GIROS DE GUION

Atomic Blonde es un film con un guion lleno de giros inesperados, capas, sorpresas, que lo hacen ser muy complejo, interesante y que te pille con la guardia bajada en cierto modo. De manera y eficaz la introducción te presenta a Bakthin (Jóhannes Haukur Jóhannesson) diciéndote que es el antagonista, de lo que es capaz y porque. Acto seguido, de la misma forma, lo hace con Lorraine Broughton (Charlize Theron) mostrándote que es una mujer de acción, misteriosa, con muchas y variadas soluciones; además de tener muchos recursos. Al conocer por primera vez a Percival (James McAvoy) descubres que es un hombre muy astuto, precavido en cierta manera, con bastante agilidad mental, buenos reflejos, tajante, duro, con muchos recursos conseguidos por él mismo, espabilado y que sabe adaptarse rápidamente camuflándose. Posee ciertos gags muy graciosos y eficaces porque expresan una realidad, un pensamiento y una opinión pero con un pequeño cambio de enfoque. Tiene secuencias trepidantes y divertidas, al igual que otras lésbicas sin censura. Mediante el flashback te explica la historia des del principio; pero por si no quedo claro, te lo confirma con un título superpuesto en la pantalla. El interrogatorio inicial al personaje de Charlize Theron es una especie de punto de partida y núcleo de la historia que te están contando; además de ser un flashforward constante y repetidamente. El guion posee unos giros camuflados dentro de otros giros, lo que lo hace parecer un poco rebuscado. A través de la voz en off te cuenta todos los detalles del relato que te están contando en ese preciso instante. Hablando directamente con el espectador y mirando fijamente a la cámara, Percival te explica detalladamente de que trata el “juego” y como funciona (las normas). El guion te da pequeñas pistas ocultas a simple vista, que te dan la solución de toda la trama antes de que suceda, es decir, te desvela el misterio contándotelo (con los diálogos) pero sin decirlo (oculto entre las palabras y la manera de decir una frase). Tiene un final tan impactante como sorprendente, incluso hasta en el último momento, hace un doble giro de los que hemos visto hasta ahora.

Como de costumbre, han vuelto a traducir de forma incorrecta el título. En está ocasión han hecho lo mismo que con Bad Neighbours y Why Him?, cambiar/eliminar una palabra del título sin razón alguna. En la versión original se titula: Atomic Blonde, que traducido significa: Rubia Atómica (se parece al máximo pero no tienen ningun derecho a borrar palabras de título original). Pues en vez de eso y respetarlo, han decidido pasárselo por el forro y solamente llamarla: Atómica (que pasa con la palabra que falta, porque la han borrado, cual es el motivo?). Con esto simplemente lo que consiguen hacer es faltarle al respeto al trabajo del director y los guionistas por encontrar un título con suficiente gancho, gracia, sentido y significado para resumir la película en pocas palabras sin desvelar nada y atraer al público. Se toman libertades innecesarias y asignan responsabilidades que no les corresponden. Si quieres traducir el título, antes de meter la pata hasta el fono, no lo traduzcas, déjalo como esta, no sería la primera vez que se hace: Taxi Driver, Tropic Thunder, Iron Man, Shame, Hancock, Cowboys & Aliens, Need for speed, Minority Report, Paul, Dallas Buyers Club, The Interview, Big Fish, Joy, Captain Fantastic, Prometheus, Alien Covenant, Up in the air, Don Verdean, Slumdog Millionare, Independece Day, Philadelphia, The Skeleton Twins, Warrior, Crazy Stupid Love y podría pasarme así durante días.

El film transmite el mensaje de que nunca debes fiarte de nadie a menos que le conozcas bien y sepas quien es. Todo el mundo miente, algunos más que hablan, es más, parece que no sepan hacer otra cosa que mentir. A algunas personas se les da mejor que a otras, pasar desapercibidas. La vida y la gente te pueden dar muchas sorpresas. Todo el mundo tiene secretos. En el mundo existen personas que son totalmente impredecibles.

David Leith utiliza unos planos y travellings para esta película un tanto peculiares, para materializar la situación en la que está el personaje: lo que lo convierte en una elección de planos cautivadora de una forma especial. Y el plano subjetivo para intentar forzar la empatía con el personaje necesario y que te metas dentro de su cabeza porque es importante que lo entiendas. Logra unas transiciones de cambio de escena, completamente artísticas, atrayentes, perfectas e invisibles. Consigue hacer un plano secuencia en el momento más inesperada e impensable, absolutamente impecable y espectacular; aparte de ser el más largo hasta el momento. 

                                                             Nacho Miret