TIPOS DE DELINCUENTES Y TIMOS
Nueve Reinas
es un film con un guion estrictamente criminal, callejero, superviviente,
interesante, atrapante, sincero, director, insinuante, previsible, educativo
pero de manera diferente a la habitual y moralista. La introducción te presenta
de forma sincera y directa a Juan (Gastón Pauls), contándote de manera muy
visible e indiscutible, que es un estafador muy habilidoso, que usa los
clásicos timos de toda la vida. Luego misteriosa e insinuantemente, sin que
diga ninguna palabra al principio, conoces a Marcos (Ricardo Darín);
subliminalmente descubres el comportamiento habitual, carácter, personalidad,
mentalidad y estilo de vida de ambos. También te deja bastante claro el tipo de
película que será y cuál es su género dominante. El guion toca de cerca los
timos más viejos, básicos, usados y famosos del mundo del Hampa. Ciertos
detalles del guion son demasiado predecibles. De pronto, te explica que Juan es
un estafador con principios, porque engaña a la gente por necesidad no porque
quiera hacerlo. Posee ciertos chistes graciosos, porque reflejan una verdad,
realidad, opinión y un pensamiento, pero con un enfoque mucho más divertido. La
situación se pone progresivamente más interesante y emocionante. El guion
insiste mucho en el tema de que, si puedes elegir, entre robar, engañar y
obtener algo gratuitamente o pagarlo y perder dinero, todo el mundo elegirá la
vía rápida (robar); además que tambien remarca la frase: “hay que ser tonto
para no robarle a la gente”; diciendo que robar es bueno. A medida que se va
desarrollando el relato, se va centrando cada vez más en la trama (cuyo tema
principal es el título del film). El propio guion juega con el espectador
engañándolo, como si fuera un timo; la misma estructura emula a las estafas que
ejercen los protagonistas. Las circunstancias se van complicando
exponencialmente, según avanza la historia. A lo largo de toda la película, te
va dando pequeñas pistas ocultas a plena vista pero muy visibles, que te
preparan para el alucinante desenlace de la historia que rodea a los personajes
principales. El guion te explica constantemente la verdad, pero sutilmente, si
eres observador la verás, pero sino, cuando se revele todo, lo verás. Tiene un
final feliz, reconciliador, aleccionador, sorprendente, impactante, revelador,
Kharmico, criminal, emocionante y brillante.
La interpretación de
Ricardo Darín es impecable, magnífica, agradecida, auténtica y que ayuda a que
todo el engranaje que hace que su personaje se mueva, funcione perfectamente.
Las interpretaciones de este tipo, son muy favorables para los guiones, porque
ayudan a que el espectador se sumerja de lleno en el relato que te están
contando, empatice con todos y cada uno de los que aparecen en la historia que
explican, incluyendo el suyo y todo fluya mucho mejor. Es decir, que este nivel
interpretativo que tiene Ricardo Darín, es muy necesario en determinadas
películas en concreto, porque son las que hacen que el guión funciona mejor,
tenga más fuerza y eficacia en el espectador.
El film te transmite el
mensaje de que el Kharma existe: tarde o temprano recoges lo que siembras; el
Kharma castiga y el Dharma recompensa. A veces hay que darles de su propia
medicina a ciertos individuos. Todo el mundo tiene un precio. Hay individuos
que no tienen ni moral ni escrúpulos, y están dispuestos a llegar hasta donde
haga falta por el dinero. En este Universo, hay individuos que se aprovechan de
la ingenuidad y lo confiadas que son algunas personas, para conseguir algo en
beneficio personal. La avaricia rompió el saco; hay que saber cuándo parar y
retirarse mientras se va ganando. Como en todos los lugares, hay cosas que se
les da mejor a unas personas que a otras. En esta vida, hasta la persona más
delictiva, puede tener principios y ser moralmente correcto. Hoy en día no te
puedes despistar, porque a la que lo hagas, te roban hasta el carnet de
identidad; por lo tanto, se deben de tener mil ojos y desconfiar de cualquier
desconocido demasiado amable y/o que se acerque mucho. La necesidad hace al
hombre. La corrupción está a la orden del día; la puedes encontrar incluso en
las zonas más altas y protegidas del gobierno; es un virus que se extiende más
rápido que la peste. Un buen vendedor, sabe vender un producto mostrando
desinterés (sacándole importancia), además de si tiene experiencia, es
observador, oportunista, sabe mentir y poner cara de póker, para no destapar la
jugada. Se polla antes a un mentiroso que a un cojo. Para dar una buena
lección, darle de su propia medicina, es una buena manera. Todo se puede hacer
por las buenas o por las malas. Donde las dan las toman. Algunas personas son
más listas de lo que son, y se les da realmente bien fingir.
Fabián Bielinsky utiliza el primer plano, para centrar la atención del
espectador en algo que está ocurriendo en ese preciso instante, para que se
fije bien en lo que enfoca la cámara y no se pierda ningun detalle de la acción.
La elección de planos, en algunos momentos, es cuestionable y algo
incomprensible. Con el plano detalle, logra aumentar la tensión de un momento
muy concreto. En un determinado momento al principio cuando Juan y Marcos van
paseando por la calle, antes de entrar en el bar y hacer la estafa del café, la
elección de planos, hace que se note algo raro: Es un salto de eje, salvado por
un plano recurso (una toma de las calles de la ciudad) en medio de ambos
planos.
Nacho Miret
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