el habitual, está completamente desordenado y mezclado. De
repente el guion te cuenta un detalle sorpresa que cambiara la vida de Lee
Chandler radicalmente para siempre. De golpe te enseña un trágico suceso
demasiado terrible y devastador para Lee Chandler. Te explica la historia de
una manera peculiar: por el principio y el final al mismo tiempo. Según avanza
el guion vas conociendo mejor a Lee Chandler y comprendes más su
comportamiento. Tiene secuencias tan emotivas que te hacen llorar. Tiene un
final reconciliador, familiar y tranquilo.
La interpretación de Casey Affleck es impecable, interna pero
visible a la vez. Logra captar a la perfeccion la esencia de su personaje, con
todos sus problemas, vicios, manías, comidas de cabeza, forma de ver el mundo y
transmitirlo al espectador, de tal manera que empatice y comprenda mucho mejor
por lo que está pasando en ese preciso momento (en cada uno de ellos) el
personaje de Casey Affleck. Es un interpretación que la lleva por dentro,
camuflada que puede parecer que no esté trabajada, pero es todo lo contrario;
logra exteriorizarla todo lo necesario de forma correcta, para que llegue bien
al espectador, con este tipo de interpretación.
La película transmite
el mensaje de que hay demasiado hipócrita suelto en el mundo: ellos te pueden
hablar mal y faltarle al respeto, pero cuando tú les haces lo mismo, después
resulta que tú eres el malo y maleducado. Algunos comportamientos no son
aceptables en ciertas ocasiones y estilos de vida. Ciertos momentos están
pensados para ponerte a prueba y poder superar un problema muy específico. En
el mundo existe gente que no suele exteriorizar sus sentimientos y se los
guardan para ellos mismos, reprimiéndolos. Algunas cosas no se pueden decir ni
olvidar.
Kenneth Lonergan al hacer el cambio de secuencia
tan brusco consigue que los cortes sean demasiado visibles. Utiliza mucho el
plano general para mostrarte la belleza local en la que se encuentran los
personajes en ese instante.
Nacho Miret
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