MUERTE Y GUERRA
Fury
es un film con un guión seductor, atrapante, bélico, posiblemente biográfico
(es decir, que ocurrió de verdad) y/o histórico, insinuante, conciso, directo y
transparente pero intrigante. La introducción te presenta de forma detallada,
sincera, personal, sutil, concentrada pero clara y directa, a Don Collier (Brad
Pitt) en una situación bélica, para que veas su comportamiento habitual,
carácter, personalidad, mentalidad y estilo de vida, junto con el de su
pelotón; diciéndote que él es el jefe y con los dos que más se discute
normalmente, que son: Trini García (Michael Peña) y Grady Travis (Jon Bernthal).
También te deja bien claro el tipo de película que será y cuál es su género
dominante. El guión tiene un ambiente muy frío y duro, que te sirve para
meterte de lleno y más eficazmente en la trama que plantea el guión. Te muestra
muy visualmente y de forma comprensible, que si alguien más joven tiene un
rango mayor al tuyo, se le respeta muy poco, por el mero hecho de estar donde
está, tan joven. La situación se pone extremadamente trepidante en pocos
segundos, al igual que progresivamente va siendo más emocionante, atrapante e
interesante; incluso intensa rápidamente, y de la misma manera vuelve a la
normalidad. Tiene momentos tan completamente trágicos, que provocan que el
nivel de dramatismo aumente drásticamente. Le coges manía a ciertos personajes,
por unas razones muy concretas (que más tarde haces las paces), que te hacen
prácticamente odiarles, y querer darles una buena paliza por su grosero
comportamiento; estrictamente son con los que se peleaba Don Collier, al
principio del relato. Según va avanzando el relato, las circunstancias, se van
complicando cada vez más. Las secuencias trepidantes que posee van aumentando
la adrenalina haciendo que tengas subidones de adrenalina, siempre y cuando
disfrutes más de la acción más que Deadpool hablar y soltar puyas. Cuando se
acerca el desenlace, empiezan a caer como moscas. Tiene un final tremendamente
bélico, dramático, insinuante, reconciliador, pero de forma diferente a la
habitual, intenso, mortal, decisivo y duro.
La interpretación de Jon
Brenthal es impecable, magnífica, agradecida, auténtica y que ayuda a que todo
el engranaje que hace que su personaje se mueva, funcione perfectamente. Las
interpretaciones de este tipo, son muy favorables para los guiones, porque
ayudan a que el espectador se sumerja de lleno en el relato que te están
contando, empatice con todos y cada uno de los que aparecen en la historia que
explican, incluyendo el suyo y todo fluya mucho mejor. Es decir, que este nivel
interpretativo que tiene Jon Brenthal, es muy necesario en determinadas
películas en concreto, porque son las que hacen que el guión funciona mejor, tenga
más fuerza y eficacia en el espectador. Sorprende ver a Shia LaBeouf después de
la polémica que creo con lo de que no quiere ser famoso.
Como de costumbre, han
vuelto a traducir de forma incorrecta el título. En la versión original se
titula: Fury, que traducido
significa: Furia; pero en vez de eso y respetarlo, han decidido pasárselo por
el forro y llamarla: Corazones de acero.
Con esto simplemente lo único que consiguen es faltarle al respeto al trabajo
del director y los guionistas por encontrar un título con el suficiente gancho,
gracia, sentido y significado para resumir toda la película en pocas palabras
sin desvelar nada y atraer al público. Se toman libertades innecesarias y
asignan responsabilidades que no les corresponden. Si quieres traducir el
título, antes de meter la pata hasta el fondo, déjalo como esta, no lo
traduzcas, no sería la primera vez que se hace: Taxi
Driver, Tropic Thunder, Iron Man, Shame, Hancock, Cowboys & Aliens, Need
for speed, Minority Report, Paul, Dallas Buyers Club, The Interview, Big Fish, Joy, Captain Fantastic, Prometheus,
Alien Covenant, Up in the air, Don Verdean,
Slumdog Millionare, Independece Day, Philadelphia, The Skeleton Twins,
Warrior, Crazy Stupid Love y podría pasarme así durante días.
El film te transmite el mensaje de que algunas
personas nunca se ponen de acuerdo, discutiendo constantemente. La guerra
cambia a las personas. Para mantener al equipo unido e intentar ganar siempre,
hay que mantener la compostura y profesionalidad (o al menos aparentarlo) para
no perder la cabeza y echarlo todo a perder. La vida a veces te hace vivir
circunstancias muy duras, pero necesarias para crecer como persona. En la
guerra hay que tener mil ojos abiertos, tener unos reflejos de ninja y no tener
prejuicios; solo saber diferenciar entre bueno y malo. No todo el mundo está
preparado para la guerra, ves y vives cosas tan desagradables y traumáticas,
que te cambian radicalmente para siempre. En la guerra todo se reduce a él o
tú. Siempre hay una primera vez y un detonante. Algunos individuos son unos
auténticos capullos integrales. Puedes perder algo con la misma rapidez con la
que lo has conseguido. A la hora de la verdad, tendrás que demostrar si tienes
huevos o no. Siempre puedes pedir perdon por tus actos vergonzosos. Algunos
soldados tienen más humanidad y compasión que otros.
David Ayer utiliza
cierto tipo de plano, para darle más dramatismo a un suceso. Con la transición
lenta entre dos secuencias, logra meterte dentro de la cabeza del personaje que
estás viendo en ese preciso instante.
Nacho Miret
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