Parte del humor del guion se debe a que en el
reparto está Seth Rogen (uno de los dos reyes de la Comedia) y James Franco
(uno de los miembros del sequito de Seth Rogen); gracias a ello tiene gags
cómicos muy buenos, debido a que Seth Rogen aporta su humor tan particular pero
eficaz, el cual has de conocer, tiene que gustarte para asegurarte la risa y
entender la gran mayoría de chistes que hacen. La introducción te presenta en
forma de poema con una voz en off hablando en verso, a los tres protagonistas
de la historia que te están contando. Te dice el tipo de película que estás
viendo, el género e intuyes más o menos como va a ser. El guion un guiño cómico
y muy evidente a: Big (Penny Marshall,
1988), y otro a Polar Express (Robert
Zemeckis, 2004) (curiosamente el guion homenajea a dos films en los cuales
aparece Tom Hanks). Tiene algunas secuencias que son una ida de olla por
completo. Los sketches mejoran por momentos; cada vez hacen más gracia. Entre
otras muchas razones: porque algunas situación van empeorando cada vez más;
cuando crees que ya acabado y es suficiente el guion te sorprende con un suceso
más surrealista e inesperado. Algunos de los gags son tremendamente graciosos y
eficaces porque se burla de algunas situaciones o cosas, como por ejemplo: Lo
que le sucedería a un judío si entra en una iglesia católica (lo hace de forma
sutil pero clara). Para contar bien la historia el guion usa los flashbacks a
modo de una especie de alucinación compartida. Es como una especie de parodia
de las películas navideñas (digo una especie, porque si el guionista hubiera
sido Seth Rogen, sería una parodia claramente). Al final la pregunta: Porque
hacen lo que hace, como y porque nació esa tradición que tienen Isaac (Seth
Rogen), Ethan (Joseph Gordon-Levitt) y Chris (Anthony Mackie)? queda resuelta
(te la responden muy cerca del final).
Joseph Gordon-Levitt ha demostrado que hay tres géneros
que domina (que se le dan muy bien): La Comedia, La Acción y Las Biografías. Es
un actor camaleónico de los géneros, es decir, que se puede mover entre varios géneros
cinematográficos y hacerlo perfectamente bien. Lo que demuestra que es un actor
de muchos recursos, que le ayudan a interpretar su personaje bastante bien.
Otra vez como de costumbre, vuelven a traducir el
título como les da la gana, desvelando parte de la trama del film y faltándole el
respeto al director y los guionistas, por el simple hecho de ignorar su trabajo.
La versión original se titula: The Night
Before, por lo tanto la traducción correcta seria: La noche antes. Pero
como aquí en España al igual que en otros países, esto les da igual y se lo
pasan por el forro, han decidido llamarla: Los
tres Reyes malos; que no tiene nada que ver con la película. Una vez más
han demostrado que a veces hacen oídos sordos, y deciden sacarse los títulos
del bolsillo ignorando todo detalle que tenga que ver con el film. Hay un
detalle que nadie se ha dado cuenta, porque hay que mirarlo de una forma muy
concreta: El cine y la música están representado en un mismo escenario cantando
una canción muy popular: Joseph Gordon-Levitt representa al cine porque es un
actor con mucho renombre y talento y Miley Cyrus a la música porque es una
cantante con una cara muy conocida entre los adolescentes y otros públicos. Tiene
unos cameos sorpresas inesperados de famosos demasiado conocidos como para no
conocerlos.
Jonathan Levine te demuestra que las casualidades no
existen: todo ocurre por alguna razón en particular y porque tiene que ocurrir
de cierta manera. Que el espíritu navideño de una manera u otra es la que
mantiene la navidad viva; y es para pasarla en familia. A veces las personas no
reaccionan como esperabas, siendo algo totalmente inesperado y haciendo que se
tomen bien lo que le digas, lo cual demuestra que uno no puede pretender
anticiparse a los sentimientos y pensamientos de la otra persona. Los
autenticos amigos son lo realmente importante, porque son los que te ayudan
siempre que lo necesitas, sin dudarlo, en los buenos y malos momentos. Jonathan
Levine usa el plano subjetivo para que te metas en la piel del personaje y
sientas lo mismo que él en cierta circunstancia. También hace servir una
transición totalmente invisible, que logra hacer un pequeñísimo salto temporal
absolutamente imperceptible, debido a que usa el movimiento de la limusina para
enlazar dos secuencias. Usa unos efectos visuales en el montaje para ayudar al
espectador a meterse en la cabeza del personaje des de fuera. Hace servir unos
tipos de planos demasiado poco comunes en el cine; por ejemplo: una grabación en
vertical de un móvil.
Nacho Miret Vives
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