LA VERDAD OCULTA


El guion usa el flashback y la voz en off para contarte parte de la historia, para que así la entiendas bien y des del principio, sin perderte ningún detalle. La introducción te pone en situación mostrándote dos asesinatos y partes de los asesinos pero sin verles la cara, enseñándote el motivo del asesinato de una forma muy clara y visual, al mismo tiempo que te dice que son importantes. Te presenta a un personaje de forma tan detallada, que ves con demasiada claridad el tipo de persona que es. Algo te insinúa que este personaje es el padre de Slevin Kelevra (Josh Hartnett); como dice el título del film toda la trama de la película gira entorno a él. Algunas secuencias recuerdan a los clásicos films de mafiosos, como: The Godfather, y otras no tan antiguas como: American Gangster. El guion tiene unos diálogos cómicos tan buenos, que no podrás evitar soltar un carcajada, debido al tipo de humor que se usa para ridiculizar algo, usando lo evidente. También te presenta a un misterioso personaje apodado Goodkat (Bruce Willis) y da el nombre falso de Smith, le rodea tanto misterio que levanta muchas sospechas y te plantees demasiadas preguntas. Luego te cuenta porque parece tan despreocupado, y ves que es una razón de mucho peso llamada Ataraxia (aunque luego se demuestra que solo es un truco del guion). De forma muy sutil y que tengas que fijarte muy bien, prestando muchísima atención, el guion te revela secretos, poniéndolos a la vista de todo el mundo, solo tienes que mirar en la dirección correcta; es como un juego de detectives que te va dejando pistas para que tu resuelvas el misterio. Las sorpresas que posee el guion, a medida que se van desvelando los misterios, son tan impactantes que te pilla completamente desprevenido; y causa que te preguntes lo mismo que el resto de personajes: Quien es Slevin Kelevra en realidad y que pinta Smith en todo esto?. Aunque si has prestado la suficiente atención a la introducción, el guion te ha dado la respuesta a esta pregunta. Al final se revela la verdad oculta a plena vista, y al mismo tiempo se descubre un guion brillante. Es una de esa películas que el guion posee lo que yo llamo: El Efecto Ocean’s: te oculta parte de la información para que parezca una cosa cuando en realidad es otra absolutamente distinta; tienes que ver el final para entenderlo todo y juntar las piezas del rompecabezas.

En este film vuelve a ocurrir lo mismo que en otros muchos con la manía que tiene España de no respetar el trabajo de los otros: el título está mal traducido. El título original es: Lucky Number Slevin, por lo que la traducción correcta seria: El número de la suerte Slevin. Pero no como manda la tradición tenían que hacer de las suyas y cambiar de las suyas, desvelando parte de la trama, llamándola: El Caso Slevin.

Paul McGuigan te demuestra que hay gente demasiado optimista. Estar en el sitio y momento equivocados, puede traerte muchos problemas. La venganza es un plato que se sirve frio. McGuigan usa unos travellings poco comunes para este tipo de películas, pero consigue hacerla destacar. Logra el mismo resultado con la elección de planos; parece que trate de imitar a Guy Ritchie. Porque los travellings, planos, etc… que usa son los estilemas de Ritchie; la manera más rápida de reconocer un film suyo. McGuigan usa la cámara rápida con breves imágenes, para resumir lo que ha pasado hasta ahora mientras Slevin se lo cuenta a Lindsey (Lucy Liu). Paul McGuigan tiene una manera de enlazar las escenas, un tanto peculiar; haciendo que el cambio de escena sea completamente invisible. Porque encadena distintas acciones de los personajes para pasar de una localización a otra, por ejemplo: dejar un vaso de wisky en un una mesa y un hombre dejando un vaso de wisky con la misma cantidad en la bandeja de un camarero. Es una manera de cambiar de escena que prácticamente ningún director utiliza. Así consigues que el espectador no se distancie. Usa el plano subjetivo de manera admirable, lo usa en una situación muy complicada para que no se refleje la cámara de ningún modo y solo se vea al actor o actriz. También usa un personaje, para decir algo que dice otro, en otra circunstancia: intercala diferentes situaciones. Recurre mucho al fundido a y des de negro; incluso los cortes a negro. Usa la Steady Cam para algo a lo que no se acostumbra usar normalmente. 


                                                             Nacho Miret Vives  

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