MAFIOSOS Y SECRETOS

El guion está envuelto en una especie de nube de misterio y oscuridad, que da un peculiar mal rollo típico de un Thriller, pero esta vez de una forma diferente. La introducción te presenta a Bob (Tom Hardy) un barman que mediante su voz en off hablando directamente con el espectador, te cuenta cual es la situación actual que afecta a toda la gente del mismo sector, de ese barrio; cómo se siente al respecto y porque no puede hacer nada al respecto; viendo una pequeña parte de su comportamiento y mentalidad. Poco a poco vas descubriendo que Bob es una buena persona y religiosa. Pero el primo Marv (James Gandolfini) no lo es, solo le importa recuperar su negocio, su reputación, el dinero y la imagen que da su antiguo bar. El guion tiene una sorpresa completamente inesperada que te demuestra la clase de persona que es Marvin (James Gandolfini). El mal rollo, el look tenebroso y la tensión aumentan por momentos; aunque la tensión está algo camuflada. Da un giro absolutamente sorprendente que te explica todos los cabos sueltos y desencadena un acto totalmente previsible. Tiene un final reconciliador y feliz que se agradece, porque después de pasar por un túnel tenebroso y oscuro tan largo se agradece algo de luz.

Como de costumbre, ha vuelto a traducir de manera incorrecta el título. En la versión original se titula: The Drop, tiene dos traducciones y ninguna de ella es la entrega; como se sabe, varias veces las traducciones no pueden ser literales, en esta ocasión significa: soltar, pero con el “The” delante se transforma en algo parecido a: La Liberación; tiene un significado interno y metafórico. Pero en vez de respetarlo, han decidido pasárselo por el forro y llamarla: La Entrega. Con esto simplemente lo que hacen es faltarle al respeto al trabajo del director y los guionistas por encontrar un título con el suficiente gancho, sentido, significado y gracia como para resumir todo el film en pocas palabras sin desvelar nada y atraer al público. Se toman libertades innecesarias y asignan responsabilidades que no les corresponden. Si quieres traducir el título, antes de meter la pata hasta el fondo, no lo traduzcas, déjalo como está, no sería la primera vez que se hace: Taxi Driver, Tropic Thunder, Iron Man, Shame, Hancock, Cowboys & Aliens, Need for speed, Minority Report, Paul, Dallas Buyers Club, The Interview, Big Fish, Joy, Captain Fantastic, Prometheus, Alien Covenant, Up in the air, Don Verdean, Slumdog Millionare, Independece Day, Philadelphia, The Skeleton Twins, Warrior y podría pasarme así durante días.

Hay un detalle curioso que solo se puede apreciar en ciertas películas de Tom Hardy, como Legend: es un detalle que hace ver al actor en vez de al personaje. Si has visto la cantidad de films necesarios y eres observador, será algo muy visible: Tom Hardy posee ciertos gestos con las manos que son suyos no de sus personajes (no solo son los gestos, sino también la manera de hacerlos) y que los hace en escasas películas. Pero cuando los hace le delatan, porque no son propios de sus personajes y son exactamente parecidos a los que hace con algunos personajes en otros films. Y no deberían parecerse puesto que son personajes distintos.

Michael R. Roskam te demuestra que en el mundo existen individuos tan hijos de puta insensibles, vergonzosos, que no se merecen ser llamados, seres humanos; porque una persona no maltrata a un animal. Darle una paliza a un perro solo es digno de un monstruo horrible, sin alma ni corazón (porque no tienen otro nombre y los monstruos no tienen la culpa de que haya individuos tan repugnantes). Se merecen que les partan las piernas, luego todos los huesos del cuerpo y después les peguen un tiro, para sacar la basura del planeta Tierra. Todo el mundo tiene secretos. En el planeta, por desgracia existe gente falsa con dos caras. Si le tocas lo que más le importa a un buen hombre, lo acabaras pagando demasiado caro. El Kharma existe: recoges lo que siembras. Michael R. Roskam utiliza una mezcla entre travelling y plano que le aporta cierto atractivo a la película.

                                                                 Nacho Miret Vives