domingo, 29 de julio de 2018

LEGADO FAMILIAR


Tomb Raider es un film con un guión cautivador, atrapante, algo emocionante, a su manera lleno de acción y fiel a la historia original. La introducción te presenta sin verlo, a Richard Croft (Dominic West), el padre de Lara Croft (Alicia Vikander). Al mismo tiempo que te explica una situación que cambiara para siempre la vida de Lara Croft; lo hace para que comprendas las decisiones tomadas por Richard Croft, veas de dónde le viene a Lara Croft su “pasión” por la “arqueología” y decirte cuál es su mentalidad, actitud, comportamiento habitual, estilo de vida, personalidad. En pocos minutos la situación se pone un poco trepidante y emocionante. En esta ocasión el guión te muestra el nacimiento de Tomb Raider, es decir, que no la ves explorando y haciendo de “arqueóloga” nada más empezar; primero la conoces, luego ves tu estilo de vida y más tarde te enseñan su transformación de Lara Croft a Tomb Raider. Poco a poco vas viendo la clara y previsible transición mencionada; pero a un ritmo bastante tranquilo. Según avanza el guión, te va mostrando las circunstancias que harán que Lara Croft se convierta en Tomb Raider. Mediante el flashback te va contando el pasado y la vida de Lara Croft. Algunos sucesos de los que plantea el guión, son demasiado habituales y típicos en las historias de Tomb Raider y en las películas de este estilo. De repente el guión da un giro inesperado, que lo cambia todo y sorprende tanto que llega a ser impactante. Tiene un susto que te pone el corazón a mil en cuestión de milésimas de segundo, muy brevemente. Tiene un final “feliz”, revelador, impactante, tremendamente sorprendente y con una secuencia postcreditos en la que sale por segunda vez el cameo de Nick Frost que precede a una secuela.

Hay un detalle que si no te fijas bien, has visto los films necesarios y conoces bien a los personajes, no lo veras y lo pasaras absolutamente por alto: Los personajes cinematográficos que cargan en sus espalda con varias entregas y actores que les han dado vida (uno de estos personajes solo ha sido un actor): Lara Croft (Tomb Raider) e Indiana Jones, son prácticamente idénticos, uno es la versión femenina del otro. Lo único que falta por saber es, si se han copiado o inspirado, y cuál fue el primero; aunque eso es demasiado evidente: Indiana Jones (Harrison Ford); por lo tanto solo queda una pregunta sin una supuesta respuesta.

La película transmite el mensaje de que las casualidades no existen: todo ocurre por una misteriosa, curiosa, extraña y desconocida razón en particular. Las apariencias engañan: una persona puede ser bastante más lista de lo que parece. En la vida existen acontecimientos que lo pueden cambiar todo drásticamente para siempre. Aunque quieras descubrir la verdad, hay cosas que es mejor no hacerlas porque puedes causar demasiados problemas y sembrar el caos. Hay personas muy espirituales (creen ciegamente en el mundo espiritual y algunas de ellas lo conocen mejor que otras) e individuos escépticos (gente muy cerrada de mente, que creen que no hay nada más después de la muerte y que la energía, maldiciones, bendiciones, fantasmas, criaturas sobrenaturales, etc… son chorradas inventadas, suelen llevarse mal con las personas espirituales por la abismal diferencia en la forma de pensar; un espiritual y un escéptico son como un culé y un merengue). Se tiene que saber cuándo parar y echarse atrás para poder seguir viviendo. Todos tenemos nuestro destino marcado y no se puede cambiar; lo único que podemos cambiar es nuestro futuro con las decisiones que tomamos; es algo un poco complejo pero entendible.

Roar Uthaug utiliza el primer plano para materializar y hacer demasiado visible, la tensión que en cierto momento determinado provocada por varios personajes.




                                                                    Nacho Miret




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