lunes, 6 de marzo de 2017

AMOR A TRAVÉS DEL TIEMPO


El guion cuenta un misterioso detalle muy peculiar que al parecer afecta a todos los hombres de la familia, y a menos que hayas visto el tráiler te resultara totalmente inesperado e inimaginable. Tiene unos toques cómicos muy buenos y eficaces, porque expresan una realidad y/o un pensamiento sexual. Le da un enfoque cómico e interesante a los viajes en el tiempo. El humor que posee el guion cada vez es mejor, haciendo que los gags hagan más gracia a medida que transcurre el film. La introducción te presenta detalladamente a Tim (Domhnall Gleeson) usando su voz en off; de la misma manera conoces a toda su familia y te das cuenta que no es una cualquiera normal y corriente, es una bastante especial, en la mayor parte por el enorme se secreto que rodea a los hombres de la familia. El guion toca un tema en el que hemos pensado y deseado todos alguna vez: tener una segunda o incluso una tercera oportunidad haciendo borrón y cuenta nueva, como si nada hubiera pasado. En forma de sketch supergracioso, te enseña lo que acostumbran a hacer las mujer al probarse ropa y como tienden a reaccionar y comportase los hombres. También te muestra la diferencia entre el optimismo y el pesimismo. Tiene un final muy familiar, romántico, precioso y que hay que ser de piedra para no sentirlo y que te llega al alma, incluso soltar alguna pequeña lagrima.

El montaje usa el típico sonido que se hace servir cuando alguien hace servir cuando alguien hace un salto en el tiempo en el cine (parecido a una ventisca o un golpe de ciento)(en cambio en Jumper, el mismo ruido lo usaron para los saltos de teletransporte), acompañado de un dialogo, para que sepas lo que ha ocurrido sin necesidad de ver todo el proceso todo el rato (este recurso se le suele llamar elipsis temporal, porque emites una parte de la historia que no es necesaria ver continuamente porque ya sabes lo que ocurre). Con lo cual logra diferenciarse de los demás films de ciencia ficción con el protagonista que viaja en el tiempo; en esta ocasión no necesita una máquina, simplemente un sitio oscuro como un armario o un baño.

Richard Curtis te demuestra que puedes pensar que has conocido el amor de tu vida, pero estar absolutamente equivocado, que la chica de tus sueños siga hay fuera y que en el momento más inesperado la conozcas. El Destino existe y no hay nada ni nadie que pueda cambiarlo; ni siquiera alguien que pueda viajar en el tiempo. Las casualidades no existen todo ocurre por alguna razón muy concreta que desconocemos hasta cierto tiempo. Puedes conocer al amor verdadero el lugar y momento más inesperado. Algunas decisiones de las que se toman a lo largo de la vida, pueden afectar gravemente en otras que has tomado anteriormente repercutiendo en tu vida y modificándola drásticamente. Las segundas oportunidades existen. Hay personas dispuestas hacer todo lo necesario y mucho más por amor. Algunos individuos son tan bordes, maleducados, directos e irrespetuosos, que llegan a ser insufribles causando que te entren ganas de darles un puñetazo rompiéndole la cara. También hay otras que escogen inconscientemente a cabrones como pareja. Algunas decisiones son demasiado duras de tomar. Hay acontecimientos que son inevitables, que no se pueden cambiar, tienen que pasar si o si a toda costa, pase lo que pase, porque es la única manera de que una persona se dé cuenta de la verdad madure, evolucione y arregle todos sus problemas definitivamente. Hay más de una manera de hacer las cosas. Nuestra pareja perfecta puede estar a nuestro lado y no darnos cuenta porque no le prestamos la atención necesaria o no lo miramos de la manera correcta. Richard Curtis toca un tema que aunque parezca disparatado es cierto: las comidas a oscuras. Una manera de comer que puso muy de moda hace años y que sigue teniendo éxito, entre otras muchas razones por: la temática, los camareros son ciegos y te relacionas con otra gente sin que intervengan los prejuicios sobre el aspecto físico.

                                                                
                                                                 Nacho Miret Vives 

             

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