ACEPTARSE A UNO MISMA
Eddie Redmayne es un actor brillante, capaz de decir
mucho con muy poco: sabe expresar cualquier tipo de sentimiento con un simple
movimiento de cejas, mueca facial o mirada. Capaz de interpretar a dos
personajes muy distintos a la vez; hacer cualquier tipo de personaje, esto es
lo que le convierta en tan buen actor: su interpretación camaleónica. Es uno de
los pocos actores que hace honor a su profesión, al igual que: Denzel
Washington, Matt Damon, Jared Leto, Jesse Eisenberg y Margot Robbie.
Con unos pequeños detalles el guion te muestra
cuando Einar Wegener (Eddie Redmayne) empieza sentir interés por la ropa de
mujer. Se puede apreciar claramente la transición de hombre a mujer; poco a
poco se cómo Einar Wegener se convierte en Lili Elbe (Eddie Redmayne),
incluyendo el cambio interno, sentimental y emocional que hace. Luego el guion,
con un simple dialogo te demuestra que algo así no sucede de la noche a la
mañana, es algo con lo que se nace. Pero un dia un acontecimiento en particular
lo desencadena provocando que se despierte. Antes de despertarse hay algunos
detalles muy concretos que lo hacen visible. También te muestra que la persona
que más le apoya y le anima en un principio a Einar con su transformación a
mujer es Gerda (Alicia Vikander) su esposa. Mientras piensa que es un juego,
cuando descubre que no lo es: en cierto modo lo desprecia. Su personaje es
bastante confuso e indeciso porque: le apoya, le desprecia, lo vuelve a apoya,
otra vez al desprecio, nuevamente lo apoya, y así durante todo el film; cambia
constantemente de opinión. Es como si el amor que siente por Einar le impidiese
decidir correctamente. Llega a tal nivel de indecisión que te pone nervioso y
piensas “aclárate ya!!” . La introducción te presenta a dos personajes de una
forma muy clara, además, con el primer plano que elige Tom Hooper para en
principio, el guion te deja claro el tipo de pintura (lo que pinta) Einar. Más
adelante ves que es una persona perfeccionista. Con las pinturas que pinta
Einar te cuenta que es su manera de representar a su auténtico yo. Es un guion
sin censura, llegas a ver desnudas integrales, y primeros planos de algunas
partes nobles. El tema principal del guion es el travestismo y el
transexualismo (cambio de sexo). Te demuestra que el miedo puede llegar a
provocar una especie de trastorno de personalidad aunque sea muy leve. Después
dicho especie trastorno de la personalidad causado por la sociedad y el miedo
ves cómo va desapareciendo a medida que Einar desaparece y aparece Lili, al
aceptarse tal y como es, gracias a personas que piensan como él/ella. El guion tiene un final feliz porque consigue
cumplir su sueño pero trágico porque no es como se esperaba, lo que consigue
que te emociones. Te espera la sorprendente sorpresa de que este guion está
basado en una historia real.
Tom Hooper te demuestra que la presión social (el
que dirá la gente), es lo que causa que las personas como Lili vivan una
mentira no siendo ellos mismo, y se escondan por culpa de la sociedad. Hay
gente tan insistente que no entiende que no significa no. Una mala experiencia
puede arruinar toda una vida llena de felicidad. Junto con el guion Hooper te
demuestra que el desprecio y el odio que sienten alguna gente hacia personas
como Einar es tanto que llega a ser inhumano y vergonzoso. Este comportamiento homófobo
era demasiado frecuente en los años veinte. No se puede obligar a alguien a ser
algo que no es. Hay que respetar a todo el mundo; hay homófobos tan radicales
que se divierten dándoles palizas a los gays, travestis, transexuales y demás
por no ser como todo el mundo; cuando en realidad las aberraciones (como dicen esta
clase tan rastrera de gente) son ellos (los homófobos) y merecen que les den
palizas e incluso la silla eléctrica, por tratar de este modo a las personas
que son diferentes a ellos. Es un comportamiento tan inhumano y despreciable
que no se merecen ni si quiera que les llamen personas; una persona humana no
se comportaría así. Los encuadres que usa Tom Hooper llegan a ser algo
peculiares, porque deja mucho espacio por algún lado (por encima de la cabeza)
y se hace raro, debido a que no es lo habitual ver este tipo de encuadres. La composición
de la imagen en varias ocasiones también llega a ser poco común, porque en un
plano general por ejemplo pone un cuadro muy grande en una esquina de la imagen
y en el otro un cuadro muy pequeño con el personaje pintando; lo que hace que
la imagen quede descompensada por el peso.
Nacho Miret Vives
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