El amor menos pensado es un film con un guión cómico, exageradamente
argentino (sino conoces un mínimo del lenguaje nativo del reparto te perderás
con demasiada facilidad, porque claramente es una película argentina), experimental
a nivel de los personajes, es decir, que los personajes aprenden cosas nuevas constantemente,
aleccionador y que te enseña una nueva manera de ver el amor. Tiene unos gags
graciosos y eficaces porque reflejan una verdad, un pensamiento y una opinión,
pero des de un enfoque más gracioso. La situación es tan surrealista en ciertas
circunstancias, que resulta inevitable reírse. Esta lleno del característico
humor argentino. Muchos de los sketches son divertidos y te hacen reír, porque
recurre durante toda la película al humor picante (básicamente consiste en
hacer bromas sobre el sexo); pero en esta ocasión lo hace de distintas formas y
a varios niveles. Usa la sensualidad como gag, para hacer que un momento sea
gracioso y el espectador consiga reírse. Recurre al humor chorra o absurdo (es
lo mismo): se trata de hacer reír a la gente con chorradas y/o cosas absurdas;
normalmente son demasiado normales y simples, tanto que no llegan a ser
llamativas y pasan desapercibidas. Posee los típicos y clásicos chistes de
casados y parejas. La introducción te presenta a los protagonistas principales en
una situación tremendamente familiar, para que así logres ver el comportamiento
habitual, carácter, mentalidad, personalidad y estilo de vida de cada uno de
ellos, y al mismo tiempo logres ver cómo funcionan entre ellos. El guión te
muestra varios tipos de pareja radicalmente diferentes. Des del minuto uno
recibes intermitentes avisos continuos, posiblemente involuntarios de lo que
sucederás; por lo cual, hace que cuando ves un “triste” acontecimiento entre
Marcos (Ricardo Darín) y Ana (Mercedes Morán), sepas des de ese preciso
instante lo que va a suceder, haciendo que el cierre de la historia sea
demasiado predecible. El tema principal del guión estrictamente es:
experimentar. Te hace ver el amor verdadero des de otra perspectiva, contándote
de que hay millones de manera distintas de amar a una persona. Tiene un final,
feliz, novedoso y como he mencionado anteriormente, evidentemente previsibles,
por lo tanto, que no te da ninguna sorpresa, amistoso y romántico al mismo
nivel.
La interpretación de Ricardo
Darín es impecable, sincera, autentica, agradecida, te hace empatizar al máximo
con su personaje de forma extremadamente necesaria y que ayuda a que todo el
engranaje que hace que su personaje se mueva, funcione perfectamente. Las
interpretaciones de este tipo, son muy favorables para los guiones, porque
ayudan a que el espectador se sumerja de lleno en el relato que te están
contando, empatice con todos y cada uno de los que aparecen en la historia que
explican, incluyendo el suyo y todo fluya mucho mejor. Es decir, que este nivel
interpretativo que tiene Ricardo Darín, es muy necesario en determinadas
películas en concreto, porque son las que hacen que el guión funciona mejor,
tenga más fuerza y eficacia en el espectador. Y aunque en cierta manera, todas
sus interpretaciones sean parecidas, son diferentes a la vez; es decir, es una
interpretación muy dual, y siempre consigue actualizar de algún modo, aunque
sea un pequeño cambio.
El film te transmite el
mensaje de que las cosas pasan por alguna razón. Todo lo malo tiene su parte
buena. No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes, así que aprécialo y
valóralo mientras lo tienes. Las casualidades no existen: todo ocurre por un
misterioso, curioso, extraño y desconocido motivo en concreto. Hay relaciones y
cosas que es mejor no presionar, porque si no se rompen, así que es mejor,
descansar de ellas un tiempo y después retomarlas. En el mundo hay gente
extremadamente distinta y peculiar. A veces tienes que dar la vuelta al mundo,
para ver que lo que verdad necesitabas y buscabas lo tenías justo enfrente o al
lado (es absurdo y ridículo, pero así y necesario). Existe gente que está hecha
para estar soltera y otras que no (estas personas adoran la vida de casado y
acostumbras a ser hombres de una sola mujer (y viceversa)). Se tiene que
vigilar lo que se hace, porque te puede salir realmente caro. Todos los caminos
llegan a Roma. A veces en algunas parejas, se acaba el amor y no se le puede hacer
nada; pero sin embargo en otras solamente tienen que sacudirse el polvo, descansar,
experimentar y seguir adelante.
Juan Vera va cerrando el
plano, es decir, pasa de planos abiertos a cerrados para definir la cercanía
entre dos personajes, aunque estén lejos, o de unas personas con un tema o
situación en concreto. ´
Nacho Miret
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