ENCONTRARSE A SI MISMO


Ryan Murphy te demuestra un truco para intentar cumplir tus sueños, llamado: La caja de los deseos: donde coges una caja de cualquier tamaño y forma, la llenas de cosas sobre el tema que quieres conseguir, por ejemplo: cosas de bebe para tener un bebe, recortes de periódicos y revistas de viajes para poder viajar por todo el mundo, etc… Es muy importante escucharse a uno mismo antes de hacer o decidir nada, para poder ser feliz en la vida para poder saber lo que uno quiere y busca. Cuando te caes tienes que levantarte y seguir adelante, si no, no vives la vida y te causas a ti mismo más problemas. A veces el emprender un largo viaje puede cambiarte la vida y encontrar lo que siempre has soñado; conocer gente con una energía especial que te harán ver la vida des de otro punto de vista y ayudándoles a ser felices puedes encontrar tu propia felicidad, después esta gente tan especial puede ayudarte a hacer feliz a otra persona. El hecho de ver otras culturas y religiones hará que veas tu vida de otra forma. Siempre hay gente que está peor que tú y tiene problemas más graves que los tuyos, y ves como aun así, pese a todo el peso que llevan encima, siguen adelante. Hay señales muy claras que indican un cambio en ti, que has evolucionado y que debes pasar a la siguiente etapa. Hay niñas pequeñas mucho más maduras que algunos de los adultos. No hay que tener miedo a amar por miedo a que te hagan daño, si no, no tienes amor y no vives. No se puede vivir con miedo, eso no es vivir. Vivir con miedo a enamorarse para evitar el dolor es como renunciar a la propia vida y felicidad; es como si te estuvieras castigando a ti mismo/a,  a no vivir. Ryan Murphy usa los planos detalle para hacer que el espectador se fije en ciertos detalles. Poniendo la pausa te demuestra que los italianos no solamente hablan con la boca, sino también con los gestos, que son personas que gesticulan mucho con las manos; te muestra algunos de dichos gestos. Usa un tipo de montaje y algunos planos que son los que más usa Darren Aronofsky, te hace pensar si es un especie de homenaje al director neoyorquino. La elección de algún plano de Ryan Murphy provoca que te marees, pero lo usa para que entres en la mente de Liz Gilbert (Julia Roberts) y veas como se siente en esas situaciones.    
   
El guion te demuestra de una forma muy clara que Liz Gilbert y Stephen (Billy Crudup) son una pareja totalmente distinta, no se parecen en nada (no pegan no con superglue), y Liz se va dando poco a poco del tipo de persona que es. La voz en off de Liz Gilbert hace que entiendas más su historia poniéndote en su situación y al mismo tiempo presentándote al personaje al cual va girar toda la trama de la película. Es un guion muy espiritual que habla de lo importante que es mirarse interiormente y poder vivir con los miedos pero sin que te obstaculicen y te dejen vivir. Superar los obstáculos que te pone la vida, encontrando la felicidad en tu interior y nunca perder la esperanza ni la fe. El tema principal del guion es el equilibrio espiritual y la paz interior.

Gracias a la interpretación de Julia Roberts ves las emociones de su personaje, de una manera muy evidente reflejadas en su cara. La manera de interpretar de Julia Roberts es muy física y expresiva, porque inmediatamente ves lo que siente el personaje, con solo mirarle la cara. En cambio otros actores usan más partes de su cuerpo, se convierten en el personaje (como por ejemplo: Benedict Cumberbatch), usan la mirada para expresar una emoción o interiorizan el personaje a un nivel que consiguen que traspase la pantalla. Cada actor tiene un modo de interpretar diferente, algunas más efectivas que otras. El papel de James Franco (David Piccolo) resulta algo impactante, por el simple hecho de que no es el tipo de personaje con el que estás acostumbrado a verle. Acostumbra a interpretar personajes: cómicos, malos, deportistas o de fantasía (a veces es una mezcla como en Your Highness, donde su personaje era cómico y de fantasía). Pero ninguno espiritual. Ha hecho alguna película espiritual 127h, pero su personaje no era espiritual. Hay un pequeño detalle curioso, si te fijas llama la atención y puede resultar gracioso: el personaje de Javier Bardem (Felipe) es brasileño, Bardem es español y el film es norteamericano; así que resulta algo gracioso en cierto modo ver a un español hablar inglés con acento portugués, por la mezcla de idiomas. Piensas como se lo habrá hecho para no liarse.

La dirección de fotografía es tan perfecta que consigue resaltar la belleza natural de Bali, Italia, etc… llenándolo de vida y color vivos.    

                                                             Nacho Miret Vives


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