EL VIRUS DE LA CORRUPCIÓN


No hay ningún actor que llegue al mismo nivel de grandeza de Denzel Washington; son muchos años de experiencia. Sin ni siquiera mover un solo musculo, es capaz de decir mucho, casi nadie sabe hacer algo así. Es algo que requiere mucho esfuerzo, horas de práctica y conocerse a uno mismo. Unos pocos como: Matt Damon, Jared Leto, Eddie Redmayne, Jesse Eisenberg y Margot Robbie, han sido bendecidos con el don de la interpretación, haciendo que sean actores de un nivel inalcanzable; pero Denzel Washington es el Dios de la interpretación.

Por el lenguaje que usa en varias ocasiones, entre ellas: en el inicio, el guion te da a entender antes de decírtelo que son militares, espías o algo por el estilo (al menos es lo que parece). Hay algunos planos que despiertan estas sospechas. Tiene una introducción tan detallada que sirve para que entiendas la vida de Matt Weston (Ryan Reynolds) con todo detalle, sepas que tipo de persona es y cuál es su comportamiento. Con su voz en off en algunas secuencias ves si es verdad o no lo que está contando. Las escenas de acción son tan intensas que te hacen permanecer sentando en la butaca de lo buenas que son. La manera que tiene el guion de presentarte a Tobin Frost (Denzel Washington) es tan eficaz y a fondo, que provoca que veas que no es una persona cualquiera, es un peso pesado como ex-agente de la CIA y traficante de secretos gubernamentales. Que cuando trabajaba para la CIA era de los mejores, y lo cambio todo reformándolo a un nivel tan alto que se le puede poner su nombre a las técnicas que uso; poniéndole una reputación increíble (parece el padre de Jason Bourne). Te muestra que no hace algo sino es por algún motivo concreto. El guion tiene ciertas partes de misterio que te plantean dudas, como por ejemplo: Quienes son las personas que persiguen a Tobin Frost matando a todo aquel que se interpone. Tiene unas sorpresas tan inesperadas, que aunque lo intuyas, no lo esperas. Sabes que hay un topo en la CIA, pero al descubrir quién o quiénes son es lo que sorprende. Al final el guion te acaba mostrando que Tobin Frost no es un traidor, en realidad solo es un hombre que busca venganza, dándoles de su propia medicina a los corruptos; es como una especie de justiciero no reconocido. La banda sonora hace demasiado previsibles algunos acontecimientos del guion.

Daniel Espinosa te demuestra que hay personas a las que es mejor tomar en serio y no provocar. Porque si lo haces la jugada te puede salir muy cara. A algunas personas no se las puede cabrear. Las casualidades no existen: Todo ocurre por alguna razón. Hay que vigilar con lo que se desea, se puede cumplir. La corrupción es un virus que corroe la sociedad. A veces el hacer las cosas con prisas puede impedirte pensar con claridad. La prisa ocasiona que te expongas y seas un blanco fácil y predecible; hay que ser paciente, sigiloso y listo. Nunca te fíes de nadie que miente o esconda algo. Algunos malos no lo son realmente, solo lo parecen porque están hartos de ser utilizados por el gobierno. Se dedican a destapar las mentiras del gobierno (algunos lo hacen por dinero, otros no). Puede ocurrir que la persona que supuestamente ha traicionado a su país tenga razón, diciéndote lo que va a suceder y como. Para que luego entiendas porque a “traicionado” a su país. Al gobierno no le importan las personas, le importan los resultados. Nunca subestimes a nadie. Hay gente que puede tener una opinión equivocada de una persona. Con un hobbie tan arriesgado como es el de vender secretos gubernamentales al mejor postor, aunque sea por rencor o justicia, te ganas muchos enemigos, y algunos muy poderosos. El gobierno siempre tiene oscuros secretos. El Kharma existe: recoges lo que siembras, si eres malo todo el daño que hayas causado se volverá en tu contra, pero si eres bueno tarde o temprano serás recompensado. Puedes hacerte amigo de quien menos te esperas. Un simple suceso te puede cambiar radicalmente la vida para siempre. Al pasar tanto tiempo con alguien acabas descubriendo la verdad, empatizando con él y poniéndote en su lugar. Daniel Espinosa usa mucho el recurso de intercalar imágenes de ambas situaciones, poniendo la conversación principal en off. Mientras oyes la conversación ves lo que ocurre en la zona de la que están hablando (usa mucho la voz en off).

En el montaje la continuidad espacio-temporal está muy marcada, es demasiado visible; pero resalta el look militar.  


                                                            Nacho Miret Vives


Comentarios

Entradas populares

RYAN REYNOLDS LO VUELVE A HACER - CRÍTICA DEADPOOL Y LOBEZNO

GUERRA ENTRE HUMANOS E INTELIGENCIAS ARTIFICIALES - CRÍTICA ATLAS

LA PRINCESA GUERRERA DRAGÓN - CRÍTICA DAMSEL