LUCHAR POR LO QUE ES JUSTO


El guion tiene sorpresas tan buenas que aumentan la categoría  del film; está basado en el factor sorpresa. Hay que recordar lo que dice cada uno de los personajes es importante para la trama y anticiparse a lo que harán. Te plantea algunos problemas que temes que se cumplan y el esfuerzo haya sido en vano. Te presenta a un misterioso personaje que poco a poco vas descubriendo más cosas sobre él: que es de esas personas que hay que tomar en serio y no provocar, que sabe lo que hace, con la banda sonora que es uno de los salvadores y que es una persona seria, hasta que al final él mismo se presenta como Sam Chisolm (Denzel Washington), y lo hace para conseguir información, ahí descubres cuál es su profesión. También te dice que el racismo en el salvaje oeste está a la orden del dia. El guion te presenta al inicio a Bartholomew Bogue (Peter Sarsgaard) de una manera tan clara que no dudas ni un segundo del tipo de persona que es. Le coges manía y asco des del primer minuto que le ves, por lo malo y cruel que puede llegar a ser sin abrir la boca, y hablando siendo aún peor. Te presenta a todos los personajes por orden, a fondo y uno a uno (en una ocasión dos, pero forma uno, son como una sola persona): primero al malo, luego a la víctima que unirá a la banda de los siete magníficos y luego los miembros de dicha banda; contándote visualmente y de forma muy evidente cuáles son sus habilidades y sus defectos. El guion te deja muy claro porque los miembros de la banda de los siete magníficos tienen esos motes. Tienen unas habilidades tan espectaculares y son tantos que parecen los jinetes del apocalipsis, e imponen respeto. Los momentos de tensión son tan intensos, que es inevitable sentir un subidón de adrenalina; son escenas de acción sigilosas (como las llamo yo). Porque hay acción habiendo muy poco movimiento, y las que poseen movimiento son mucho más potentes. Si eres un fan de la acción disfrutaras como un niño pequeño en una tienda de golosinas. La introducción te demuestra de una manera muy visual y eficaz al tipo de enemigo al que se enfrentan los siete magníficos. El guion también posee algunas secuencias cómicas que hacen que el film se distinga.

Con esta película Denzel Washington vuelve a demostrar que es el Dios de la interpretación. Haga lo que haga, lo hace tan bien que deja el listón a un nivel astronómicamente difícil de alcanzar. No hay ningún actor ni actriz de tal magnitud, solo actores como: Matt Damon, Jared Leto, Eddie Redmayne, Jesse Eisenberg y Margot Robbie, que han sido bendecidos con el don de la interpretación, y tener la posibilidad de llegar casi al mismo nivel que Denzel Washington. Denzel Washington es el Dios de la interpretación y Matt Damon, Jared Leto, Eddie Redmayne, Jesse Eisenberg y Margot Robbie, son los arcángeles.

Antoine Fuqua te demuestra que hay personas que no están dispuestas a soportar ningún tipo de injusticia, y que harán todo lo que sea necesario para solucionarlo. Hay que gente que no tiene ningún respeto por nada ni nadie, solo les interesa el dinero. Para poder avanzar hay que superar los traumas del pasado. Algunas personas son muy avariciosas, y no entienden que eso es malo. Por eso la avaricia es un pecado capital y hay un dicho que dice: La avaricia rompió el saco; hay que ser muy tonto para no verlo. Siempre hay buenos samaritanos dispuesta a ayudar a los indefensos y a luchar contra la injusticia. La mayor ventaja en el campo de batalla es el factor sorpresa. Lo bueno cuesta sangre, sudor y lágrimas (muchísimo esfuerzo y paciencia). A veces el pasado te persigue. El Kharma existe: recoges lo que siembras. Antoine Fuqua ha conseguido que Denzel Washington se luzca mucho más de una manera admirable. Sincroniza campanadas con imágenes, alternándolas (que cada vez que suena una campanada hay una minisecuencia diferente), para marcar el momento más esperado: el enfrentamiento contra Bogue y sus hombres. Al mismo tiempo te muestra la preparación de cada uno para la batalla decisiva. Usa algunos planos típicos del western. Poco a poco te va mostrando con algunos planos seguidos, quienes van a formar la banda de los siete magníficos. Se puede ver uno de los estilemas de Antoine Fuqua, que usa la mayor parte del tiempo: el primer plano de objetos, pero que el plano no esté completamente fijo en algunas ocasiones (acostumbra a hacer que tiemble un poco), al igual que hizo en The Equalizer con objetos como: el sacacorchos que uso Robert McCall (Denzel Washington) para mata a uno de los proxenetas rusos, el libro que uso para romperle el cuello al matón de los policías corruptos o la cuchara que uso como arma. Hace primeros planos de objetos que se van a usar o que tiene algo que ver con la trama, es como una pista que te da. En esta ocasión: un trozo del carro donde transportan el oro de Bogue, que será la recompensa de los siete magníficos.


                                                             Nacho Miret Vives


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