NERVIOS, AGOBIOS E INQUIETUD CONSTANTES

Captain Phillips es un film con un guión tremendamente nervioso, agobiante, real, es decir, que ha ocurrido de verdad, delictivo, que te dan unas ganas terribles continuamente de que acabe de una vez y los malos reciban su merecido castigo. La introducción te presenta a Richard Phillips (Tom Hanks) de tal forma, que te cuenta su manera de pensar, estilo de vida, comportamiento habitual, carácter, personalidad, cuál es su trabajo y cómo ve la sociedad de hoy en día. Todo esto es para que intentes comprender sus decisiones y el porqué. Acto seguido conoces a los antagonistas de la historia que te están narrando, contándote claramente. Cuál es su objetivo, hasta donde están dispuestos de llegar y cómo funcionan. El guión te presenta a los personajes de la forma que sabes, de manera predecible, que sus caminos se van a cruzar inevitablemente. Posee pequeños y escasos toques cómicos (solo al inicio, antes del asalto) un poco graciosos, porque reflejan una realidad de los servicios de emergencia y su funcionamiento habitual. La situación se pone poco a poco más tensa e inquietante. Llega a ser tan agobiante y preocupante, por el hecho de la espera al ataque de los piratas somalís, que se convierte en un Thriller. De golpe y sin previo aviso, las circunstancias se vuelven trepidantes, pero en el mal sentido. Las ansias de que finalice, para poder dejar de pasar este mal rato; y la tensión van aumentando a la par, cada vez más. La situación se va complicando según va transcurriendo el relato. El guión va mejorando, calmándose solamente un poco y poniéndose poco a poco más interesante. Llega a un punto que se hace interminable y pesado (posiblemente está pensado para que empatices más con la historia y te pongas en el lugar de Richard Phillips más fácilmente). Según avanza el relato, se puede apreciar mejor, el trauma que sufre Richard Phillips. Tiene un final feliz, reconciliador, profesional, intenso, Kharmico y que te explica con letras lo que sucedió en la vida real con ellos.

La interpretación de Tom Hanks es impecable, magnífica, agradecida, auténtica, brutalmente espectacular, que ayuda a que todo el engranaje que hace que su personaje se mueva, funcione perfectamente. Las interpretaciones de este tipo, son muy favorables para los guiones, porque ayudan a que el espectador se sumerja de lleno en el relato que te están contando, empatice con todos y cada uno de los que aparecen en la historia que explican, incluyendo el suyo y todo fluya mucho mejor. Es decir, que este nivel interpretativo que tiene Tom Hanks, es muy necesario en determinadas películas en concreto, porque son las que hacen que el guión funciona mejor, tenga más fuerza y eficacia en el espectador. Gracias a la interpretación de Tom Hanks, empatizas al máximo con su personaje, hasta el nivel de sentir lo mismo que él (pero durante un periodo de tiempo corto).

La película te transmite el mensaje de que las casualidades no existen: todo ocurre por una misteriosa, curiosa, extraña y desconocida razón en particular. En algunos trabajos, es necesario y casi obligatorio, ser perspicaz y muy observador, para permanecer en alerta y poder anticiparte a algunos peligros. La valentía no se mide por si llevas un arma o no, si eres más fuerte o más débil, se sabe por la forma de reaccionar ante un peligro. Luego se preguntan qué porque les tratamos tan mal (aunque no sean todos iguales), es evidente, que si nos robas, disparas y secuestras, te trataremos de la misma manera o peor, en consecuencia a tus actos (ya la mayoría de gente como tu porque es lo más se acostumbra ver y no es cuestión de racismo, sino de la imagen que dan y lo que hacen). Algunos individuos no escuchan, solo hacen que repetir lo que quieren, aunque no esté en el lugar donde están ellos; aunque no lo tengas, te lo exigen chillando. Existe gente que no sabe mentir y se creen que el mundo es suyo. Algunos individuos se cabrean cuando sabes que tienes razón y no te escuchan, porque no quieren reconocer la verdad; otros son unos incrédulos. Cierta gente no sirve para negociar, porque no ven la realidad. Puedes jugársela a un malo, si eres más inteligente que él. En el mundo hay gente muy ignorante.

Paul Greengrass utiliza el plano detalle, para darle más importancia a cierta información; pero sin querer, posiblemente, hace visible y previsible un detalle que sucederá más adelante. Con el plano subjetivo, consigue que te metas más en situación, sumergiéndote en el relato que te están contando.

                                                                  Nacho Miret